Olvidar a Ethan

La realidad que esconde en ODIAR A ETHAN, es algo que se ve incluso en la misma sinopsis. Los que se pelean se desean, a pesar de que ciegamente den patadas al destino con tal de no ver las obviedades. El sentido del humor es la clave de esta obra, ya que los encuentros que pretenden ser ácidos, siempre vienen cargados de el gran afecto sincero que se van negando a admitir. Mi personaje favorito es Rachel por lo que tiene que pasar, pero Ethan le sigue a la saga muy de cerca, porque ambos son encantadores. La compenetración es perfecta, y la autora sabe jugar una y otra vez con los personajes para que simplemente disfrutes. Porque a pesar de que las cosas no son un secreto, la autora te permite divertirte ante las "ácidas" respuestas que se dan, sin poder ocultar el verdadero mensaje oculto que se niegan a ver. Haciendo de esta obra mi preferida de la autora.

Whitney G, tiene una pluma sensual, no lo voy a negar. Pero cuando se trata de ingenio y sentido del humor, me ha dejado encantada. Estoy deseando probar más de este tipo de obras, por lo que voy a tener que caer en todas las que tiene, para descubrir alguna más. ¡Feliz lectura!


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Olvidar a Ethan de Witney G. Ésta autora me ha conquistado en múltiples ocasiones... otras no tanto; pero pase lo que pase, es de esas escritoras que te crean adicción.
Lo importante es que ahora con esta historia me enamoró totalmente; que lindos personajes y sobretodo que hermosa relación la que siempre ha existido entre ellos. Y no me refiero a ésa absurda rivalidad que llevan desde que tenían siete años y medio. Sino a ése cariño disfrazado de odio, que han intentado enmascarar delante de todos, incluso de ellos mismos..

Con una lista de canciones de Taylor Swift bastante extensa, Witney nos trae la historia de Ethan y Rachel; quienes con las ansias típicas de la niñez por hacer amistades, se llevan una gran decepción a los siete años al conocerse. Lo que pensaron sería el inicio de una gran amistad por ser vecinos, en realidad fue el inicio de una hermosa, fuerte y apasionada enemistad. La cual es llevada y consolidada a través de toda clase de mensajes escritos, desde mensajes de texto, notas y carteles; hasta cartas extensas que recorren el mundo para llegar a su destino. Todo con el fin de molestarse y recordarse mutuamente el odio que se profesan. Fieles con el paso de los años el uno al otro... a su peculiar estilo.
Rachel, de una forma inexplicable... Una rechazada por sus compañeros, una joven inteligente y al parecer demasiado listilla para el gusto de los demás; tal vez, sea ésa inmensa necesidad de tener amigos y su intensidad, lo que produce un instantáneo rechazo en las personas que conoce. O ése carácter endemoniado que surge cada vez que recibe algún tipo de crítica. El único que parece entenderla y conocerla en su totalidad, es la única persona que desearía tener a un millón de kilómetros de distancia, y aún así, él se las arregla para llegar hasta ella.
Ethan, por el contrario, el "mister popular" el chico más aclamado, no sólo por su paso en el Instituto, sino también en la Universidad, el eterno seductor por el que todas las chicas suspiran... menos ella... la chica que desea que lo olvide... Y olvidarla a su vez.

¿Se puede estar enamorada de un libro? SE PUEDE.
Ya había leido otros libros de esta autora y tengo que decir que se está convirtiendo en una de mis autoras favoritas. Lei Carter y Arizona y me gustó mucho también, luego descubrí que en este libro se menciona cositas de CyA y me encantó.

Me ha encantado de principio a fin. Ese odio que dicen tenerse desde que eran pequeños.. en el fondo saben ambos que no es asi. Esas cartas que se mandaban desde peques y que aún lo siguen haciendo, eso lo dice todo!!! Y no solo eso, según va pasando la historia hay momentos que sucedieron en el pasado que también te lo van confirmando.

Es un libro que recomiendo 100%.

