La vida, al final, es eso. Ver crecer las flores del jardín, ver crecer a los hijos, ver crecer aquello que se ama, ver cómo crece uno mismo. |
La vida, al final, es eso. Ver crecer las flores del jardín, ver crecer a los hijos, ver crecer aquello que se ama, ver cómo crece uno mismo. |
Estaba más decepcionado que enfadado. Una diferencia relevante. Los enfados pueden esfumarse y olvidarse con facilidad. La decepción, en cambio termina siendo pegajosa como un caramelo al sol en pleno verano.
|
Antes era así: si tu madre te decía que hicieses un recado, lo hacías y punto; si tu padre te pedía que te callases, no sé te ocurría volver a abrir la boca. Las normas eran claras, a prueba de tontos.
|
Todas las cosas que amamos nos hacen vulnerables, porque solo sentimos el miedo cuando tenemos algo que perder, es así de simple.
|
Dale a un hombre confianza en sí mismo y será irresistible.
|
No importa tu ideología, no importan tus estudios, no importan tus decisiones, la cuestión es: ¿Eres una buena persona? |
Me prometí que jamás tendría que preparar el terreno para decir lo que me apeteciese. No dejaría que un hombre tuviese el control de mi vida ni tampoco de mi dinero. No pediría permiso a nadie para coger lo que me correspondía: mi libertad.
|
Estamos programados para desear todo lo que no tenemos
|
Aquel acto de amor hacia mi propio cuerpo me alejaba de él.
|
H. L: ¿Piensas formar una familia pronto? Julie: Es curioso. A mi marido nunca le han hecho esta pregunta. H. L: Será porque no se ha entrevistado conmigo. Julie: O porque es un hombre. |
Manolito ...