Nada que decir

SPANISH REVIEW

En “Nada que decir”, la reconocida autora Silvia Hidalgo, famosa por sus obras “Dejarse flequillo” y “Yo, mentira”, nos presenta una narrativa absorbente que explora la compleja psicología de Eva. Publicada en 2023 por Editorial Tusquets, esta novela nos introduce en la vida de Eva, quien, a pesar de tener una hija encantadora y un marido cariñoso, se siente desconectada y vacía. A través de una narrativa emotiva y profunda, Eva comparte sus experiencias y sentimientos como madre, esposa y profesional en una gran empresa, donde percibe que su ascenso se debe más a políticas de diversidad que a sus propios méritos.

En una escena conmovedora y evocadora, encontramos a Eva esperando en su coche bajo la lluvia, mientras su exmarido recoge a su hija llorosa. Absorta en su móvil y distante de su entorno, ella planea un encuentro con un desconocido, sumergiéndose en un deseo crudo y desinhibido. Esta escena representa a Eva como una mujer desorientada y furiosa, enfrentándose a la ilusión de una falsa felicidad y al abismo de una relación tóxica con un ejecutivo de la empresa de su exmarido. “Nada que decir” es un retrato psicológico deslumbrante de una mujer en conflicto con sus propias contradicciones y la vorágine de la vida moderna, narrado con un estilo de escritura terso y brillante que consolida a Hidalgo como una Marguerite Duras de nuestra época.

La estructura narrativa de “Nada que decir” entrelaza flashbacks, sueños y eventos actuales, creando una atmósfera de inquietud que sumerge al lector en el torbellino emocional de Eva. Hidalgo aborda con habilidad temas como la confianza, la traición y el deseo, ofreciendo un relato intenso y revelador sobre la experiencia del deseo y la pasión. Esta novela adictiva y conmovedora describe el desencanto de una mujer enfrentando la crisis de los cuarenta y la desilusión del hogar, destacando la fascinación por lo prohibido y el anhelo de escapar de una vida que, aunque en apariencia perfecta, resulta ser profundamente insatisfactoria.

ENGLISH REVIEW

In “Nada que decir” renowned author Silvia Hidalgo, famous for her works “Getting Bangs” and “I, Lie,” presents an absorbing narrative that explores the complex psychology of Eva. Published in 2023 by Tusquets Editorial, this novel introduces us to the life of Eva, who, despite having a charming daughter and a loving husband, feels disconnected and empty. Through an emotional and profound narrative, Eva shares her experiences and feelings as a mother, wife, and professional in a large company, where she perceives that her promotion is more due to diversity policies than her own merits.

In a poignant and evocative scene, we find Eva waiting in her car in the rain while her ex-husband picks up their tearful daughter. Absorbed in her mobile phone and distant from her surroundings, she plans a meeting with a stranger, immersing herself in raw, uninhibited desire. This scene portrays Eva as a disoriented and furious woman, confronting the illusion of false happiness and the abyss of a toxic relationship with an executive from her ex-husband's company. “Nothing to Say” is a dazzling psychological portrait of a woman in conflict with her own contradictions and the whirlwind of modern life, narrated with a smooth and brilliant writing style that establishes Hidalgo as a Marguerite Duras of our time.

The narrative structure of “Nothing to Say” intertwines flashbacks, dreams, and current events, creating an atmosphere of unrest that immerses the reader in Eva's emotional whirlwind. Hidalgo skillfully addresses themes such as trust, betrayal, and desire, offering an intense and revealing account of the experience of desire and passion. This addictive and moving novel describes the disenchantment of a woman facing her forties crisis and the disillusionment of home life, highlighting the fascination with the forbidden and the longing to escape a life that, although seemingly perfect, turns out to be profoundly unsatisfying.


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NADA QUE DECIR
Las crisis existenciales por las que pasamos las mujeres entre los 35/45 años son diversas. En el caso de Eva, protagonista de este libro, es una búsqueda continua del riesgo, e incluso del dolor como ella misma llega a verbalizar, busca hacerse daño. Su vida se convierte en un transcurrir vertiginoso tras su divorcio. Hasta entonces ella no había tenido experiencias fuera de lo establecido por la sociedad, se había limitado a hacer lo que se esperaba de ella, “una mujer civilizada”, se dejaba querer sin desear, era ella la elegida, otros decidían por ella. Se había casado y había sido madre cuando correspondía.
Pero un día, y sin que se vislumbre un desencadente claro (o único), decide divorciarse, y a partir de ahí solo busca un ingrediente en su vida: la adrenalina. Busca desear y elegir.
Mi crisis fue distinta, por eso me ha costado empatizar más con el personaje. Mi juventud estuvo cargada de riesgo y adrenalina, de rebeldía, y mis primeros años de adultez tampoco fueron normativos, así que a mi crisis de los 40 llegué más bien buscando la paz mental.
Eva se ha saltado todas mis banderas rojas (y las suyas, porque ella se las salta a sabiendas), y de ahí mi incomodidad.
Silvia Hidalgo nos cuenta todo esto a un ritmo trepidante, exactamente a la velocidad que comienza a transcurrir la vida de Eva, lo cual ayuda a meterte en la historia, a sentir como siente ella. Es Silvia, con su forma de escribirlo, la que me convierte en Eva.
✍ @lacallarga
📖 Leído en papel, 224 páginas
📚@tusquetseditores

