No todo el mundo

No todo el mundo es capaz de transmitir con las palabras como lo hace Marta, no todo el mundo es capaz de jugar con las voces narrativas cómo lo hace ella. No todo el mundo consigue remover sentimientos de esa manera, pasando de la emoción a la risa en un segundo. Ya lo demostró en su primera maravillosa novela Los nombres propios y ahora lo ha vuelto a repetir. de distinta manera, porque no es lo mismo una novela que un libro de relatos. Pero en ellos podemos reconocer también a la voz de la autora con un sello inconfundible por su forma de escribir.

No siempre es fácil valorar un libro de relatos porque no todos nos llegan con la misma intensidad, no conseguimos conectar con todos de la misma manera, pero Marta tiene algo especial difícil de encontrar. En muy pocas páginas consigue despertar un interés por los personajes y por la historia que hacen que te metas en ella rápidamente y te deje huella. En las historias que nos cuenta siempre nos podemos sentir identificados, aunque esa experiencia no la hayamos vivido nunca, porque conectamos con los detalles, con los sentimientos, con los pensamientos y empatizamos, comprendemos. Nos sentimos como si eso lo hubiésemos experimentado también.

En esos relatos nos habla de las relaciones de pareja en el amor y el desamor, en los inicios y en los finales, pero no las romantiza sino que es muy realista. Nos cuenta situaciones cotidianas, actuales, situaciones universales. Historias sobre el amor y sus sombras, el amor a distintas edades, entre diferentes clases sociales, inicios que huelen a final, dificultades y autoengaño, ternura y deseo, falta de compromiso, distintos niveles de implicación, inseguridades y miedo. Todos tan reales, todos tan de verdad, que puede que no lo hayamos vivido, puede que no lo hayamos sentido, pero sabemos que podría llegar, que podría suceder.

Tenemos que dejarlo, Filmín, El rastro o Un novio que tuve, están entre mis relatos favoritos pero, aunque unos más que otros, ninguno me ha dejado indiferente, todos tienen algo de especial, algo único. Una técnica literaria, la de Marta, que transmite cercanía. Una forma de escribir que demuestra mucha maestría.

Una autora de la que voy a seguir leyendo todo lo que vaya a seguir escribiendo. Totalmente recomendable.

No todo el mundo es un libro de relatos que giran en torno a un mismo tema: las relaciones amorosas. Son historias que abarcan diferentes momentos vitales, diferentes etapas de una relación, diferentes situaciones y que tienen ese denominador común. Sin embargo, Marta consigue abordar en sus relatos un tema aparentemente ligero como son las relaciones románticas de una forma profunda y de calado. Porque el amor, eso que a veces se tiende a dramatizar, idealizar, banalizar y a estereotipar tiene muchas aristas, muchas formas, y no todas son sanas.

Algunos relatos pueden gustarte más que otros, pero es imposible no conectar con la mayoría, porque ante todo la autora hace un retrato generacional de las relaciones afectivas actuales.

No soy muy aficionada a los libros de relatos, y sin embargo este ha conseguido atraparme por completo. Cada relato tiene una extensión y un cierre perfecto.

Deseando leer lo siguiente que saque la autora.

Me suele pasar que no termino de encajar con los libros premiados y/o muy leídos y disfrutados en esta red social: cuando los leo o no me parecen para tanto o directamente no me gustan mucho. Es por ello que muchas veces voy con pies de plomo ante "modas" y demás, pero en este caso me tengo que callar la boca, bien callada, y me alegro de haberme dejado llevar por este conjunto de relatos, eso sí, una vez pasado el boom.

En No todo el mundo, de @martajserrano, me he encontrado cómodo, asombrado ante la manera de contar las cosas que tiene. Cómodo como viendo un capítulo de Cites, First Dates o una canción de la Malú de hace años (sorry por las referencias 😂).

Aquí todo va de relaciones personales centradas sobre todo en esa parte sentimental, en diferentes etapas de la vida y desde puntos muy diferentes. Pero si por algo en especial me ha gustado es por el estilo de la autora, ya que en cada relato se aprecian diferencias, pero todos ellos conforman un todo muy especial.

No he leído su anterior novela, que también ha sido muy alabada, pero con esta recopilación de pequeñas grandes historias he quedado encantado. Muy recomendado.

