(…) Jason piensa que no necesita nada de nadie. Pero yo sabía, desde el primer momento en que le vi, que precisaba de alguien como yo, alguien que pudiera ser para él una ayuda, alguien que pudiera confortarlo y aportar un poco de calidez a su vida. Estaba tan segura de que podía ablandarlo, de que podía sacar a la luz otra vertiente de él… —De pronto se echó a reír—. Y en lugar de eso parece que me está convirtiendo, a mí, en algo que nunca quería haber sido.
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