Secretos de la luna llena 1. Alianzas

Los protagonistas de esta historia son varios, puesto que tenemos cuatro personajes principales que nos narrarán los acontecimientos: Eirene, Fay, Seaben y Drake, aunque hacia la mitad final del libro también encontraremos capítulos narrados por algunos personajes secundarios. Eirene y Fay son elfas y primas y han viajado hasta Lotahire, el reino de las hadas, porque Fay debe casarse con el príncipe Seaben. A pesar de que se va a celebrar una boda, nadie excepto Mab, la cruel y poderosa reina de las hadas, es feliz con dicha unión en beneficio de los reinos. Una vez llegan a palacio, Seaben intentará entablar una relación (al menos) cordial con Fay, no en vano van a tener que pasar juntos el resto de sus vidas, pero ella no se lo pondrá nada fácil. La princesa de Veridian odia en secreto a su futuro esposo, no es capaz de soportar la idea de tener que compartir su existencia junto a un extraño y, lo que es peor, odia que por ser princesa no le hayan dado la posibilidad de elegir. No le gusta cazar, no le gusta el ajedrez, no le gusta salirse de lo que se considera apropiado para su cargo, de modo que os podéis imaginar lo aburrida que le parece a Seaben. Por el contrario, Eirene es mucho más amable y risueña, comparte sus aficiones por sorprendente que parezca, y cuando inocentemente empiecen a pasar tiempo juntos esto generará muchos problemas.

En lo que se refiere a los personajes, debo admitir que estoy muy asombrada porque son maravillosos. Había leído en varias reseñas que ese era uno de los puntos fuertes de Iria y Selene, pero siempre me gusta tener mis reservas para no llevarme desilusiones más tarde. Por un lado, Eirene es valiente, ingeniosa, picarona, incluso, y eso que le gusta vestir con ropas cómodas que nada tienen que ver con los pomposos vestidos de las princesas (ella es la futura princesa de Nryan, la isla de los elfos más allá del mar). Sin embargo, por muy atrevida que pueda parecer no debemos olvidar que, al fin y al cabo, no es más que una muchacha a la cual se le ha exigido un comportamiento de adulto desde muy temprana edad. No quiere ser una carga para nadie y odia llorar delante de los demás porque ella es la que tiene que ser fuerte, sobre todo cuando se trata de apoyar a su prima Fay. Lo único que no me ha gustado de Ei es que a veces sacaba coraje para hacer y decir cosas necesarias, proezas totalmente loables, pero al instante siguiente en cuanto se topaba con un obstáculo se ponía en modo 'no puedo hacerlo', 'sólo soy una niña', 'nadie lucharía por mi causa'... Fay, por otro lado, me parece una niña muy egoísta. En lugar de enfadarse cuando descubre que su prima y Seaben han estado pasando tiempo juntos (digo yo, es TU futuro marido y prefiere estar con ella), se enfada con Eirene cuando ella le asegura que el príncipe no es tan malo porque cree que se está aliando con el enemigo. Tiene miedo de que le deje sola, ese es un sentimiento más que comprensible, pero lo cierto es que Eirene le hace un favor al intentar conocer a Seaben. ¡Vas a casarte con él! ¿No será mejor saber cómo es la persona con la que vas a tener que tener hijos?

Seaben me ha parecido muy interesante y me ha encantado poder ir descubriendo lo que se escondía detrás de la máscara del príncipe diplomático. Él ha combatido en la guerra por su pueblo, acata las órdenes de Mab sin rechistar, pero es imposible negar que Seaben pone todo de su parte para que Fay esté lo más cómoda posible con la situación. al principio es un poco egocéntrico, al fin y al cabo es un príncipe y ha recibido una educación muy estricta, no obstante poco a poco veremos que en realidad tiene un lado muy tierno porque nunca ha sabido lo que es preocuparse por alguien y que alguien se preocupe por él del mismo modo. El detalle de la cinta, ya lo veréis, me pareció un gesto muy bonito. Con Drake, un trovador con el que Eirene se encuentra al deambular por Lothaire, no he conseguido conectar del todo pero es indudable que es un personaje muy interesante, especialmente por la relación tan peculiar que tiene con su laúd; Seaben, sin embargo, me ha gustado más en lo que ha complejidad se refiere, aunque estoy convencida de que en la próxima entrega su papel tendrá mucho más peso. Mab es odiosa. Es una mujer manipuladora, despiadada y con un corazón de hielo, porque ni siquiera se esfuerza por hacer feliz a su hijo. Su rol como villana está más que clavado.

