Escritoras

Escribo este texto con aún las emociones a flor de piel tras la lectura de ‘Escritoras', un libro tan necesario, como relevante e importante. Un libro donde su autora, Carmen G. de la Cueva se abre en canal para compartir un momento muy duro y encuentra en mujeres, en autoras de España del siglo XX, un espejo en el que mirarse. En ese reflejo se ve ella, pero también consigue que te veas tu de la mano de unas mujeres que no olvidarás, esa conexión es este libro, pero también es mucho más.
 
Una suerte de biografías de momentos estelares de mujeres de gran importancia en la historia cultural de España de los últimos tiempos y el rescate del olvido de una red de amistades femeninas; es también un gran trabajo de documentación y una valiosísima puesta en valor de unas mujeres que fueron borradas y condenadas injustamente al olvido.
 
Reconozco que he hecho una lectura 100% emocional, he sentido ganas enormes de abrazar a la autora, empatía y cariño, alguna risa… pero también, diré, mucha frustración al poner delante de mis ojos la evidencia de que en gran parte se nos enseña historia, arte, literatura… bajo la premisa tacita de la ‘no existencia' de las mujeres. ¿Cómo no enfadarme al darme cuenta que ni me sonaban nombres de las mujeres que deberían haber sido nuestras referentes, ante esta omisión, este borrado deliberado? Este libro tiene la capacidad de despertar conciencias (la mía desde luego). Durante la lectura me cogió por los hombros y me sacudió, gritándome: “Laura, ¿por qué no conoces a estas mujeres? ¿Cómo es posible? Tienes que hacer algo”. Y os aseguro que lo haré, ahora es el momento de leerlas a ellas y reivindicarlas (mi tarjeta de crédito es testigo de que ya algunos de sus libros han dejado las librerías para venir a casa).  
 
Una lectura donde se abren melones importantes, quizá no nuevos, pero de los que hay que seguir hablando, como la posibilidad (o imposibilidad) de una mujer de seguir escribiendo (o creando, o manteniendo una vida propia) tras la maternidad. La literatura abre una ventana a esa maternidad real, no idealizada, a las renuncias que supone. Algunas de las autoras que aparecen en este libro no pudieron elegir, estaban solas, sin referentes… han pasado décadas y algunas cosas han cambiado, pero otras, tristemente, se mantienen. Viendo el devenir de las vidas de estas autoras, dan ganas de llorar, por su sufrimiento, luchas frustradas, por los libros que no llegaron a escribir, pero, de alguna forma, las Carmen y Ana consiguen que haya un componente esperanzador e inspirador. En gran parte porque este libro es una oda a la amistad y la sororidad, a las alianzas entre mujeres. Las amigas como salvavidas, apoyo firme, el espejo que te mira más bonito de lo que tus haces.
 
En fin… ¿cómo no voy a recomendar altavoz en mano este libro? Un libro que te atrapa, lleno de sensibilidad y cercanía, sin perder rigor, bellísimamente ilustrado, que consigue grabar a fue en la memoria nombres de mujeres y darnos ganas de seguir conociéndolas a través de biografías y trabajos de investigación, leerlas a ellas, reivindicarlas, de hablar de ellas, de luchar para que sus libros vuelvan a las estanterías y a los programas educativos.
 
Gracias, Carmen y Ana, por devolvernos a Carmen Baroja, a María Lejárraga, Concepción Arenal, Carmen de Burgos, Maria de Maéztu, Carmen Zulueta, y muchas más, Por recordarnos la importancia detrás de los nombres si conocemos: Emilia Pardo Bazán, Carmen Martín Gaite, Carmen Laforet, Elena Fortún…
 
Imposible hablar de ‘Escritoras' sin dedicar un espacio importante a las preciosas y acertadísimas ilustraciones de Ana Jarén, llenas de color y detalles. Obras llenas de imágenes simbólicas que se repiten como los pájaros, las mariposas, las flores y el hilo. Texto e imagen son una simbiosis perfecta, se complementan, aportan él uno al otro.
 
Un libro que estoy segura que servirá de motivación para esforzarnos en sacar del olvido a estas autoras y a tantas otras mujeres.
 
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"Escritoras" es un ensayo ilustrado que habla sobre literatura y amistad, sobre todo habla de personas como Emilia Pardo Bazán, Carmen Baroja, María Lejárraga, María de Maeztu, Elena Fortún, Carmen Laforet y Carmen Marín Gaite entre otras mujeres de la época.
"Escritoras" está escrito por Carmen G. de la Cueva, quien ha dirigido su carrera de escritora y editora a la literatura feminista. Las ilustraciones van a cargo de Ana Jarén, quien ha trabajado para medios de comunicación como The Washington Post, Vogue o Marie Claire.

En primer lugar, me gustaría resaltar la preciosa edición por parte de Lumen, en tapa dura y con una textura tipo saco que le da bastante valor al ejemplar.

