Cuando más relumbra la vivienda más arde por dentro.
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Cuando más relumbra la vivienda más arde por dentro.
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No soy triste, es que tengo motivos para estarlo.
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¿Quién puede decir que este cuerpo que tienes no es hermoso?
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Es así. Claro que todavía es tiempo. Elena tardo 3 años, y otras antiguas, del tiempo de mi madre, mucho más, pero dos años y veinte días, como yo, es demasiada espera. Pienso que no es justo que yo me consuma aquí. Muchas veces salgo descalza al patio para pisar la tierra, no sé por qué. Si sigo así, acabaré volviéndome mala
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Yerma: ¿y qué buscabas en mí? Juan: a ti misma. Yerma: ¡Eso! Buscabas la casa, la tranquilidad y una mujer. Pero nada más. ¿Es verdad lo que digo? Juan: Es verdad. Como todos. |
Juan: Tú sales demasiado. ¿No me has oído decir eso siempre? Yerma: Justo. Las mujeres dentro de sus casas, cuando las casas no son tumbas. Cuando las sillas se rompen y las sábanas de hilo se desgastan de su uso. Pero aquí, no. Cada noche, cuando me acuesto, encuentro mi cama más nueva, más reluciente. Como si estuviera recién traída de la ciudad. |
“Te busco a ti. Te busco a ti, es a ti a quien busco día y noche sin encontrar sombra donde respirar. Es tu sangre y tu amparo lo que deseo”
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“Quiero beber agua y no hay vaso ni agua, quiero subir al monte y no tengo pies, quiero bordar mis enaguas y no encuentro los hilos.”
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VÍCTOR Todo cambia. YERMA Algunas cosas no cambian. Hay cosas encerradas detrás de los muros que no pueden cambiar porque nadie las oye.
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Mi marido es otra cosa. Me lo dio mi padre y yo lo acepté. Con alegría. Esta es la pura verdad. Pues el primer día que me puse de novia con él ya pensé... en los hijos... Y me miraba en sus ojos. Sí, pero era para verme muy chica, muy manejable, como si yo misma fuera hija mía.
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¿Cuáles fueron las primeras influencias que distinguen la lírica del autor?