Las historias de amor surgen, literalmente, y precisamente porque son tan inesperadas me han parecido realistas. Puede que al principio Eirene parezca demasiado soñadora, ingenua con respecto a sus sentimientos, pero el cariño va forjándose con cada pequeño detalle que tiene el otro. La escena en la que los dos amantes se besan con desesperación porque creen que ha llegado el final me gustó (soy una romántica y no puedo evitarlo), pero al mismo tiempo me pareció que era ligeramente demasiado dramática. Asimismo, me hubiese encantado poder saber más sobre los reinos de Faeria porque, para ser honestos, se trata de una novela de fantasía donde los elementos fantásticos están bastante relegados a un segundo plano, ya que la trama principal gira en torno al matrimonio entre el príncipe y la princesa. Hay magia, sí, lunas llenas y orejas puntiagudas, pero al menos en esta primera parte de la bilogía la esencia del libro es más bien cómo evoluciona la relación de los protagonistas, independientemente de que una sea un elfo y el otro una hada.

El estilo de ambas autoras es muy homogéneo, por lo que es imposible saber con precisión qué partes ha escrito cada una y eso es todo un mérito cuando se trata de una novela escrita a cuatro manos. Alianzas es un libro con un ritmo ágil, que pretende dar la vuelta a los clichés asociados con los cuentos de príncipes y princesas. El vocabulario que utilizan está muy trabajado, se nota a medida que vas pasando páginas. Yo, por mi parte, estoy deseando que salga Encuentros para ver qué nuevas sorpresas nos traen Iria y Selene. Para terminar, a pesar de que he encontrado varios errores tipográficos (ausencia de puntos y letras duplicadas), me gustaría aplaudir a la editorial porque la edición del libro es preciosa.
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Esta novela atrapó mi atención en cuanto la vi entre las novedades de la editorial. Además, la portada me parece preciosa y el argumento olía a cuentos de princesas y príncipes que, como bien dice la sinopsis, "no son lo que parecen". La fantasía, como sabéis, es uno de mis géneros favoritos, pero no el más habitual entre mis lecturas mensuales, y siempre ando en busca y captura de nuevas joyas literarias en este género en el que soy un poco/demasiado exigente. Alianzas, la primera parte de la trilogía Secretos de la Luna Llena de Iria y Selene, y reeditada por La Galera a finales del 2016, ha sido una delicia y la cría que llevo dentro ha disfrutado de lo lindo con la historia que se esconde entre sus páginas: con hadas, elfos, humanos y hechiceros en un mundo donde la guerra, en algunos territorios más presente que en otros, así como las ansías de poder y dominio de los gobernantes más poderosos y temidos, vuelca todo un entresijo de secretos, traiciones y artimañas que ponen en el punto de mira el futuro y la felicidad de nuestros protagonistas, unos personajes que calan hondo y dejan huella desde el primer momento. Pero, primero, vayamos por partes...

Alianzas, además de ser una novela escrita a cuatro manos, destaca por su narración coral, donde además de los cuatro protagonistas destacados: Fay, Eirene, Drake y Seaben; también encontramos capítulos narrados desde el punto de vista de otros tantos personajes como Lowell y Chryses, entre otros; personajes que acompañan a los principales durante todo el trayecto y que, con el paso de las páginas, van adquiriendo mayor peso e importancia en el desarrollo de una trama que se expande hasta límites que ponen al lector con la miel en los labios y al borde de un ataque de nervios por saber más, por descubrir un poquito más del destino de nuestros protagonistas, por conocer el nuevo movimiento en un juego de ajedrez en el que hay demasiado en juego: vidas, reinos y destinos.

