La verdad no es tan importante si hago daño a las personas a las que quiero
|
La verdad no es tan importante si hago daño a las personas a las que quiero
|
[Los libros] No conozco una medicina mejor, sin efectos secundarios, sin química. Solo la voz de un desconocido que se ha dejado la piel escribiendo una historia que condensa lo que ha aprendido de la vida por si te sirve a ti.
|
Encárgate tú. Soluciona tus propios problemas. Siempre, Nunca esperes que nadie los resuelva por ti, si lo hacen, tendrán sus propios intereses y te los ocultarán, o más tarde se cobrarán el favor. Nunca lo merece. Recuerda a Eurípides: Rema en tu propio barco
|
Que no te importe llevar la vida que nadie lleva. No hay premio ni aplauso al final del camino, no vivas la vida de los otros, tengo la impresión de que no naciste para encajar, sino para destacar.
|
Aquí termina tu caza, aquí comienza la mía.
|
—Porque amo los libros, pero los amo por su contenido, por las letras, por las palabras, por las historias que cuentan, por lo que hacen sentir a un lector. Esa es la esencia de los libros: transmitir historias, permitirnos vivir otras vidas de manera vicaria durante unos días.
|
En cuanto un coleccionista me dice que tiene más de cinco mil ejemplares en su biblioteca, le pierdo el respeto. Sé que es un fraude como lector, un impostor, un simple acumulador, un poseedor. Y para ser poseedor de libros solo hace falta dinero para comprarlos y espacio para acumularlos.
|
Habían sido testigos de cómo mataron a su dueño. Qué ironía que algo que narra tanto no pueda contar lo sucedido. |
“El sobre era de un papel especial, de buena calidad. Me dio pena rasgarlo, pero cuando lo abrí, encontré un poema de Constantino Cavafis, poeta griego escrito con letra manuscrita. La elegante letra de mi madre… un poema que se titulaba “Camino a Ítaca”.
|
Nadie posee un libro para siempre, las personas son efímeras, acaban muriendo. Un libro no muere, es mucho más longevo, y todos somos sus custodios temporales.
|
10 negritos