La hija de Robert Poste

El libro comienza con un inicio prometedor. Me parecía muy original la descarada actitud de Flora, que no duda en hacer pucheros para causar ternura a sus parientes más lejanos, con el objetivo de que la acojan gratuitamente. Pero la cosa no termina ahí, una vez que decide partir hacia la granja Cold Comfort, allí quiere cambiar las cosas, tanto el lugar como a sus habitantes, para que se adapten a sus gustos y exigencias.

Como digo, el inicio resulta muy llamativo y curioso porque estoy más habituada a las lánguidas protagonistas de Jane Austen y las hermanas Bronte, y por esa razón Flora me pareció una protagonista poco común.

A medida que avanza la historia, pude comprobar que Flora no es tan manipuladora como prometía en un principio. Sí que logra resolver la vida de varios personajes, pero de forma muy poco realista. Se nota que el libro está pensado para entretener y sacar alguna sonrisa, pero no es una representación fiel de la vida.

Casi a mitad del libro, se muestra un pequeño misterio que consiguió que aumentara mi intriga y curiosidad. Se trata de la abuela Ada Doom. Una excéntrica mujer recluida en su habitación, a la que todos temen, y que gobierna la granja con mano de hierro. Se dice que la abuela Ada vio un extraño incidente cuando era niña y eso la trastocó para toda la vida. Es aquí cuando Flora decide añadir a su lista de artimañas un nuevo objetivo: averiguar cuál es ese oscuro secreto del pasado.

No obstante, las grandes incógnitas no se resuelven en ningún momento. Me sentí bastante decepcionada debido a los cabos sueltos que quedan al final del libro. Quizá el objetivo de la autora fuera precisamente ese: demostrar que las familias están llenas de misterios, pero en raras ocasiones se llegan a desvelar...

En general, la lectura de la hija de Robert Poste es ligera y entretenida. He seguido la historia con interés gracias ese humor tan particular de la autora, que juega y ridiculiza las típicas situaciones que se dan en las novelas inglesas.

Saludos ;)

La hija de Robert Poste, Flora, es una mujer que se encuentra básicamente en la pobreza y por ello busca a sus parientes para irse a vivir con ellos, llega a una granja donde conoce a parientes que nunca había visto, que no tienen su educación, ni su finura y ella se vuelca a querer cambiarles la vida.

El libro esta escrito divinamente, tiene una prosa y una narrativa realmente hermosa y atrapante, la historia es bastante entretenida de leer, muestra por supuesto una parte de la sociedad de Inglaterra que son muy ellos, es decir, muy ingleses.

Sin embargo, creo que uno necesita leer este libro en su idioma original y además ser inglés para encontrar ese supuesto "humor hilarante" que describen en la sinopsis, el libro no fue para nada cómico para mí. No le vi nada que me hiciera reír, si bien la historia está bien, le he puesto la calificación que le he puesto, por esa razón, porque definitivo no es lo que me esperaba.

Esta bastante bien, eso sí, entretenido y los personajes son fabulosos, todos ellos, pero no esperen reírse, porque no lo harán.

-"LA HIJA DE ROBERT POSTE" de Stella Gibbons-
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Cuando Flora Poste se queda huérfana de padre y madre, con poco tiempo de diferencia, y tras liquidar las deudas que le dejó su padre, y quedarse prácticamente en la pobreza, decide que en vez de trabajar, y convertirse en una persona de provecho, hacer una criba entre todos sus parientes, y seleccionar a cuales de ellos pedir que la acojan, y la mantengan.
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Finalmente, acaba decidiéndose e instalándose en Cold Comfort Farm, una granja en la Inglaterra rural más profunda, donde deberá lidiar con sus familiares, los Starkadder, una panda de excéntricos pueblerinos, a los que Flora se compromete "civilizar", y de los que extraer material para su futura novela.
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"La Hija de Robert Poste" es una novela cómica, pero no de un tipo de comedia de carcajada, sino más bien de un humor británico muy fino, lleno de enredos y situaciones surrealistas, con el que quizás no todo el mundo pueda encajar, pero con el que creo si conectas, las risas estan aseguradas. A mi personalmente me ha parecido una lectura divertida, y bastante entretenida de leer.
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También considero esta obra, y como ya hicieron otras autoras como Jane Austen, importante desde el punto de vista de la crítica que hace a la frivolidad, la ignorancia, los prejuicios, la pedantería, y la estupidez de la sociedad inglesa de los años 30, y en concreto, de los libros románticos que eran tan populares por aquel entonces.
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En definitiva, si os gustan las novelas inglesas del S.XX y el fino e ingenioso humor inglés, "La hija de Robert Poste" es una lectura muy recomendable, y que os resultará agradable de leer

¿Sabes eso que dicen de que hay libros que tienen su momento? Pues este es uno de esos para mi. Creo que tendría que haberlo leído cuando salió, aquella época en la que me lo encontraba en todas partes, parecía que todo el mundo lo estaba leyendo... Porque me dio mucho "hype" por leerlo yo también, pero no pudo ser. Ahora me lo he encontrado en eBiblio y se me ha despertado la curiosidad... pero ya no me ha enganchado nada.