La autora del texto, Carmen G. de la Cueva comienza el libro desnudando su alma, contando lo mucho que le costó comenzar a escribir "Escritoras" y no porque tuviese la mente en blanco ni cosas similares, sino por su condición como madre de un hijo de tres años. Cuenta lo agotada que quedaba después de un día y su consiguiente noche a cargo de un niño pequeño que la absorbía por completo, esto junto a su trabajo y las labores del hogar hacían que Carmen acabase destrozada tanto física como anímicamente como para además reservar tiempo para la escritura. Su circunstancia, aunque poco comparable, es algo parecida a la que vivieron escritoras de los años treinta del pasado siglo, cuando solo por el hecho de ser mujer debían dedicar su vida por completo a las labores del hogar y al cuidado del marido si lo hubiera.

Carmen G. de la Cueva va entrelazando en este ensayo las vidas de mujeres que se dedicaron al mundo de la literatura en la primera mitad del siglo XX, contando cómo vivieron tanto en su ámbito familiar, como en el terreno literario, las piedras que encontraron en el camino y los prejuicios que tuvieron que sufrir en una época tan cerrada de mente en la que la mujer solo podía dedicarse a cuidado del hogar y de los hijos. Pocas eran las afortunadas que lograron asistir a universidades, y las que acudían eran mujeres de familias con recursos, las de la clase más obrera no tenían casi ni para asistir a la educación básica. La autora hace referencia en varias ocasiones al "ángel del hogar" refiriéndose así a la figura femenina la cual debía ser una buena hija, esposa, de apariencia feliz con sus labores y obediente al marido o al padre. En diversas ocasiones habla de forma retórica de "matar a ese ángel" liberando a la mujer de esas ataduras.

Hay datos en "Escritoras" que me llaman mucho la atención, cosas que hoy en pleno siglo XXI serían inconcebibles, tales como cuando las primeras chicas tenían ya el derecho de estudiar una carrera universitaria, la discriminación por parte de los hombres hacía que en algunos casos no las dejasen asistir a las clases por no perturbar a los estudiantes masculinos. O la falta de derechos que tenían las mujeres, dependiendo siempre del padre o marido, no pudiendo viajar sin su consentimiento, o comprar un inmueble, por ejemplo. Son cosas que me parecen indignantes e increíbles.

"Escritoras" es un homenaje a todas esas mujeres que comenzaron a construir el camino para las siguientes generaciones de mujeres. Las mujeres de hoy en día les debemos mucho y en muchos ámbitos de la vida, no solo en el terreno de la literatura, llegando más allá hasta los derechos básicos de la mujer. Por lo tanto, la autora ha escrito un precioso ensayo feminista para que las mujeres del siglo XXI conozcan un poquito mejor de la vida de aquellas que nos allanaron el camino para ser lo que somos hoy en día, mujeres libres.

Veremos la amistad que unió a varias de estas escritoras, conoceremos un poquito de cómo se fundó la Residencia de Señoritas en Madrid o cómo se formaron los clubes femeninos en donde las mujeres podían expresarse libremente, reunirse y charlar. Así pues, la autora va relatando la vida de Emilia Pardo Bazán, Carmen Baroja, María Lejárraga, María de Maeztu, Victoria Kent, Elena Fortún, Marisol Dorao, Carmen Laforet o Carmen Martín Gaite, incluso hace alguna que otra alusión a Virgina Woolf.

El texto va deliciosamente acompañado de las ilustraciones de Ana Jarén, quien llena de preciosos dibujos las páginas. En ellos podremos identificar a las escritoras de las que habla la autora, adornando sus páginas con flores, cartas, labores de costura y otros muchos complementos que hacen la lectura de "Escritoras" doblemente disfrutable. Es un libro en el que es una gozada recrearse en los detalles de las ilustraciones.

Por último, podemos encontrar la extensa bibliografía en la que se ha apoyado Carmen G. de la Cueva para detallar las vidas de estas mujeres escritoras. Además, entre las páginas podemos ver diferentes fragmentos de cartas y textos que se escribieron entre algunas de ellas.

En resumen, "Escritoras" es un precioso ensayo ilustrado con el que disfrutar leyendo sobre las vidas de aquellas mujeres escritoras que una vez estuvieron censuradas y reprimidas por una sociedad machista, es un libro sobre aquellas que allanaron el camino a las mujeres de generaciones venideras y un canto a la igualdad y al feminismo.
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Existe un hilo invisible que vincula a las mujeres que respiraron, sintieron y escribieron a lo largo de los tiempos. Algunas con inseguridad, otras con miedo, siendo cuestionadas o denostadas. Este hilo se ha visto reforzado, una y otra vez, por la fortaleza de la unión. Por la amistad. Por el amor y la sororidad. A pesar de la brecha que supuso la Guerra Civil, del desgarro que produjo la dictadura y del olvido. El monstruo contra el que nunca se puede dejar de luchar.