Durante años el cine, las canciones, la publicidad, las novelas románticas nos bombardearon con la idea de que el amor debía ser perfecto. En el amor tenía que haber pasión, pero también tranquilidad; tenía que haber aventura y también estabilidad; tenía que ser sexual, pero no debíamos caer en la lascibia. Por suerte, hoy el mito de ese amor perfecto está en crisis y hemos aprendido que no todas las relaciones se viven y se sienten de la misma forma y que el amor no tiene que ser idílico. Precisamente en eso es en lo que se centran los catorce relatos de "No todo el mundo".
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Las historias de Marta Jiménez Serrano nos hablan de amor, desamor, encuentros esporádicos, segundas oportunidades y lo hace con un tono realista y actual. En este libro hay primera miradas, encuentros apasionados e ilusiones. También hay desengaño, miedo, incertidumbre e inseguridades. Hay vida y mucha verdad y por eso es fácil verse reflejada en una historia o en pedacitos de varias de ellas.
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Me han gustado mucho todos los relatos, pero si tuviera que quedarme con uno sería con "Filmin" por eso de que estamos poco acostumbradas a leer historias sobre relaciones pasados los 60. Es un relato súper tierno y le guardo especial aprecio.
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Ha sido mi primer acercamiento a la autora y qué gozada. Marta Jiménez Serrano escribe increíble y ya estoy deseando leer su novela "Los nombres propios", de la que también he leído opiniones buenísimas.

Marta Jiménez Serrano se ha convertido en una de mis escritoras favoritas. Pensé que nada superaría Los nombres propios, una novela que ha pasado a estar en el ranking de mis libros favoritos. Pero su libro de relatos, No todo el mundo, está a la misma altura.

Compuesto de catorce relatos, resulta bastante fácil adentrarse en estas pequeñas historias rodeadas de cotidianidad, amor y desengaño. Marta nos describe el amor en todas sus facetas y para todo tipo de edades y personalidades. No se conforma con dar una sola visión de las relaciones, siempre nos ofrece perspectivas distintas a través de las cuales nos vemos reflejados, sacando a florecer nuestros sentimientos más puros.

Si su novela me pareció redonda, en estos relatos destaco la dificultad de abarcar tanto en pocas páginas y, aun así, bordarlos todos. Su prosa consigue atraparte y perder la noción del tiempo. Para mí este libro ha supuesto una especie de estudio de nuestra forma más humana de sentirnos dentro de distintas relaciones. Cómo vivimos y funciona nuestra mente cuando estás enamorado, cuando te obsesiona algo, cuando tienes miedo a dar el paso, cuando ya has perdido las ganas y la pasión, cuando te derrumbas, etc. Porque al final, ¿qué es la vida sin amor?

Siempre los libros que más me gustan son los que más me cuesta reseñar, ya sea porque me dejan sin palabras o porque no consigo transmitir todo aquello que me gustaría. Y ese es el efecto que tiene en mí esta autora. Así que, sin más dilación, solo me queda recomendaros su lectura.

"No todo el mundo" es el segundo libro de Marta Jiménez Serrano.
En esta ocasión, se trata de un conjunto de relatos que más bien parecen una novela, ya que son todos de la misma temática: las relaciones de pareja actuales en una gran ciudad. El amor millennial.

Yo no soy mucho de leer relatos pero éste libro me encantó. Me deja perpleja la capacidad de la autora para reconocer y contarnos el amor en estos tiempos que nos ha tocado vivir.

Seguiré leyendo a Marta segurísimo.

¿Cómo nos han hablado del amor en la literatura? ¿Cómo nos han presentado las relaciones románticas a lo largo del tiempo? ¿Y qué hay del desamor?

En estos 14 relatos Marta se desmarca por completo de su novela "Los nombres propios" (que me encantó) para ofrecernos algo muy distinto. Historias que giran en torno al amor, a las relaciones de pareja, a esos roles y dinámicas que aparecen, se forman, se desarrollan, al crear un vínculo entre dos personas. Aquí hay un poco de todo, diferentes situaciones, con variables que influyen de distintas maneras, inseguridades, decisiones que derivan en consecuencias, edades y clases sociales desiguales, pesos y mochilas que cargamos de vidas anteriores, desencuentros, ilusiones, aprendizajes, desengaños... y es que al final, cada relación, como cada persona, es única.

Marta clava cada relato. Se enfoca en lo que quiere contar, desde dónde, lo tiene claro, apunta y te tiene dentro. Da igual que la historia tenga pocas páginas, es capaz de meterte en ella desde el principio, de que empatices con los personajes, de que te sientas parte. Los relatos son muy diferentes entre sí, además de por la situaciones que presentan, sobretodo por la voz narrativa, que se adapta, toma distintas formas, algunas muy particulares y originales. Creo que están muy cuidados y trabajados, perfectamente planteados y cerrados, pero a la vez, mientras los lees transmiten una sensación de frescura y naturalidad. No puedes evitar sentirte identificado con algunos o recordar a alguien a quien le ha pasado algo parecido. No hay idealizaciones ni imposturas, hay historias sencillas y reales, a veces con un punto irónico y, algo que me encanta, dando al lector la oportunidad de ser parte, de no dar todo por sentado, de plantear reflexiones y de poner un espejo delante. Cada uno puede leerlos desde un punto y a través de su propia experiencia.

