Rendición

En una palabra, este libro fue "ugh".
Un gran malentendido entre dos personas rotas y arruinadas por su entorno, que en lugar de admitir y trabajar sus problemas se comportan horriblemente.
Laura y el tipo este, su marido, como sea que se llame (¿Logan? ¿Jason? ¿John? Un nombre de ese estilo), tienen una relación tóxica y abusiva: lo usual, se pelean, él la maltrata un poco físicamente, arreglan todo con "maravilloso" sexo.
¿Por qué alguien pensó que este libro era una buena idea?
Quizás sea algo ahistórico calificar la relación como tóxica y todo eso, pues está situada en una época donde esa era la norma. Sin embargo, como feminista en proceso del siglo XXI que fue educada para ser una lectora crítica, no puedo ni quiero ignorar una situación problemática, aceptarla y naturalizarla, para disfrutar de una historia que más allá de eso podría ser interesante.
Porque la historia de fondo, más allá de la relación abusiva, es copada. Dos personas que en teoría se aman ayudándose a superar traumas e imposiciones sociales es algo bonito, hasta que metes violencia innecesaria en el medio.
El espíritu de la Navidad es fuerte, eso se lo tengo que conceder a esta breve y decepcionante historia de una autora que mayormente adoro.

Lisa Kleypas no defrauda ni con las novelas cortas. En Rendición, la autora norteamericana nos cuenta la curiosa historia de un joven matrimonio que, por culpa de una serie de malentendidos, no sabe cuáles son los sentimientos que uno siente por el otro.
A pesar de que el protagonista ha hecho fortuna, Jason no es del todo aceptado por las familias más importantes de Boston debido a su ascendencia irlandesa. Por el contrario, su esposa —Laura— proviene de esa clase privilegiada y ha sido educada de un modo tan inocente, que no sabe cómo relacionarse con su marido.
De nuevo, Kleypas critica los prejuicios de la sociedad decimonónica, centrándose en este caso en las discriminaciones que se veían obligados a soportar los inmigrantes irlandeses, y sus hijos, por el mero hecho de provenir de ese país y haber tenido que huir de allí debido a la hambruna que en él se produjo por la —lamentablemente famosa— crisis de la patata.