"La hija de Robert Poste" cuenta la historia de una joven que se queda huérfana y tiene que decidir con qué familiares se irá a vivir. Decide irse al campo y allí meterse en la vida de todos los que la rodean. Y cuando termina de ponerlo todo patas arriba, mejorando la vida de muchos de los personajes, eso sí, se marcha como si nada. Y ya está.

No es que esperase una novela de acción ni mucho menos, pero es que no he conectado nada ni con ella ni con su historia, que supuestamente está contada con humor, pero tampoco le veo mucho...

Flora Poste acaba de quedarse huérfana con tan solo diecinueve años y lo que menos le apetece es ponerse ya a trabajar para salir adelante, así que decide ponerse en contacto con las diferentes partes de su familia en Inglaterra en demanda de cobijo.

Es así como cambia la cosmopolita, atractiva y refinada ciudad de Londres, por la vulgar y desaseada granja familiar de Cold Confort. Para matar su aburrimiento y saciar su naturaleza "metomentodo", hurdirá diferentes planes de mejora social para los peculiares miembros de la familia. A la vez que lidia con cierto recelo de éstos, inclinados a sospechar que la hija de Robert Poste solo viene a exigir "sus derechos".

Pasado un inicio de la novela muy prometedor, y precedido de un brillante prefacio repleto de la ironía y el sarcasmo que va a inundar todo el relato, llegamos a un inmenso valle narrativo en el que su protagonista no padece el mayor mínimo contratiempo, lo cual te hace perder el interés en el relato.

Seguramente intencionado por parte de la autora, cuyo objetivo con la obra no es otro que el del simple entretenimiento, y el de reírse de lo que en su tiempo era considerado alta literatura, haciendo incluso partícipe al lector de un juego en el que Gibbons va a sacar a relucir toda su "mala leche", marcando con asteriscos los párrafos que pueden ser considerados como buena literatura.

Se trata de una lectura agradable, escrita con mucho gusto, ideal para intercalar entre obras más densas o profundas. Es incluso considerada como la novela cómica más perfecta de la literatura inglesa del s.XX.

Salvando las enormes distancias con cada una de las obras con las que la voy a comparar, me recordó en ocasiones tanto a 'Los pazos de Ulloa' de doña Emilia, como nuestro Quijote, con claras influencias del estilo de Jane Austen, y en concreto de su obra 'Emma'.

La comparación con la obra de la escritora gallega, la encuentro en esa llegada de nuestra protagonista a una casa en clara decadencia y con el propósito de "levantarla", así como en el enfrentamiento del mundo campesino y el de la gran ciudad. Con la obra maestra de Cervantes, por la lectura masiva de, en este caso, novelas románticas por parte de la protagonista, que la hacen actuar y pensar como si viviera en una de ellas.

Es curiosa la nota del traductor antes de empezar la novela, en la que él mismo aclara que es preferible su lectura en el idioma original, puesto que ciertos juegos que Gibbons elabora con el lenguaje, son imposibles de traducir al español sin que pierdan parte de su gracia y significado.

'La hija de Robert Poste' supuso un gran éxito para su autora, que no dudó en crear diferentes secuelas a las que en un momento dado no me importaría acercarme.

Flora poste tras perder a su padre y no recibir la herencia que esperaba, decide escribir a sus familiares más cercanos para poder vivir con ellos. Tras unas negativas, se decide por ir a vivir al campo, a una granja en Susex. Allí descubrirá sus peores pesadillas y aquí viene lo bueno. La autora a través de Flora y con muchísima gracia e ironía, arremete contra el mundo rural, sus personajes, el paisaje, no se salva ni el apuntador. La protagonista hará todo lo que esté en su mano para cambiar las vidas de esas “pobres gentes”, metiéndose en todos los asuntos posibles, haciendo de carabina y por qué no decirlo, de alcahueta. Es una novela muy muy divertida, cuando Flora habla con su amiga, con la que comparte casa en la ciudad antes de marchar a la granja, sobre su época universitaria me ha hecho lanzar más de una carcajada. También os digo, si sabéis leer en inglés hacedlo, porque estoy segura que con la traducción al español se pierde mucho del humor británico, pero incluso en este aspecto no tengo queja, la traducción de Impedimenta es maravillosa, con notas que te ayudan a entender ciertos chistes.

Una buena novela sin duda. Pese a algunas de las dudas que me deja, la prosa es sencilla pero efectiva. La trama no presenta complejidad alguna y finaliza sin capítulos excesivos ni con un número de páginas desproporcionados. al terminarla sentí que había concluido en el instante indicado, lo cual no es tan común en la literatura. Pocas cosas le sobran. Recomendada.

Ésta es una novela divertida y crítica, escrita en los años 30, contra las #novelas románticas del s. XIX y el pesimismo de algunas de ellas. Parodia historias, ambientes, personajes y escritores, todos fácilmente reconocibles, algunas como Jane Austen o las hermanas Brontë muy admiradas por la autora.
Flora Poste se ha quedado huérfana a los 19 años. Hereda cien libras anuales, no tiene propiedades y decide no trabajar y vivir de sus parientes. Elige a los Starkadder, del condado de Sussex, cada uno de ellos con distintas peculiaridades a cada cual mas risible. Flora decide redimirlos como hacen las heroínas y no deja títere con cabeza.