Brigantia: Los últimos druidas

Ferox se dirige en esta ocasión al sur, concretamente a Londinium y posteriormente a la isla de Mona. Va a ser el encargado de investigar el asesinato de un administrador imperial, pero se ve envuelto en una serie de conspiraciones para iniciar una rebelión de los brigantes, una de las tribus británicas más grandes. Todo apunta a que los druidas están detrás de todo.

En esta novela vuelven a salir los personajes de los libros anteriores y van teniendo una serie de evoluciones, para bien o para mal. La ambientación de la historia es espectacular. Se nota que el autor saber y conoce el mundo romano y la Bretaña prerromana. Las descripciones son muy concisas, es fácil imaginarse la vida en la época, sus costumbres y su modelo de vida. Además viajaremos por la geografía británica, lo que siempre es de agradecer.

La escritura es muy fluida y clara, aunque a veces el lector puede perderse. El ritmo es constante en la mayor parte de la historia y acelerado en otras. Creo, desde mi punto de vista, que el ritmo aquí es mucho más inferior al que tenían los otros dos libros anteriores, pero también se disfruta.

En esta novela, el final de la trilogía, tendremos también batallas, pero muy parecidas a las de los libros anteriores. Sí es cierto que a nivel de investigación del asesinato y la conspiración, esta es muchísimo mejor en este libro que en el primero. Además hay varios giros argumentales en la trama. Aunque la gran mayoría de tramas desde el libro uno tienen un cierre, me ha faltado cerrar otras, o al menos me ha dado esa sensación.
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