Debería empezar diciendo que compré este libro por equivocación pensando que era otro. Por eso cuando lo empecé a leer allá por Agosto pensé que no sabía cómo iba a llegar de dónde estaba leyendo a lo que había leído en la sinopsis y tras unas páginas me puse a buscar para darme cuenta de que, evidentemente, me había confundido.

No obstante había leído otras cosas de la autora y recordaba que no estaban mal así que decidí darle una oportunidad.

Este libro está marcado como el 1 de una serie pero en realidad no tiene continuación segú nhe visto, simplemente la autora lo encaja en el mismo marco que Carter y Arizona (al cual también le di 2 estrellas en su momento) aunque este otro del que hablo sería más de friends-to-lovers.

Olvidar a Ethan pretende ser un enemies-to-lovers pero te das cuenta desde el principio de que muy enemigos no son por mucho que lo repitan y luego según avanzas en la historia y descubres cosas del pasado te preguntas cómo ha podido nadie creer que eso era posible.

Prepárate para sentirte engañada leyendo. Parece que algunas cosas ocurren por primera vez y los personajes se sorprenden de que pase algo así y de hecho tú misma dices: ¡parad parad! ¿cómo habéis llegado a este punto tan rápido? Ay amiga, es que hay cosas que no sabemos y que nos contarán al final del todo que hacen que se entienda mejor el desarrollo.

Aún así te presentan a unos personajes que son de una manera y luego ves continuamente como hacen cosas, dicen cosas y piensan cosas contrarias a como se habían establecido en un principio.

Por otra parte hay un montón de "otras cosas" pasando... personajes secundarios que hacen cosas, tramas paralelas que no importan una mierda ni se resuelven ([¿qué pasa con el trabajo de la floristería? ¿la de la librería no reconoce a Ethan después de ir a comprar libros para Rachel mil veces? ¿los personajes secundarios le importan a alguien? ¿cómo Greg acaba con Penélope? (en serio, estoy fascinada con este tema) ¿el cambio de personalidad del padre de Ethan? ¿y lo de las cartes de la madre muerta? Y, disculpadme pero que a Ethan le parezca fantástico que el tío engañe a Rachel diciendo que estaba en fase IV de cáncer después de lo que le pasó a la madre me da la sensación de que tiene la empatía en el culo... o que a la autora se le ocurrió matar a la madre después ¿? (hide spoiler)] en fin...). Todo eso me molesta mucho porque cuando parece que va a ocurrir alguna cosa importante o van a tener una conversación intensa... se ponen a follar.

Y yo soy fan de la erótica a tope, incluso puedo disfrutar de tramas en las que follar sea la gran parte de la trama... pero dame ALGO de trama, no me la cortes para sacar el nabo a pasear.

Entonces tenemos personajes (principales y secundarios) que sufren trasplantes de personalidad, tramas que se presentan pero no se cierran porque dejan de importar, drama gratuito que solo está para (supuestamente) hacer avanzar la trama aunque es más un "yo lo sabía antes que nadie", un romance nada creíble, muchas escenas de sexo random...

¡Y una especie de universidad en un crucero! Que estoy viviendo el 2020 en mis carnes y estas cosas absurdas o plot-twists deberían parecerme genial pero... ¿universidad en un barco? Y si tienen tanta pasta todos ¿por qué tienen problemas para pagar el alquiler al principio del libro? En fin...

Mi recomendación es que si te pica la curiosidad la trama te lo leas porque daño tampoco hace, pero no lo recomiendo, ve a leer otra cosa, de verdad.

Ethan y Rachel se conocieron cuando tenían siete años y medio. Fue odio a primera vista. Desde ese momento se convirtieron en enemigos, haciéndose trastadas el uno al otro y enviándose cartas no demasiado amistosas; excepto durante sus pequeñas treguas. Ya en la universidad, una casualidad los convierte en compañeros de piso. Y puede que descubran que ya no son tan enemigos como les gusta pensar.

