La desaparición de Stephanie Mailer

Iba a ser el centro de mi vida, el centro de mis pensamientos, el centro de mis atenciones, el centro de mis preocupaciones, el centro de mi amor absoluto. Y a ella le iba a pasar lo mismo conmigo. Yo iba a quererla y ella me iba a querer como pocas personas se han querido. En el cine, en el metro, en el teatro, en la biblioteca, en la mesa de los abuelos, mi sitio a su lado era el paraíso. Y las noches se convirtieron en nuestro reino.

Da igual de dónde vengas, la gente te juzgará por adónde vas.

No hay nada que me agrade más que la salida del sol, en cualquier estación, en el puerto deportivo. Ver cómo perfora el horizonte de tinta un puntito rosa fuerte, y luego naranja, y ver esa bola de fuego que se alza despacio por encima de las olas.

No hay nada que me agrade más que las calles tranquilas y en paz, envueltas en el calor de las noches de verano de cielo azul marino cuajado de estrellas.

Da igual de dónde vengas, la gente te juzgará por adónde vas.

Cuando has matado una vez, puedes matar dos veces. Y cuando has matado dos veces, puedes matar a toda la humanidad. Ya no hay límites.

Da igual de dónde vengas, la gente te juzgará por adónde vas.

Sin cita.

Un amigo es alguien a quien conoces bien y a quien, a pesar de eso, sigues queriendo.

Si Dios nos había dado un par de cojones, era precisamente porque no teníamos huevos.