Nada que decir es la novela que recibió el Premio Tusquets Editores de Novela 2023 que nos adentra en la psicología de una mujer que se encuentra en plena crisis existencial a pesar de su reciente maternidad  y decide romper con todo para rehacerse de nuevo.


Eva es una mujer que de estar disfrutando una vida completa,  un marido, una casa, una hija, una carrera, un buen trabajo....sin embargo, un hecho transcendental en su vida no asumido correctamente provoca que haga saltar todo por los aires y afecte a su matrimonio, su trabajo,  su maternidad y hasta su deseo. Decide romper con todo y deberá volver a la casilla de salida que es la casa de su madre.


Una novela que por su corta extensión piensas que vas a leer de una sentada pero nada más lejos de la realidad. Hay que leerlo de forma sosesagada, sopesando cada frase, cada palabra.  Es una lectura que requiere de toda nuestra atención, de todos nuestros sentidos para no perderte nada. Dividida en dos partes bien diferenciadas, con un lenguaje voraz, intenso y descarnado que te mete en la piel de Eva, la sientes y te duele. Con frases imponentes, frases duras que no he dejado de destacar y guardar para tenerlas en un vistazo.


Es una lectura para tener presente y que no te dejará indiferente.

Ay ilusa de mí… que pensaba que este libro tan finito iba ser coser y cantar, una tarde, visto y no visto… inocente jajaj necesité de toda mi atención para no perderme y entender correctamente cada párrafo a un nivel más profundo.

De qué va Nada que decir? de una mujer en pleno divorcio, en una crisis existencial tras su reciente maternidad… son sus pensamientos y preocupaciones, sus obsesiones, sus deseos desde un punto erótico pero también desde un punto de vista laboral. Una mujer egoísta nublada por el pensamiento idealizado de felicidad, quizás enferma, desquiciada… pero un mujer muy real, una que solo quiere sentirse amada, deseada, valorada

Nada que decir de Silvia Hidalgo ha ganado el Premio Tusquets Editores de 2023 y no es para menos, su prosa es muy intensa, me ha sorprendido muchísimo la fuerza tan concentrada en pocas lineas, esa verborrea que te deja K.O … me ha recordado de alguna manera a Carcoma (lejos igualmente una novela de la otra)

Me ha gustado mucho pero no he llegado a conectar de todo con el libro, con la protagonista, es una novela muy densa y estoy segura de que si la hubiese leído en otro momento me hubiese encandilado completamente. Fueron unos días que no pude estar 100% con la historia, la elección del momento es importante y he fallado en ese aspecto.

Mi querida amiga:

Solo decirte que te quiero, perooo eso ya lo sabes. Y cierro el libro y escribo.

Esta historia refleja de manera profunda los desafíos emocionales y personales a los que se enfrenta Ella, una mujer sin nombre, pero que podría ser cualquiera de nosotras. 

Lo es. Emana toda esa verdad en la que es tan fácil reconocerse.

No reconocer las mil grietas que claman por estallar tras unos ojos que todo lo dicen y unos labios que todo lo esconden, ¿qué máscaras mostramos al mundo?



El planteamiento de la novela es impecable, la autora consigue suscitar el interés y crear una atmósfera de empatía a lo largo de toda la lectura porque vas buscándote o buscándola a Ella en sus palabras.

Claroscuros repletos de ironía y sarcasmo, narración directa a la herida, al deseo y a la obsesión, tan solo como tapadera de una inconformidad, de un autocastigo y un autoboicoteo tejidos con los hilos de una historia compleja con un trasfondo duro, muy duro y que transcurre en un ambiente de angustia y miedo que consigue traspasar las páginas del libro.

Una ficción que es verdadera. Ella, se siente una mentira, un fraude, un viaje y la rabia y la autodestrucción se mezcla con esa ternura intuible, consiguiendo un estilo personal, llevando el sonido del título a un lugar muy particular, a Ella misma.

Amas la jaula que te han generado sin pensar que tú tienes la llave para abrir la puerta y salir de ella. 

No reconocer(te) en una mirada, agotar(te) hasta traspasar el límite, perder(te) buscando amar, cayendo desde el precipicio para volver a reconocer(te).