Los protagonistas de esta novela son dos jóvenes que se han detestado desde el primer momento. Él estaba cansado de que en su calle solo hubiese niñas con las que jugar, así que fue una decepción cuando el niño de la nueva familia resultó ser una chica. A ella no le gustó cómo se comportó cuando él entró en su habitación y se metió con ella por sus gustos, a pesar de que los compartían. Y así fue como comenzó una guerra que duró hasta el último día de instituto, cuando finalmente tomaron caminos separados.

Rachel es una chica que siempre se ha enfrentado a la soledad y a las burlas de sus compañeros por llevar ropa “de chico” y tener aficiones “de chico”. Era la rara de la escuela. Aunque ella siempre era simpática con todo el mundo y nunca dejaba de intentar hablar con todos. ¿Su gran pasión? Escribir cartas a la gente, algo que tampoco veía nadie como normal. Es una chica muy inocente, bastante ingenua, alegre, buena persona. Es un bollo de canela con todas las letras. Una chica que ve el mundo con unos ojos preciosos. Y por eso se lleva tanto disgusto. Es soñadora hasta la médula. Tampoco sabe cómo socializar, ya que nunca la dejaron hacerlo. Y también tiene mucho genio y coge buenos rebotes cuando se enfada. Ha sido mi personaje favorito. Para protegerla y cuidarla para siempre.

Ethan tiene sus cosillas. Siempre ha sido un chico bastante creído, con el ego del tamaño de un elefante, un ligón sin remedio y muy popular. Digamos que es así porque tiene carisma y la gente siempre se ha acercado a él y ha ido a buscarle. También es muy inteligente, aunque tiene que enfrentarse siempre a las expectativas de su padre y al futuro que le tiene planeado. Y tiene un lado dulce muy cuqui, que solo saca con ella, pero no demasiado, ya que son enemigos. Los dos son un par de tontos, os lo digo yo.

En cuanto a secundarios, no tienen demasiada importancia, ya que la historia se centra mucho en ellos dos. Hay algunos momentos con las familias de ambos, que son importantes para la evolución de los personajes. Y el que tiene algo más de presencia es Greg, el otro compañero de piso. Un chico aparentemente inteligente, que saca buenas notas, pero que no lo parece por lo fiestero que es y las ideas locas que tiene. Me ha parecido muy divertido.

Le tenía muchísimas ganas a esta historia. La autora suele gustarme mucho y sabéis que adoro los new adult por encima de todas las cosas. La historia no se centra solo en el presente, sino que también tendremos capítulos ambientados en algún momento significativo del pasado. Iremos viendo lo trastos que eran los dos y las trastadas que se hacían el uno al otro: desde quemar muñecos a delatar al otro cuando hacía algo prohibido. Eran ese tipo de niños que un adulto mira y sabe que en realidad se quieren. Eran incapaces de despegarse el uno del otro.

La relación entre los dos es muy divertida, porque ninguno se corta con el otro. Es incluso cruel, pero los dos a partes iguales. Un claro ejemplo de ‘los que se pelean se desean'. Creo que ese dicho es lo que mejor define esta novela. Es una historia donde dos jóvenes vuelven a pasar tiempo juntos después de estar tanto tiempo separados, donde el contacto ha sido a través de cartas y unas pocas llamadas de teléfono. Donde empieza a hacer acto de presencia la atracción, sumada a la experiencia y que les hace volver atrás en el tiempo y ver su pasado desde una nueva perspectiva. Sin embargo, no todo será tan fácil y tendrán algunos escollos que superar.

También me ha gustado la parte de la familia, ya que ambos tienen algunos problemas con las suyas. Son cosas reales, que pasan mucho y que merecen esa visibilidad. Aunque igual se soluciona demasiado fácil para mi gusto. Otra cosa que tengo que decir es que lo he pasado bastante mal con Rachel y con la actitud del mundo hacia ella. No me parecía nada justo y no ha sido agradable para mí leer esas partes de bullying.

