Eleanor Oliphant está perfectamente

Al principio puede parecer una novela ligera, simpática... En la que ves cómo la relación de Eleanor con el mundo va evolucionando y poco a poco va sintiéndose más humana. Pero no es tan divertida como la han pintado los críticos: es tierna, conmovedora, pero también ácida, triste, algo oscura... Y es que Eleanor es como es por alguna razón y cuando ocurre algo que desencadena todo lo que tenía encerrado en su interior es cuando creo que la historia se pone más interesante, porque hasta entonces es como si hubiese estado viviendo en piloto automático: hacía lo que tenía que hacer cada día sin implicarse más de la cuenta y así día tras día.

¿No vamos todos un poco así por la vida a veces? Actualmente, todo va demasiado deprisa y si estamos instalados en una rutina, los días se nos pasan volando porque parece que hacemos los mismo un día y otro día... Si no sintiéramos algo parecido supongo que no proliferarían los talleres de mindfulness, atención plena y todas estas cosas, ¿no? Tenemos que echar el freno y ser más conscientes de nuestro alrededor para disfrutarlo. Y eso es lo que hace Eleanor.
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Reseña completa en el blog http://janetgaspar.blogspot.mx/2018/02/eleanor-oliphant-esta-perfectamente.html

Eleanor Oliphant es una mujer cercana a los 30 años que lleva mucho tiempo trabajando en la misma oficina, conviviendo con las mismas personas y siguiendo la misma rutina, ella no es la clase de persona que sepa socializar; de niña sufrió cierto incidente traumático que ha logrado arruinar su personalidad y es que Eleanor se pasa de honesta, decir lo que piensa en cada momento sin temor a las convenciones es apenas la punta del iceberg de su modo de vida.

El libro abre mostrándonos a una mujer de casi treinta años sin habilidades sociales que se enamora —sin venir a cuento— de un perfecto desconocido. Debo admitir que las primeras páginas del libro me hicieron pensar en el clásico chick lit con una mujer tontorrona e insufrible siguiendo a un amor de pacotilla, ¡que equivocada estaba!

Poco a poco la trama va mutando y el lector se da cuenta de que la manera de comportarse de Eleanor sobrepasa lo peculiar, como si fueras un detective vas recolectando las pistas de aquel rompecabezas y te enteras que no, no es una mujer normal y que debajo de la superficie espera una triste historia de alguien a quien el mundo le ha fallado, una y otra y otra vez.
El libro se va tejiendo poco a poco con personajes de carne y hueso, aquí no tenemos personajes guapísimos por los que te quedas sin aliento, no, aquí los héroes tienen un poco de barriga y las mujeres lucen cicatrices en la cara. ¿Y el amor?, como he suspirado con el amor en éste libro. Una relación que va creciendo poco a poco, por pura cabezonería del coprotagonista, que abraza a la amistad como un manto y te hace pensar en los buenos amigos que siempre están ahí para apoyarte.
Como han mencionado algunos por ahí (y justo como enuncia la contraportada) también tenemos un poco de thriller emocional hubo cierto aspecto que descubres desde los inicios del libro pero había otra situación que te hace pensar “anda, no lo esperaba”. El misterio avanza lento, pero añade su toque justo a la historia.

En definitiva un libro que disfrute enormemente, con un inicio lento pero que poco a poco va tomando altura.

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Ha sido un pequeño chasco, para qué os voy a engañar. No entiendo muy bien que se venda como una novela divertida porque sinceramente a veces me daban ganas de llorar leyendo el libro. Eleanor es un personaje estupendo, su camino vital es tremendo y es un gustazo ver cómo evoluciona desde que conoce a Raymond, un encanto de hombre. Dicho esto, os cuento que me ha costado la vida terminarlo, no lo dejé porque no soy de abandonar las lecturas pero me he pasado más de medio libro penando por los renglones. No os quiero destripar cómo es Eleanor pero estar dentro de su cabeza durante más de medio libro ha sido terrible, no conectaba para nada con ella (a pesar de despertarme mucha simpatía -soy un saco de contradicciones, lo sé-), me olía todo lo que había pasado y lo que iba a pasar (y, efectivamente, no me equivocaba) y no encontraba nada que me llamara la atención. Según avanza la relación con Raymond (ojo, este libro no es una novela romántica) Eleanor va cambiando y el libro va siendo menos árido y más fácil de leer. He acabado sintiendo mucha simpatía por Eleanor, mucha alegría por ella, pero no soy capaz de superar el coñazo que me ha parecido más de la mitad del libro.
Así que tres estrellitas para este libro, una lectura irregular cuyos momentos más dulces o bonitos no contrarrestan la amargura y tristeza que me ha provocado.
Ah, la sinopsis, a pesar de ser totalmente cierta, te induce a pensar que este libro es otra clase de libro. Espero que vosotros lo disfrutéis más que yo, tal y como le ha pasado a mucha gente.