La librería café de los gatos

Gatos y libros, creo que no le pido más a la vida.

De vez en cuando va bien una historia tranquila y agradable, sin dramas, para desconectar y simplemente estar de chill. Este sería ese tipo de libro cozy que te lees en una tarde si tienes tiempo. Además, es cortito, con una historia sencilla y muy simple. A mí me ha dejado el corazón calentito.

Me gustó mucho el personaje de Leonie, sobre todo al inicio cuando no sabe por dónde meter mano a la gata y sus cuidados. Cómo aprende desde cero a cuidar de ella, cometiendo errores, y queda muy bien reflejada la convivencia real con una gata a la que se saca de su rutina a la fuerza.

Se me hizo un poco lento aunque lo veo bastante lógico ya que estoy acostumbrada a libros con muchísimo drama y grandes giros argumentales cada dos capítulos. Para disfrutar de este libro hay que saber lo que te vas a encontrar y estar preparada, no se puede afrontar de la misma forma que se hace con un libro de fantasía o cualquier otro género.

No aparecen muchos personajes y se me hizo entretenido todos los líos que hay entre ellos, las relaciones que se forman y, por supuesto, cómo se entrelazan con el local de Maxie y los gatos.

Tengo que mencionar también que al final de este libro se nos da la oportunidad de recrear las recetas de la tía Paula que usa Maxie en su cafetería y que me muero por probar.

Si buscas un libro sobre gatos y libros y que no te coma mucho la cabeza, este es tu libro.

3,5/5

No conocía este tipo de libros catalogados como “feel-good” pero era lo que me apetecía leer ahora.

Una historia palomitera y sencilla, que te deja buen sabor de boca y te saca una sonrisa.

Y con gatitos 😻
Me ha encantado lo de las recetas 🤭

La librería café de los gatos. Charlie Jonas.


Ni es el mejor de los libros ni va a ganar premios prestigiosos de literatura seguramente. Pero a ml me ha gustado mucho, como la mayoría de estos libros feel good que suelo leer de vez en cuando. Gatos, libros, dulces y una pizca de amor romántico (libros pocos a pesar del título, pero ahí están). Justo lo que me pedía el cuerpo y justo es lo que esta novela me ha dado.

Libros y gatos bienvenidos Una auténtica novela feel-good, encantadora y estimulante que atrapa desde la primera hasta la última página.Leonie, una joven profesora de instituto que ha decorado su piso de Colonia con gran dedicación, acepta a regañadientes cuidar de la gata de su vecina durante tres semanas. A Susann le gustaría volver a Isquia, tal vez por última vez, y Leonie no quiere impedir que cumpla su deseo, así que se queda con Mimi, aunque no tiene ni idea de cómo cuidarla. Los primeros días son un desastre.

Esta es una novela que tenía muchas ganas de leer pero que finalmente no ha sido todo lo que esperaba. Sí que ha sido agradable leerla pero no maravillosa.
Es una novela feel good en la que no hay misterio alguno, un poco de malestar en algún momento pero nada más, es sencilla, libre de pretensiones y ligera. Es como estar en tu casa. Sientes hogar.
Me encantan los gatos y creo que eso es lo que me llamaba tanto de la novela. Un café con gatos 🤩. Un lugar ideal que regentar.
Curiosamente la que se supone la protagonista es la que menos me interesaba. Creo que el hecho de que deje a Mimi con Maxie y que no haya afinidad con ella me echa un poco para atrás sobre su persona. Que me alegro de que todo le vaya bien y me gusta saber de ella pero no es un personaje que me cree necesidad de continuar con la historia como en cambio sí lo hacen Maxie y la señora, Susann.
No he sentido ese enganche y esa necesidad de continuar pero sí que lo he hecho por querer saber qué ocurría finalmente con ellas.
El final es totalmente el que esperaba pero me ha encantado haber acertado. No podría haber deseado mejor final para ellas.

Ha sido una historia cuqui, los protagonistas que realmente no son ni protagonistas que se han comido el escenario han sido los gatos y el establecimiento con la cafetería-librería, hasta los pastelitos tan deliciosos que se describen se ganan un alto punto en el baremo de ese libro. El resto ha ido de más a menos.