En cuanto a la narración, el libro está contado en primera persona desde la perspectiva de los dos. La de ella más ingenua y soñadora. La de él algo más avispada y realista. Está estructurada en capítulos muy cortos que agilizan la lectura, intercambiando el presente con los flashbacks del pasado. Es una lectura rápida y fluida, llena de diálogos y que va al grano, por lo que las páginas pasan sin que nos demos cuenta. Quizás es incluso demasiado rápida. Eché en falta algo de pausa en algunos momentos, más desarrollo en las evoluciones, que se asentara un poco más lo que estaba pasando. Pero que he disfrutado de todos modos. Uno de los puntazos es el tema de las cartas, que son como libros abiertos, que nos ayudarán a conocerles muy bien y que dejan entrever ese cariño que se tienen desde el principio, por mucho que quieran enmascararlo o se cieguen completamente a él. Son muy divertidas de leer y muy tiernas a la vez.
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He devorado el libro, signo de que me ha encantado.
Whitney ya suele gustarme, pero este libro me ha atrapado y me ha parecido otro nivel, ya que en el resto, tal vez el tema del sexo tenga más peso que en este.
Los personajes son encantadores y desde el inicio les coges el cariño que merecen y todos sus actos hacen que todavía les quieras más. No solo a ellos, sino los secundarios también nos han dado momentos top, como por supuesto, Greg.
La idea de las cartas me ha hecho tremenda ilusión, y me flipa el rollo que se llevan en ellas, sobre todo cuando te los imaginas de más pequeños.
Un libro muy logrado.

¡Hola a todos!

Vuelvo a tener en mis manos un libro de una autora que suelo disfrutar mucho, Whitney G. Aunque generalmente prefiero sus libros de género erótico, en este nos encontramos una historia New Adult con algunos toques de erotismo.

No he leído Carter y Arizona pero debe estar relacionado de alguna manera ya que en este libro se les menciona un par de veces, aunque no entendí muy bien el contexto al no haberlo leído.

En Olvidar a Ethan vamos a encontrar una historia enemies to lovers.

Lo de Rachel y Ethan fue odio a primera vista desde que se conocieron a los 6 años y medio. Él ya estaba predispuesto a que ella no le gustará pues esperaba que su nuevo vecino fuera un niño y no quería otra niña en un vecindario ya repleto de ellas, pero ella nada más verlo le ofende diciéndole que es feo, y él le responde corrigiendo su ortografía (sí, a sus 6 años Ethan ya forma parte de la policía ortográfica) y ella le empuja por las escaleras, así que la guerra entre ambos está servida.

Al ser vecinos se ven obligados a soportarse ya que sus padres les obligan a ir juntos al colegio cuando son unos niños y que Ethan lleve a Rachel al instituto cuando son ya más mayores. Son los típicos amienemigos y a pesar de su animosidad se escriben notas y cartas (casi siempre llenas de quejas y reproches) desde muy pequeños, una costumbre que no han perdido al ir haciéndose mayores. Ambos han sido una constante en la vida del otro desde niños y a pesar de sus diferencias siguen estando ahí para el otro cuando se necesitan.

Son como dos hermanos que se fastidian continuamente pero que en el momento de la verdad se preocupan mucho el uno por el otro.

Él siempre ha sido el chico más popular, el rey del baile durante años y eso no cambia al llegar a la universidad, donde seguirá siendo uno de los chicos más guapos y populares, Pero Ethan no es todo físico, es un hombre muy inteligente que va muy avanzado en sus estudios. Va a seguir los pasos de su padre para hacerse cargo de la empresa familiar, aunque en secreto a él lo que le gusta es la literatura y terminar de escribir su libro. Ethan comparte piso con Greg, un muchacho bastante alocado que prende fuego a la casa donde viven durante una de sus fiestas, por lo que tendrán que buscar un sitio nuevo para vivir. Greg encontrará la casa perfecta frente a la playa, la única pega que tiene es que es demasiado cara para ellos dos por lo que deberán encontrar un nuevo compañero de piso.