La trama comienza presentándonos a Eirene, una princesa elfa muy peculiar, pues no se encasilla en la típica imagen de princesa con vestidos pomposos, educada y cortés, sino que prefiere vestir con ropas cómodas, que le permitan salir a cazar y moverse por los bosques con soltura, donde se siente libre y donde puede alejarse y olvidarse de las intrigas de palacio. le encantaría no ser una princesa, pero es consciente de que, tarde o temprano, tendrá que asumir su deber para con Nryan, su tierra, y dejar atrás la fantasía de recorrer mundo como una persona normal.
Ante la inminente celebración matrimonial de su prima Fay con Seaben, el hijo de Mab de Lothaire, la temida reina feérica, Eirene, a petición de su prima y mejor amiga, viaja con ella al reino de las hadas para acompañarla en los días previos a un matrimonio fruto de una alianza entre feéricos y elfos para ganar poder y terreno en la guerra contra los humanos.
Fay, una joven opuesta en actitud a Eirene: sumisa, cortés y educada, no quiere contraer matrimonio con Seaben, por quien no tiene el más mínimo interés en conocer e intimar. No quiere establecer contacto con él y se niega a pensar que sea buena persona teniendo como madre al ser más despreciable y temible de toda Faesia, por mucho que Eirene, quien sí se ha molestado en tratar con el príncipe, le repita una y otra vez que es un hombre amable y lejos de la imagen de la reina. Pero Fay no da su brazo a torcer y, tras descubrir un secreto del pasado de su prima que ésta le ocultaba con ahínco, toma la decisión más difícil y peligrosa de su vida, y la noche antes de la boda con Seaben huye de palacio, dando lugar a consecuencias y líos de trama que Eirene y Seaben deben sortear y hacer frente juntos, por el bien de Lotahire, de Nryan, de toda Faesia y, sobre todo, de ellos mismos, pues la decisión de Fay les hará tomar decisiones que no sólo les pondrá en el punto de mira de Mab de Lothaire, sino que también les medirá en honradez, lealtad y valor.
Seaben es un joven que arrastra la mácula de la imagen de su madre. Pero lejos de la realidad, tiene sus propios ideales y principios. Seaben es un personaje que gana terreno y puntos conforme avanza la trama. Es misterioso y frío de primeras, pero tierno, cariñoso y entregado a sus principios sin perder nunca el camino y la lealtad hacia lo que considera correcto, traiga las consecuencias que traiga.
Eirene, por otro lado, es una protagonista lejos de tópicos principescos; orgullosa, inteligente y sagaz que sabe valerse por sí misma y no pierde la oportunidad en demostrarlo. No soporta la típica imagen de damisela en apuros y cree que una mujer puede valerse sola tanto o más que un hombre y su actitud al respecto me ha encantado.
Drake, por último, es un trovador que vive en Lothaire y se gana la vida cantando cuentos y leyendas para los habitantes del pueblo. Eirene coincide con él en una de sus escapadas habituales de palacio y empiezan a desarrollar una bonita amistad. Es un personaje con un secreto que nos intrigará hasta que se desvela por completo, y también me ha gustado mucho su desarrollo pero, sobre todo, la pluma de las autoras en cuanto a su narración. Me ha parecido una auténtica delicia que sus palabras estén escritas con tanta poesía de fondo, dirigiéndose a ese espectador y amante silencioso que siempre le acompaña: su laúd. Su prosa siempre va dirigida a su preciado instrumento de cuerda y carga a su narración de una dulzura y un toque distintivo y diferente que me ha encandilado.

En cuanto al apartado romántico nos encontramos con un triángulo amoroso muy bien llevado entre Seaben, Eirene y Drake. No es un triángulo amoroso típico y tópico y la postura de Eirene se entiende desde el principio. La relación y las circunstancias que surgen entre Eirene y Seaben son fruto de la decisión de Fay y ambos se ven arrastrados a fingir algo que no sienten ni creen pero, ante la cercanía que han de fingir y los gustos que tienen en común y disfrutan compartiendo, se construye una bonita amistad, basada en la confianza, la protección y el apoyo que fácilmente empieza a difuminarse hacia algo mucho más profundo y sincero. Es una relación que he disfrutado y cuya evolución he sentido real y cercana.
Un poco más de lo mismo me ha sucedido con Eirene y Drake. Otra relación que surge de la más sincera amistad entre dos personas que quieren alejarse de la realidad de sus vidas y disfrutar de la compañía del otro sin más preocupaciones que las de reír, cantar y fingir que son libres por unas horas. Pero en esta relación no ha existido tanta profundidad y desarrollo como con Seaben y Eirene y quizá, por eso, mi corazón pertenece a la primera pareja, príncipe y princesa.


La pluma de las autoras ha sido todo un descubrimiento. Comenzar una novela que sabes que está escrita por más de una autora siempre planta un poco de inquietud en el lector por miedo a que destaque el cambio de registro en cuanto a la prosa de una u otra pero, en este caso, tengo que alabar el magnífico trabajo conjunto de Iria y Selene pues, en ningún momento, he notado dualidad de plumas o situaciones que pudiesen desconcertarme por incongruencias o falta de conexión entre hechos. Todo está perfectamente hilado y, como ya decía anteriormente, hay particularidades y florituras narrativas propias y únicas de cada personaje que enriquecen la lectura y la llevan a otro nivel. Es cierto que la segunda parte (la novela se divide en tres bloques) me resultó más lenta y pausada de lo normal, y eso, unido a que he empezado el año muy ajetreada y con poco tiempo para sentarme y disfrutar de la historia de una sentada o casi, provocó que ese bloque me costase más de la cuenta. Por suerte, entrando en su tercera parte esa sensación se desvaneció y la historia volvió a coger el atractivo y el encanto de sus inicios.

En resumen, 'Alianzas' es un comienzo de saga magistral, con unos personajes bien construidos y con una historia de esas que hacen retroceder a la infancia y soñar con reinos, reyes, y príncipes y princesas que hacen frente a un mundo de maquinaciones, traiciones y sorpresas en cuanto a la lealtad, al amor y a la guerra. Una historia que prima por la voz de unos personajes a los que Iria y Selene han sabido darle sello. Totalmente recomendable si te gusta la fantasía, la magia y los viajes a un reino como los de los cuentos de hadas, con sus villanos, sus hechiceros, y sus rebeldes y valientes héroes y heroínas.

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