Susanne es una anciana viuda que vive con su gata Mimi, varias visitas al médico y sus constantes dolores de cadera le hacen ver que quizás no le quede tanto tiempo de una vida plena con la que poder atreverse, así que decide hacer un viaje a una ciudad costera de Italia que solía visitar con su marido. El problema es qué hacer con su gata, hasta que se le ocurre dejarla a cuidado de su encantadora vecina Leonide la cual, un poco sorprendida con la propuesta, accede en hacerle un favor, total, solo serán un par de semanas... Hasta que Mimi parece emperrada en hacerles la vida imposible a ambas en su minúsculo apartamento y la señora Susanne vuelve a sentir unas chispas enamoradas que la llevan a prorrogar su estancia una y dos y... varias veces más. Es de esta manera como también entra en juego Max, la mejor amiga de Leonide, amante de los gatos y dueña de una cafetería-librería que, tras traspasar a la gata, procede a convertirse en el hogar de ésta y sus gatitos a gusto de los clientes enamorados de ver a los mininos corretear por entre sus piernas.

Es la clase de novela feel-good, no tiene otro propósito salvo pasar un rato entretenido, dibujar sonrisas de ternura y añadir algunas pinceladas de tensión de fondo para que el hilo de la trama tenga un poco más de vida. Pero que sea este tipo de libro no significa que tenga que caer en los tópicos y las situaciones predecibles, además de un final edulcorado donde todo pasa porque es como tiene que encajar en la vida de los personajes.

Leonide ha sido mi favorita, aunque con los capítulos comienza a perder relevancia y se lo come su arisca amiga Max. No me importan los personajes bruscos y directos, pero su personalidad roza el desagrado en algunas ocasiones.

Tampoco me han gustado los pequeños detalles en los que se muestra a otras mujeres, las que no son protagonistas, como las "malas malísimas" que actúan de maneras inverosímiles porque solo sienten celos y envidia. Es triste tener esa perspectiva, especialmente al haber advertido que este libro apenas se publicó hace un par de años, los valores y las ideas (por suerte) han ido evolucionando y aquí ha sido molesto.

De todas formas, me quedo con la camada de gatitos adorables y las (des)venturas de Leonide por el escaso tiempo que convivieron juntas.

Susann una mujer mayor, viuda desde hace unos años, decide viajar por última vez a Ischia, el destino de vacaciones favorito de su matrimonio. El inconveniente es que no sabe a quién dejar a su adorada gata Mimi. Entonces se le ocurre la idea de dejársela a una vecina, una joven profesora llamada Leonie.

Desde el principio, la convivencia entre Leonie y Mimi es un caos, ya que la gata no se adapta al piso pequeño al que la han llevado y hará varias trastadas que pondrán patas arriba la vida de Leonie . Entonces recurre a su amiga Maxie, una chica un tanto alocada, pero amante de las tartas que acaba de abrir su propio negocio.

Se trata de una novela feel-good, que al principio me costó engancharme, pero ha acabado siendo lo que promete. Un historia preciosa, con buenos sentimientos, situaciones cercanas y sencillas, pero con mensajes profundos. Conocemos perfectamente a las tres protagonistas, sus aventuras, vivencias y también historias de amor muy distintas. No puedo elegir a ninguna, porque las tres tienen cosas que me gustan, se complementan ideal a lo largo de la novela.

Está ambientada en Colonia, Alemania y en Ischia, una isla italiana. He podido disfrutar de las calles de ambos lugares, la parte turística de las vacaciones y la calidez de la ciudad alemana.

Trata temas muy variados, del día a día, con situaciones para partirse de risa, pero también llena de emociones. A los amantes de los gatos os va a enamorar, prefiero los perros, pero Mimi me ha encantado, es la principal protagonista .

Una historia ideal para leer en cualquier momento, pero acompañada de un rico postre, lo vais a necesitar. La edición es preciosa y además al final, tenemos un recetario de muchas delicias que se mencionan en la novela.

Susann es una viuda de 73 años que vive con su gata Mimi. Un día, decide volver de vacaciones a Ischia, donde pasó tan buenos momentos con su difunto marido. Confía Mimi a su vecina Leonie, una joven profesora de instituto que no tiene mucha idea de gatos. La convivencia se vuelve difícil, de tal manera que le pedirá ayuda a su amiga Maxie, que acaba de abrir una cafetería muy especial, y que ama a los gatos.

Este es un libro que denominaríamos “feelgood”. La trama es bastante sencilla, diría que previsible, pero por supuesto es lo que buscamos en este tipo de novelas: desconectar, sonreír, soñar…

A lo largo de la historia, seguimos las aventuras de las tres protagonistas femeninas: tres mujeres muy diferentes entre sí pero muy interesantes cada una a su manera. Encontramos bastantes puntos de humor, ternura, algún que otro quebradero de cabeza, y un final que nos hace felices.

No suelo leer muchos libros de este género pero cuando lo hago los disfruto mucho y siempre pienso que debería hacerlo más a menudo. Sin duda es una gran elección para momentos de bajón o de mucho estrés.
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Quería que me gustara, de verdad. Con ese título esperaba que lo hiciera. No niego que me sentí atraída por las palabras "librería" y "gatos" y que la ambientación la incluye, pero... me falló todo lo demás.