Podría hablar mucho más de este libro, hay tanto para meditar y comentar... A mí me ha gustado mucho porque tratando un tema tan manido ha sido capaz de darle una vuelta y hacer que sea original y distinto. Y creo que eso es parte de la magia de contar que tiene Marta.

Colección de relatos entorno a las relaciones de pareja. Me ha gustado alguno más que otro. Se leen rápido. Están muy bien escritos. No conocía a la autora. Para seguirle la pista. Buen inicio para adentrarse en el mundo de los relatos. Para recomendar.

Decía Carmen Martín Gaite que la esencia del amor es “fuente de movimiento”, que la naturaleza del amor nunca puede ser estática y que —esto ya lo digo yo— no podemos pretender que las cosas sigan igual que esa noche de fiesta en la que cruzaste miradas con un chico que más tarde se convertiría en tu novio y con quien compartirías casa, hipoteca y seguro del hogar. “No todo el mundo” parece comprender que aceptar el amor es aceptar el cambio, pero quien sí se da cuenta de ello es Marta Jiménez Serrano.
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«Hay parejas que se apuntan a salsa. Hay parejas que se enganchan a Netflix. Hay parejas que procrean. Hay parejas que se acaban».
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Ambas autoras llegan, con distintas palabras, a la conclusión de que el amor es movimiento y, junto al movimiento, es necesaria la conversación. En una pareja —y en cualquier ámbito de la vida, en realidad— no es lo mismo hablar desde el amor que hablar sobre el amor. Lo segundo caduca, se estanca; lo primero fluye y es imparable. Lo segundo es más fácil. Todavía nadie ha descubierto realmente de qué va lo primero. Sin embargo, dentro del reto que supone hablar desde el amor, y, más especialmente, hablar sobre el amor desde el amor, Marta Jiménez Serrano consigue acercarse en estos relatos a ese espejismo que muchas veces parece inalcanzable. Estas breves historias, entre las que mis favoritas se encuentran ‘Tenemos que dejarlo', ‘Filmín', ‘Colega' y ‘El rastro', nos enfrentan a algunas de las incógnitas que todavía vivimos en torno al amor (de pareja heterosexual) en nuestros días.
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Dice la autora en uno de los relatos que el “el miedo al amor es como el miedo a los gatos” y creo que ahí está la clave de todo. Siempre que digo que tengo un gato a personas que nunca han tenido un gato las miradas son de desconfianza y los comentarios están llenos de recelo: “No me fío de ellos”, “son demasiado independientes”, “son muy suyos”… Las creencias sobre los gatos, al igual que las creencias sobre el amor, están llenas de estereotipos.
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Lo cierto es que ningún gato es igual a otro, del mismo modo que tampoco lo es ninguna persona ni ningún amor, pero tener miedo a ellos —a gatos y al amor —es perderse una de las experiencias más bonitas que cualquier persona puede vivir en la vida. Y lo cierto es que sí, los gatos son imprevisibles, porque en la naturaleza de los gatos también está el movimiento, pero también son maravillosos. Inexplicables, pero maravillosos. Simplemente hay que estar dispuesto a entender que en lo respecta a los gatos —y al amor— no siempre vas a tener todas las respuestas. Pero siempre merecerá la pena leer a Marta Jiménez Serrano por si te puede dar alguna pista.

Siempre haciéndonos pensar que el amor es un cuento de hadas. Y, sin embargo, en el día a día de cuento tiene poco. Que no quiere decir que siempre tengan desenlaces estrepitosos, pero somos seres complejos y ya sabemos lo que pasa…

Tantas personas hay en el mundo como maneras de expresar el amor contemporáneo, también maneras de comenzar una historia y de acabarla. O de dar segundas oportunidades. Expresarlo con algún gesto en la rutina del día a día, acompañando o cuidando. Estos relatos son un amplio abanico de situaciones así. Una visión a gran escala de las relaciones de pareja en diversos contextos.

Este libro es en sí todas las aristas y los recovecos que le podemos encontrar a las relaciones humanas. La manera de relacionarnos, de tratarnos y de comunicarnos; todas las situaciones que se dan dentro de una pareja y de nuestra responsabilidad en los vínculos que nos surgen casi como tentáculos.

Todo esto bajo la potente pluma de Marta. Magnífica narradora con su estilo particular. No sé si he sido la única, pero en algunos relatos, sobre todo en el último (La ciudad moderna), he sentido esa pequeña conexión con su gran libro “Los nombres propios”. Sobre todo en ese desenlace cuando se van desvelando los nombres de los protagonistas. Quizá era algo así como un pequeño guiño. Bueno, quién sabe…

Por cierto, mis favoritos: Filmín, El rastro, Un novio que tuve y Hallelujah.