Para evitar tener que seguir lidiando con Ethan también en la universidad, Rachel decidió cursar sus estudios en Semestre en el mar, donde combina sus estudios universitarios con la vida en un barco, aunque le falta el último año, la falta de amigos y la ruptura con su último novio la harán decidirse a volver a casa para seguir cursando sus estudios en tierra por lo que tendrá que encontrar un lugar donde vivir. al estar avanzado el curso Rachel no encontrará disponible la habitación que iba a compartir con una de sus amigas por lo que, por cosas del destino, terminará compartiendo piso con Ethan y Greg. Ethan no la quiere de compañera de piso dado su historial de enemistad mutua, pero tendrá que ceder ante la presión de Greg. Con la convivencia su relación dará un giro de 180° y a partir de ahí las cosas se pondrán muy muy calientes entre ambos.

El libro tiene 304 páginas divididas en prólogo y 34 capítulos. La narración está a cargo de los dos protagonistas, Ethan y Rachel, con ciertos flashbacks mediante lo que nos irán narrando los momentos más importantes desde su infancia al momento actual. Conforme avanza la historia y comienzas a conocer el pasado común de ambos empiezas a darte cuenta de que realmente nunca han sido realmente enemigos, aunque ninguno de los dos sea consciente de ello, ni quiera reconocerlo ante sí mismo, ni mucho menos ante el otro.

La lectura es ágil y fresca, y os puedo asegurar que la pluma de Whitney es totalmente adictiva, sus libros se devoran casi sin darte cuenta. Los protagonistas tienen una química que traspasa las páginas. Una mención especial a la correspondencia entre ambos, llena de piques y química.

Olvidar a Ethan es una historia fresca que he devorado en un pispas, llena de momentos que he disfrutado mucho pues tiene momentos tiernos, divertidos y muy sexys, una historia de esas que una vez la empiezas no puedes dejar, las páginas se devoran, una historia amena y entretenida que te hará pasar un buen rato.
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Olvidar a Ethan ha conseguido sacarme del bloqueo lector, llevaba tiempo buscando una lectura diferente y Whitney G. ha conseguido atraparme página tras página. La trama de la novela me ha parecido muy interesante, sobre todo porque he adorado ese “enemies to lovers”. Rachel y Ethan se llevan a muerte, han sido enemigos desde que se conocieron cuando eran pequeños, pero conforme van creciendo se van dando cuenta de que no eran tan enemigos como pensaban. El argumento de la novela es tan adictivo que no podrás parar de leer.

Hace tiempo leí otro libro de la autora que me gustó mucho, Carter y Arizona (mencionar que en Olvidar a Ethan hubo un guiño de Carter y Arizona que me encantó encontrar), también publicado por Ediciones Pamies con el sello Phoebe. No puedo estar más contenta de haberme animado una vez más con la autora porque esta historia también me ha gustado un montón. Es cierto que el comienzo se me hizo un poco raro y no conseguía engancharme del todo, me estaba entreteniendo pero no más. Y es que los protagonistas, sobre todo la femenina, tienen una forma de ser bastante peculiar e incluso chirriante, no es que no congeniara con ella, es que me parecía algo infantil, extraña. Y cosas que pasan en la trama también las considero algo exageradas pero he terminado por darme cuenta que es que la esencia de la historia es esa, no solo la historia de amor entre los protas (que por cierto me ha parecido preciosa) sino que tiene un toque de humor bastante interesante y que al final pasó de no convencerme a engancharme. También es cierto que a partir de la mitad el libro se vuelve más profundo, más bonito y más intenso y eso hizo que no pudiera parar de leer. Sin duda alguna recomiendo este libro (y ya que estoy también el de Carter y Arizona que creo que nunca hablé de él por aquí) y tengo claro que leeré más libros de esta autora.


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Tengo sentimientos encontrados con este libro. Empezó bien, divertido, con un toque de picardía, con ese algo que tienen algunos libros que hacen que te enganches a saber más, pese a estar llenos de clichés. Pero, se me desinfló.

En parte porque la historia me empezó a resultar algo inverosímil, en parte por la protagonista a la que ha llegado un momento que no aguantaba. Demasiado infantil, inmadura y egoísta. Un todo, vamos.

Al final he leído un poco a saltos, por saber cómo acababa y poco más. Me da rabia porque el anterior libro que leí de la autora me encantó, y es cierto que la narración es buena, engancha mucho ya os digo, pero con este ha sido un no. Un no gigante.