La evolución de Calpurnia Tate

Una pena que un libro que promete tanto, y tanta evolución, no cuente prácticamente nada sobre ello. Parece más un libro de consulta de la invención del teléfono, de como destilar o de las diferentes clases sociales a principios del s.XX. Y el tema de la mujer y su "lucha" por la inclusión en la sociedad parece de risa. Lo mejor de toda la historia son las ganas de Calpurnia por ser "alguien" y la bonita, y algo extraña, relación con su abuelo.

Calpurnia Virginia Tate tiene 11 años y seis hermanos varones, y no tiene ningún interés por las tareas domésticas que su madre intenta enseñarle. Ella prefiere leer y estudiar la naturaleza a coser o cocinar, tareas para las que además está muy poco dotada. Es inteligente y su curiosidad no tiene límites, pero su historia se desarrolla en 1899, así que las probabilidades de que una chica tejana de buena familia pueda dedicarse a algo que no sea casarse bien y llevar su casa son más bien escasas. En realidad es algo que ella ni se había planteado hasta que ese verano se atreve a acudir a su abuelo con una pregunta: ¿por qué los saltamontes amarillos son más grandes que los verdes? Su abuelo no le da una respuesta, sino que la desafía a que lo averigüe por sí misma, y así es como Calpurnia descubre que es capaz de hacerlo.

Su abuelo es una figura formidable, un caballero distante para sus nietos, miembro de la National Geographic Society y una fuente inagotable de información científica para quien pudiera estar interesado en preguntar. Calpurnia pregunta y sigue preguntando da nueva respuesta despierta más preguntas, pero la más importante de todas es, ¿por qué su familia considera que ella vale menos que sus hermanos?

La madre de Calpurnia es un personaje trágico, una dama sureña que consigue superar sus días a base de tónicos (copazos elegantes), cuyos intentos de conectar con su única hija son un completo fracaso. Y es que su hija ve la vida que ella lleva como la peor de las monotonías.

“My mother's life was a never-ending round of maintenance. Not one single thing did she ever achieve but that it had to be done all over again, one day or one week or one season later. Oh, the monotony.”

Calpurnia no tiene aún claro lo que quiere hacer de su vida, pero sí que está segura de lo que no quiere, y aprender a coser y a cocinar no entra en sus planes. Pero por ahora lo único que puede hacer es robar la mayor cantidad de tiempo posible a sus obligaciones para dedicarlo a pasarlo junto a su abuelo.

Es una novela preciosa pero tan descorazonadora… Porque su protagonista no se enfrenta a una aventura o un simple obstáculo, sino a todo un mundo lleno de convenciones y prejuicios, y por más que ella se empeñe e incluso aunque consiga dedicar su vida a la Ciencia como ella pretende, cualquiera puede darse cuenta de la cantidad de problemas y obstáculos a los que se tendrá que enfrentar, simplemente por haber nacido niña. No quiero contar ningún spoiler, pero hay un momento ya llegando al final del libro en el que Calpurnia cree, por un instante, que sus padres la han comprendido, y su desilusión al darse cuenta de que no es así es tan grande que dan ganas de llorar.

Cualquiera que tenga una niña en su familia a la que le guste leer, que no dude en regalarse este libro. Acertará seguro.
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No es un libro de acción brutal ni grandes amores, ni de historias pasionales ni de misterios difíciles de resolver. Es un libro sobre una niña, Calpurnia -Callie Vee para los amigos-, que vive en 1899 en Texas. Tiene doce años y no va a tardar en descubrir que ella no es como las demás niñas, que no quiere seguir el sendero marcado por sus padres y la "buena sociedad", ella quiere seguir sus propias pasiones. Lógicamente para una mujer en esa época es algo bastante difícil, cercano a lo imposible.

Nuestra joven empieza a descubrir el mundo del naturalismo, por lo que fácilmente se olvida de los aburridos bordados, la cocina y demás tareas "femeninas" que se le dan fatal y además aborrece. El naturalismo le interesa como nada en este mundo, por lo que el lector va a maravillarse con cada descubrimiento de esta pequeña robacorazones -¡Devuélvemelo Callie Vee!-, su mente inocente y dulce va abriéndose a grandes conocimientos sobre animales, plantas y ciencia en general. Más de una vez nos deja con la boca abierta ante los razonamientos tan lógicos a los que es capaz de llegar.

Adoro a estos personajes, niños que con su dulzura y ternura se abren paso, que piensan las cosas de la manera más sencilla posible y que muchas veces llevan más razón que cualquier adulto, pero se encuentran tantas veces con la respuesta "porque es así" que acaban hartos y empiezan a investigar el mundo por sí mismos.

Callie Vee tiene otros seis hermanos a cual más adorable, dulce y estupendo. Una madre y un padre muy preocupados por que los hijos sigan la senda adecuada, pero que quieren a su familia. Y como personaje brillante como pocos tenemos al Abuelito, es quien acerca a Callie a todos esos conocimientos, quien le enseña mil cosas que no enseñan en el colegio de nuestra protagonista.

