¿Un ángel o tu demonio?

―Así se hace, muchacho ―lo jaleó Kurt mientras ambos se sentaban―. A ver si aprenden estos chicos de ciudad.

Y por primera vez en su vida, Exael St. Michael creyó tocar el cielo. Sí, lo creyó…

―¿A quién podrían interesarles diez sujetos metidos en una casa sin relación con el exterior, para ver cómo se matan entre sí? ―alegó Jeremy, dejando de manifiesto que le gustaba la idea de la diseñadora.

(…) no era más que un muñeco roto, y por mucho que lo intentase, jamás encontraría algo que lo remendase. Para él no había más que soledad, y había aprendido a vivir con ello. O eso creía.

―Voy a besarte ―murmuró ella entonces, y el joven se estremeció al mirar sus ojos. Ni desprecio, ni lástima, ni asco, solo el ferviente deseo de hacerlo. Apenas podía creerlo.
―¿Me… Me estás pidiendo permiso? ―susurró tembloroso.

(…) El Hell’s Cave era su infierno particular, en el que podían convivir con sus pecados sin que nadie osara juzgarlos. Allí eran el Diablo y su Cancerbero, y nadie se atrevería a ir más allá de los límites que ellos establecían.

(…) los brazos del joven cayeron a ambos lados de su cuerpo, inertes, vacíos sin ella, como si acabaran de descubrir que su único cometido, la razón de su existencia, era abrazar a esa mujer.

―He visto demasiados realities en televisión estas navidades
―Hay que ver el daño que está haciendo Netflix

―La Navidad supone demasiados compromisos familiares de los que estaban deseando escapar.

Demonio de hombre…