A veces, las mazmorras no existen. No son un lugar físico, un espacio. A veces, las mazmorras las tienes dentro, dentro de ti.
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A veces, las mazmorras no existen. No son un lugar físico, un espacio. A veces, las mazmorras las tienes dentro, dentro de ti.
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Apuesto a que te quise desde que te vi y me enamoré perdidamente de ti cuando te conocí.
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Nosotros no somos lágrimas, somos sonrisas. Somos besos. Somos caricias. Somos amor puro. Somos sinceridad. Somos uno
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