Crímenes reales de Samantha Kolesnik
Más firme que ninguna escritura era la creencia de que no importaba cuán feo u horrible pudiera ser un niño, al menos la madre del niño lo querría. Tal vez el mayor daño a la sociedad había sido la perpetuación de ese mito, pues nos había dejado huérfanos a Lim y a mí. Nos había dejado huérfanos a todos. Los no deseados. Los abusados. Los violados.
|