He disfrutado mucho con la novela Ihalma, donde lo terrenal y lo divino se une de una manera magistral. Una novela muy entretenida pero a la vez te deja en la retina muchas reflexiones lo rápido que vivimos sin disfrutar de lo que tenemos, como algunas situaciones nos pueden superar y la línea entre virtudes y las debilidades humanas es muy fina. Patrizia ha construido una historia que te atrapa desde el primer párrafo. Donde mezclará magistralmente dos mundo: el terrenal en la figura de Garyan y el divino a través de Daniel. Es una historia que muchas reflexiones una de ellas es como el amor mueve el mundo y como los malos pensamientos pueden bloquearnos y llevarnos a sacar lo peor de las personas. Porque en el fondo de la novela vemos la importancia de las relaciones humanas. Es una historia llena de sentimientos, un libro en el que la autora nos cuenta las virtudes y las debilidades del ser humano. La autora ha cogido una temática muy arriesgada como es el bien frente al mal, los ángeles frente a los demonios, lo terrenal frente a lo divino y lo ha tratado de una manera sencilla, natural, sin estridencias. Con un lectura ágil, combinando magistralmente las descripciones de las personas y los lugares con unos diálogos muy bien construidos. En algunos momentos del libro, sobre todo en el primer capítulo, el dolor que transmite está tan bien redactado que parece que estuvieras viviendo esa escena. A través de Ihalma, Patrizia consigue que el lector sienta esos sentimientos que se van generando en los personajes, ya sea en Daniel, Garyan o Marisa. + Leer más |