El día que dejó de nevar en Alaska

Sé lo que es estar roto por dentro en pedacitos muy pequeños. Y sé lo que es pensar que nunca conseguirás unirlos y sentirte entero de nuevo.

No es justo que amar resulte tan doloroso

Él saca todo lo bueno, hace que me esfuerce y que desee superarme a mí misma.

Es injusto que te den a probar el caramelo más delicioso del mundo y que te lo quiten antes de que puedas hincarle el diente y saborearlo a gusto.

Eres la caricia del sol, la risa inesperada que se atasca en la garganta, eres lluvia suave, besos húmedos. Y más, más besos. Eres la pieza que faltaba en el puzle que llevaba toda la vida intentando terminar

Existen muchos tipos de tristeza: está la que va acompañada de dolor, la que se esconde tras la rabia, la que simplemente aparece un día y se queda y no sabes por qué ni cómo, y la tristeza por amor, que es muy extraña, porque estar deprimido por algo tan bonito es un sentimiento complejo y difícil de manejar.

Me gusta tocarlo. Me hace sentir viva; es como si provocase una
especie de vibración que zarandea cada célula dormida.

Su risa es como una lluvia veraniega, de esas que llegan en una tormenta inesperada y te empapan de arriba abajo. Deseo memorizarla, quedármela para siempre.

No quiero que seas mía; quiero que seas libre,
tuya, y que aun así decidas que quieres estar solo conmigo.

La culpa es como una sombra que solo tú puedes ver. Siempre está ahí. Puede ahogarte. Es envolvente y resulta imposible huir de ella.