Machirulo

Aunque se trata de una novela más o menos corta de unas doscientas páginas, su lectura ha sido exigente en todo momento por lo que puede durar un poco más de lo que podrías prever en un principio. No obstante, su trama engancha tanto que esto no es un obstáculo para leerla en un par de tardes.

La dificultad que entraña esta novela es que está llena de expresiones con doble sentido y metáforas, que hacen que pares continuamente su lectura incluso releas ciertos párrafos. Además, no queda muy claro si el protagonista está en su sano juicio o incluso bajo los efectos de un dopante que uno de sus amigos científicos ha hecho hace poco. Por ello, la historia se convierte en una vorágine que te atrapa y de la que no sabes muy bien cómo vas a salir. Porque salir, sales, ¡pero de qué manera! de hecho al terminar su lectura me he sentido confundida y desorientada y he tenido que releer algunas partes para poder poner un poco de sentido a todo.

Al parecer, Alfred Jarry influyó en varias corrientes literarias y artísticas el siglo XX. de hecho, creó una institución en la que se promulgó la ciencia de las soluciones imaginarias, cuyo ejemplo claro creo que es este libro Machirulo, ya que en muchas ocasiones aparecen situaciones y personajes absurdos.

Su crítica hacia el machismo está clara, ya que ridiculiza el papel del machirulo, del hombre blanco que se cree por encima de la mujer y de hombres de otras razas (esto último lo he vislumbrado entre líneas), del que se cree que su virilidad depende de su órgano reproductor y de lo desarrollados que estén sus músculos.

Además, se puede ver otra crítica menos palpable pero igualmente acertada de las máquinas y la tecnología, que van sustituyendo a las personas y teniendo más importancia que estas mismas.

Al final, necesitas pensar mucho en esta novela para poder sacarle todo el sentido posible. Esta me parece una gran manera de contar con el lector para que participe en la lectura más allá de decodificar las palabras escritas. Por ello, es una lectura realmente exigente, que te pide mucho para poder entenderla en toda su amplitud y por fin sentir que todas las piezas encajan. Aún así, tengo la sensación de que no lo he terminado de leer, que aún me queda reflexionar un poco más sobre este libro tan extraño, y por ello, original.

Esta es una reseña a medias porque he abandonado su lectura quedando algo menos de la mitad del libro. No es para mi sin ningún tipo de duda...
Le tenía muuuuchas ganas pero de verdad que pasaba las páginas, releía frases y no entendía nada.
Llegué a mirar todas las reseñas de él aquí, en Goodreads, Babelio y Amazon porque no daba crédito a tantas páginas surrealistas. Es absurdo, sí. Y si miráis reseñas es algo que refleja mucha gente junto con hilarante, y para algunos esto es una genialidad y para otros un sinsentido. Soy de los segundos 🙋

Eres oyente de conversaciones de hombres sobre sexo, lees sobre una competición de bicicletas contra una locomotora, sobre sustituir el agua por alcohol... Solo a grandes rasgos del medio libro que he leído.
Está lleno de metáforas que algunas puedes intuir 😒 a base de releerlas y otras te quedas un poco igual.
Quizás se entienda más y se pille el sentido en el resto de páginas, no sé, pero para mi era un suplicio tener que cogerlo para leer, así que hasta aquí llegó.

Si le dais una oportunidad a lo mejor vosotros leéis entre líneas mejor que yo y lo disfrutáis. En ese caso os pido por favor que me lo contéis, ya por curiosidad.

La verdad es que este Machirulo, tengo que ser honesto, no me ha entusiasmado. Quizás no le he cogido demasiado la idea o el humor, aunque tiene una ironía que por momentos sí que me ha gustado, o quizás le he visto poco empaque como historia y no he entrado demasiado en la lectura.

Como ya digo, no le he visto demasiada gracia a la historia. El libro comienza presentando a una serie de personajes, especialmente a Marcueil, el Machirulo. A continuación viene una parte bastante extraña, muy absurda y supongo que bastante metafórico, en el que se narra una carrera de larga distancia entre un tren y una serie de individuos dopados con un brebaje inventado por uno de los personajes introducidos en la primera parte.

La última parte, la que más me ha gustado con diferencia, narra el encuentro amoroso/sexual entre Marcueil, el Machirulo, y una mujer con el objetivo de batir un récord de orgasmos. Dicho así parece absurdo, pero se introducen bastante pensamientos y reflexiones sobre el amor, las relaciones e incluso la soledad y tiene, por tanto, más profundidad y, en mi opinión, interés.

Sí que me parece reseñable el hecho de que un libro que fue escrito en 1902 se lea de manera ágil y parezca, sobre todo en cuanto a su humor y sus reflexiones, bastante actual.