Es una historia donde los personajes y su desarrollo son lo más importante, pero también todo lo que la juvenil mente de Callie Vee va mostrándonos. Sus descubrimientos naturalistas, pero también como se choca contra la pared de las convenciones sociales, como le aterra tener que casarse porque es lo correcto. Callie es una luchadora, quiere ser ella misma y tener su propia vida. ¿Con la cercanía del nuevo siglo avanzarán también los tiempos? ¿Podrá una mujer decidir su destino?.
El libro es una lectura agradable, tierna que deja con ganas de saber más sobre la historia de Callie y de su familia. Además de dejarnos momentos inolvidables, como una preciosa Navidad rodeada de familia, la recolección del algodón, el primer coche...

Si queréis leer una historia entrañable, conocer a la adorable Calpurnia y saber si una mujer podrá romper esquemas leed "La evolución de Calpurnia Tate" no os decepcionará.
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En esta obra podemos ver la vida de una niña curiosa, absolutamente adelantada a su época, sus ganas de saber y descubrir chocan fuertemente contra los canones establecidos para las señoritas de su nivel. Tiene la dicha de tener un abuelito muy sabio pero un poco ermitaño y logra acercarse a él y aprender juntos y hasta describir cosas nuevas. Una linda historia con una clara pero respetuosa críticas a las creencias y convencionalismos de finales del siglo XIX

He caído absolutamente rendida ante los personajes de este libro, Calpurnia, su abuelo, sus padres (su madre en particular) y hermanos; empleados de la casa, fotógrafo, cartero, papagayo... TO-DOS.
Me ha recordado a Tom Sawyer, La casa de la pradera, Ana de las tejas verdes... Esas descripciones del entorno tan realistas y tan fabulosas me han hecho disfrutar enormemente.
Qué buen trabajo ha hecho la autora con esta preciosa historia; me he reído a carcajadas, me he enfadado, he sentido una ternura infinita, me ha inundado una indignación tremenda... Y todo eso ha sido en menos de trescientas páginas magistralmente escritas.
Nos encontramos a punto de entrar en el año 1900 y con una niña que no se conforma con lo que la sociedad espera de ella. Ella no quiere aprender a ser la perfecta ama de casa para poder ser algún día carne de matrimonio.. Ella aún no sabe lo que quiere, pero tiene claro que no quiere preparase para solo eso.
Esta es una historia feminista, pero feminista sin demagogia. Nos va mostrando una deprimente realidad social de la época mediante diálogos muy normalizados, muy creíbles.
No os voy a engañar, bajo el prisma de la niña y de unos toques de humor, nos enfrentamos a un libro agridulce.
Aunque esté catalogado como juvenil, no os de reparo abordarlo. Esta historia no tiene edad.
Y bueno, no hay que dejar de lado el mensaje del libro; la historia nos presenta la eterna confrontación entre creacionismo y evolucionismo. Interesante para empezar a dar a conocer a nuestros adolescentes mediante estas lecturas.
¿Recomendaría este libro? Sí, sin duda alguna. Lo recomiendo a viva voz. Y si podéis leerlo con vuestro hijos, aún mejor. Creo que es un libro adecuado a partir de unos doce años, por supuesto siempre teniendo en cuenta el nivel de madurez de los chavales.

Decir que este libro es una delicia es quedarme tan corta, no solo es que tiene una historia bellísima, narrada magistralmente con una prosa cuidada y con un ritmo impecable, es que tiene los personajes mas entrañables que me ha tocado conocer en un libro.

Calpurnia es una niña de 12 años que vive en el sur de Texas, en el año 1900, una época donde las mujeres solo son educadas para casarse, que el único interés que deberían tener es aprender a hacer punto, a cocinar, bordar y si tenían buena posición económica, aprender a tocar algún instrumento, pero Calpurnia a sus cortos 12 años y con toda su ingenuidad y con una curiosidad, si, propia de los niños, pero en ella va mas allá de eso, quiere saber, observa a los animales y en un cuaderno regalado por su hermano va tomando nota de todas sus observaciones.

Calpurnia, además tiene una ventaja, un abuelo con una vena científica y con una personalidad progresista para esa época, toma muy en serio esa curiosidad de Calpurnia, le regala el libro de las especies de Darwin y ahí comienza lo que ha sido para mí, uno de los mejores libros que he tenido la fortuna de leer.

Es ver a una niña cuestionarse todo, la vida, la muerte, la naturaleza, la sociedad, el lugar de las mujeres en esta sociedad, el racismo, la economía, pero por sobre todo, es ella, tan autentica, tan entrañable, tan adorable, tan enérgica, tan rebelde, conocer con ella la naturaleza, la ciencia, la evolución, adorar al abuelo tanto como lo adora ella, los hermanos que son unos personajes en sí mismos, la madre que es una mujer muy de su época.

Un libro maravilloso, precioso, que no solo recomiendo ampliamente, es que lo considero desde ya uno de mis grandes favoritos y de esos imprescindibles.
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