Una parte del problema creo que fue el formato, ya que la narración del audiolibro se me hacía muy pesada y chirriante, quizá leído me hubiera gustado más.

El caso es que no he podido conectar con ninguno de los personajes, especialmente Leonie me parecía insoportable. Y que todo pasara por casualidad para que el final fuera feliz para todos pues... también me falla.

Supongo que el género "feel good" no es para mí, a pesar de que de cuando en cuando no me moleste ver una peli de sobremesa. Porque este libro y su casi carente trama es como una de esas películas alemanas que ponen de vez en cuando.
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La librería café de los gatos: Libros y gatos bienvenidos de la escritora alemana Charlie Jonas ubica esta hermosa historia en su ciudad Colonia. Susan Siebenschon ha quedado viuda durante un viaje a Ischia, una paradisíaca isla italiana. A partir de este suceso, ella no había sentido deseos por volver a ese lugar; sin embargo, decide viajar, quizás por última vez y disfrutar de las bondades de ese destino. Susan comienza a planear su viaje y olvida un detalle muy importante, Mimí, su gata blanca. Susan tiene una conocida, Leonie quien es profesora de un instituto en la ciudad, tiene la personalidad ideal y paciente para tomar a su cuidado a la bella Mimí. Leonie acepta la propuesta de Susan sin pensar en las consecuencias y sin tener idea de cómo cuidar a un minino. Después de la partida de Susan a su destino vacacional, Leonie se da por vencida con las travesuras de Mimí, y consulta a su amiga Maxie quien ama a los felinos. La vida de Maxie gira en torno a su café La señorita Paula, nombrado así en honor a su tía, en el cual sus postres son recetas familiares deliciosas. Todo cambia al introducir un nuevo elemento a su café, Mimí quien está embarazada y da a luz a sus pequeños mininos, los cuales serán la principal atracción del café. En la segunda mitad ocurre un incidente en el cual entran nuevos personajes como Paul Felmy y su pequeña hija Emma, alumna muy peculiar de Leonie. El periodista Henri Brenner es solicitado a realizar una entrevista sobre La señorita Paula no sin antes haber tenido un encuentro inesperado con Maxie en un parque; tal encuentro no tendrá buenas consecuencias para lograr un diálogo positivo con la dueña de la señorita Paula. El regreso de Susan a Colonia definirá el resto de la historia. Leí La librería café de los gatos en Bookmate, al final trae un bonus para poner manos a la obra y disfrutar algo de la señorita Paula. Muy recomendable para quienes busquen una lectura de bienestar.

Hoy vengo os hablo brevemente de “La librería café de los gatos”, una novela feelgood muy ligerita de esas que no te van a sorprender con giros inesperados ni enrevesados misterios, pero que te dejan al final de su lectura la agradable sensación de haber pasado unas horas en una compañía muy agradable.

No es que sea yo muy gatuna (más bien nada), pero me ha gustado esta historia en la que una gata, Mimi, y las circunstancias de su dueña, Susan, acaban uniendo la vida de tres mujeres en muy diferentes etapas de su vida, de una forma de lo más encantadora.

Susan, viuda desde hace años, ha decidido viajar al lugar donde veraneaba con su marido, porque ya se encuentra algo mayor y cree que puede ser su última oportunidad para hacer algo así. El problema es Mimi, su gata, ¿quién se puede hacer cargo de ella durante las tres semanas que estará fuera? La solución, una encantadora vecina y profesora llamada Leonie, que no le dice que no, pero que tampoco tiene claro cómo será vivir con la gata. No tardará mucho Leonie en arrepentirse de haber aceptado esta gatuna responsabilidad, pero se le ocurre una solución, de la que Susan, no tiene por qué enterarse y en la que entra en juego su buena amiga Maxie, que está en proceso de abrir una librería/café y quien por cierto adora a los gatos y enseguida hace migas con Mimi.

A lo largo de narración, veremos cómo las vidas de las tres mujeres se van encarrilando hacia, lógicamente, un final feliz, que para eso es el tipo de novela que es, aunque también tendrán que ir tomando decisiones y esquivando decepciones como cualquier hijo de vecino, pero logrando que la historia resulte entretenida, ligeramente emotiva, de ágil lectura y que te dejará con una sensación agradable cuando la termines y eso, a veces, es más que suficiente.

Amor, amistad, un toque de humor, historias del día a día, convivencia entre humanos y animales…en fin, una lectura ideal para desconectar de lecturas más intensitas o directamente pesadas.
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