Escritoras (Lumen, 2023), ilustrado de forma exquisita por Ana Jarén y escrito por Carmen G. de la Cueva, autora de Mamá, quiero ser feminista (2016) y Un paseo por la vida de Simone de Beauvoir (2018), aborda en sus páginas «la poética de la cotidianidad». Esas labores, en apariencia, intrascendentes que ocupaban a las mujeres que deseaban dedicarse a tiempo completo a la escritura. Además, repasa los hilos invisibles que vinculan a autoras como Carmen Martín Gaite, Elena Fortún, María Lejárraga, Carmen Baroja, Ana María Matute o Virginia Woolf.

En el prefacio, Carmen explica cómo su proceso de crianza y la separación de su pareja, con quien había compartido los últimos doce años de su vida, la impulsaron a encontrar un lugar propio. Un sitio en el que encuentra el apoyo y la comprensión de sus amigas, que la animaron a investigar y a escribir, mostrándole, una vez más, lo fundamental de la unión entre mujeres. Fruto de todo ello, un libro maravilloso. Un recorrido a través de la literatura y de la cultura de nuestro país. de su historia, con sus luces y sus sombras. Protagonizado, por fin, por sus protagonistas femeninas.
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Escritoras. Mujeres de las que poco o nada nos han hablado. Emilia Pardo Bazán, María de Maeztu, Clara Campoamor, María de la O Lejárraga, Carmen Baroja, Elena Fortún, Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite... de todas ellas trata este libro. Pero no como en una biografía o un estudio de sus obras. Esto va mucho más allá y nos ofrece una "historia de amistad y creación", un tapiz tejido cuidadosamente que las conecta a unas y otras y a nosotros con ellas.

"Hay un hilo que une la vida de las mujeres. Ese hilo es tan fino como el cabello de un recién nacido, parece frágil, capaz de rompiese si se tensa demasiado, pero es infinito en su longitud, crece y crece y crece con el tiempo y se estira con la pequeña lucha de cada día...".

Es de ese hilo del que va tirando la autora para acercarnos a estas escritoras y a los vínculos que las fueron uniendo entre ellas. Y así, por medio de cartas íntimas entre amigas y escritos personales, conocemos un poquito más de ellas, de cómo vivían, qué pasaba por su mente, las dificultades a las que se enfrentaban, sus sueños y decepciones, los ánimos y ayuda de unas a otras... Viajamos a Londres con Virginia Woolf, a París con Carmen Baroja, a Bélgica con María de la O Lejárraga, a las primeras universidades a las que pudieron asistir, de los pueblos a las calles de Madrid y la "Residencia de señoritas", un 'cuarto propio' compartido donde podían estudiar, formarse, crear...

Y el hilo sigue y sigue, se estira, se enrosca, gira, llevándonos de una a otra, entre curiosidades, fotografías, reflexiones, fragmentos de historia, escritura, maternidad, conquistas y pérdidas, formando una red subterránea que se nos muestra ahora a través de este fascinante escrito.

El trabajo de documentación que ha hecho Carmen G. de la Cueva es impresionante. Como ella misma dice, el hilo de muchas vidas e historias se rompió, pero las miguitas de pan estaban ahí. Así que siguió su rastro, buscó, investigó, recolectó, y creó esto que, junto a las increíbles ilustraciones de Ana Jarén, forman algo mágico. Aquí hay mucho. Es para leer, subrayar, releer, buscar otros libros y leerlos también. Es algo íntimo y universal a la vez. Es una pequeña joya.

👭🏻En esta novela, escrita y diseñada por mujeres, vamos a encontrar a más mujeres del mundo literario que no han sido suficientemente reconocidas. Mujeres que tuvieron que hacerse un espacio en el mundo cultural, académico, y literario. Mujeres que tuvieron que luchar para estudiar, para conseguir un espacio o un tiempo reducido para escribir; o luchar simplemente para viajar, divorciarse o tener un mínimo de libertad.
✍🏻Carmen Baroja, Elena Fortún, María Lejárraga, María de Maeztu, Victoria Kent, Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal son algunas escritoras de las que se habla en este libro. Siempre a la sombra de los hombres que les rodearon en su familia o en la sociedad literaria, y que les hicieron quedar en un segundo plano de la literatura. de ellas se habló muy poco y más rápido se les olvidó.
🚺Carmen G. de la Cueva explica momentos vitales de muchas de ellas y de momentos de sororidad que les ayudaban a seguir escribiendo. Nos descubre sitios como la Residencia de Señoritas o el Lyceum Club Femenino espacio de refugio y escritura para ellas. Se habla de que se les consideró “locas y peligrosas” por una sociedad misógina; de talento e intelecto y cambios sociales para favorecer la libertad a la mujer y de exilio y más represión al llegar el fascismo.
🎨Hay que hacer una mención especial para las ilustraciones de Ana Jaren que hacen el libro aún más especial. Son dibujos preciosos y muy significativos además de fieles a la realidad cuando las refleja a ELLAS.
Una pena haberlo leído en Biblio Digital porque creo que es una novela que merece leerse en físico.