El hombre en busca de sentido

[…] quien tiene un "porqué" para vivir puede soportar casi cualquier "cómo" […]»(Nietzsche).

Yo decía, y mis compañeros estaban de acuerdo, que en el "Lager" el día duraba más que la semana.

[…] todos los aspectos de la vida son significativos; también el sufrimiento. Si hay un sentido en la vida, entonces debe haber un sentido en el sufrimiento. La experiencia indica que el sufrimiento es parte sustancial de la vida, como el destino y la muerte.

[…] al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: "la libertad humana -la libre elección de la acción personal ante las circunstancias- para elegir el propio camino".

En aquel campo, de cuyo ulterior infierno me había escapado a tiempo, había hecho su aparición el canibalismo.

Me parecía más sensato intentar ayudar a mis compañeros como médico que vegetar o perder la vida como el trabajador inútil que era entonces.

El humor es otra de las armas del alma en su lucha por la supervivencia.

De vez en cuando se improvisaba algo parecido a un espectáculo de cabaret. Se despejaba temporalmente un barracón, se apiñaban unos bancos y se planeaba un programa.

Comprendí que un hombre despojado de todo todavía puede conocer la felicidad -aunque sea solo por un instante- si contempla al ser amado.

En una ocasión presencié algo que jamás había visto en mi vida anterior, aunque se relacionara tangencialmente con mis intereses profesionales: una sesión de espiritismo.