Seguramente suponga un homenaje muy especial a todas aquellas mujeres que en algún momento de sus vidas no tuvieron Nada que decir por qué no sabían como hacerlo. Pero, amiga, quedan esperanzas, quedan ilusiones, y queda el pegamento“de la vida.

No me ha gustado absolutamente nada. de no ser corto y querer comentarlo con la gente del club (ha sido la lectura escogida en noviembre), lo habría abandonado. Es que ni el estilo de la autora, ni la protagonista ni lo que sucede me han agradado. No sé cómo puede haber ganado un premio, la verdad. Me parece muy enrevesado para lo que cuenta.

De estos libros que compro porque me atrae la portada y me acabo sumergiendo en la vida de una madre primeriza, recién divorciada, que necesita sentirse más mujer que madre y tal vez justamente eso lo que va marcando sus decisiones. Una narración caótica, oscura como representación de lo perdida que se siente la protagonista. Una mujer sin nombre que nos podría representar a cualquiera de nosotras. Una historia con una prosa que encandila y una estructura sorprendente. Parece que el 2024 va acumulando buenas lecturas.

“Los labios desaparecieron, se hicieron invisibles, porque para qué unos labios si no son para besar”
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No es novedad si digo que es una novela que, pese a su brevedad, es extensa. Y es que sus tentáculos se expanden y llegan a cada recoveco para hacerte reflexionar sobre lo efímero del estar bien.

Eva es una mujer con una vida aparentemente perfecta y satisfactoria, pero que se viene abajo por un deseo irrefrenable, ferviente y tóxico. Ese deseo que se mete dentro y genera un desasosiego que no se calma hasta satisfacerlo, cueste lo que cueste.

Esta historia nos hace reflexionar profundizando en algunos de los aspectos más íntimos de su protagonista. Nos lleva de la mano transitando por estados emocionales y situaciones que, aunque no compartamos, entendemos.

Es un recuerdo de que la soledad no es un estado físico o social; es un estado personal íntimo, cuya dimensión desconocemos hasta que lo experimentamos en nuestra propia piel.

Silvia Hidalgo nos habla de todo ello con una prosa directa y envolvente, que te permite entrar en la intimidad de la protagonista, conocerla, entenderla. Leyendo «Nada que decir» me he sentido parte de la historia, he experimentado todo tipo de emociones, y a la vez me ha permitido hacer una abstracción, para analizar esta lectura, llena de matices, desde fuera.

Premisa:
Eva es madre, ex, amante, trabajadora y mujer. Tiene una relación compleja con el padre de su hija, pero esto no es distinto de todo lo que la rodea. La autora nos cuenta con maestría y con una voz carismática, afilada y prácticamente hiriente cómo la protagonista prioriza sus anhelos frente a lo importante. Cómo se deja llevar por la vorágine del querer ser, sentir, tocar y desaparecer.

Opinión:
Parece una novela que se lee en un santiamén, porque es corta y la edición favorece a priori una lectura fácil, con letra grande y mucho margen. Pero no os llevéis a engaño. Es una novela que ha de leerse lentamente, con atención, con el cuerpo preparado para que te atraviese y te dé la vuelta. Porque es lo que sucede con esta historia de Silvia Hidalgo, que tambalea tus cimientos, que te toca fuerte y te encoge. A veces entiendes a Eva, otras veces la quieres zarandear hasta que es maree y espabile. En cierta manera refleja los sinsentidos de la vida de la mujer contemporánea, pero por otro lado los critica hasta la extenuación Pero a mayores de la empatía con la protagonista, lo más destacable de la obra es la voz de la autora. Su forma de escribir es arrolladora, tan sangrante que a veces puede resultar densa, pero que es imposible que deje indiferente. Cada palabra abre herida. Si marcase los libros tendría post-its en cada página. Y varios. Definitivamente, tendré que leer sus otras dos novelas.

Nota: 5 sobre 5

Mi librera favorita me había recomendado Yo, mentira, la anterior novela de la autora, así que pensé "si la anterior, que es su segunda novela es tan buena, está será mejor, seguro". ¡Craso error! No sé si Yo, mentira es buena, está en #lapiladelamesita y no sé si ahora me apetece leerla.

La protagonista es una mujer recién separada, con una niña en custodia compartida y que regresa a casa de su madre temporalmente, mientras decide qué camino tomar. Un ascenso en el trabajo, citas a ciegas, sexo con desconocidos, un encaprichamiento por el amigo de su ex....

Realmente aún no sé qué me ha querido contar la autora. "Una radiografia transversal de la mujer contemporánea", dice una cita de la contracubierta. Pues no sé si es que no soy contemporánea o no soy mujer, porque no he conectado en absoluto con esa protagonista, que para mí sólo busca que alguien le haga casito y se arrastra lo que haga falta para conseguirlo.