Las que estamos muertas

Deka siempre ha vivido bajo la sombra de la sospecha. Su madre era muy diferente de las personas que vivían en Irfut y estas siguen considerando a Deka impura. Por este motivo Deka anhela el día en el que se realice el ritual de la primera sangre, en el que a todas las chicas del pueblo les hacen el primer corte para revelar si la sangre que corre por sus venas es roja o si por el contrario es dorada y las marca como impuras. Cuando este día llega, se cumplen los peores pronósticos para Deka, su sangre es dorada y todo el pueblo, incluido su padre, la rechaza. A partir de este momento Deka es encerrada y sometida a las peores torturas, llegando a un número de casi muertes increíble, lo que la marca como antinatural. Cuando Deka piensa que su sufrimiento no acabará nunca una mujer misteriosa llamada Manos Blancas aparece para hacerle un inesperado trato, unirse a las "alaki", mujeres guerreras impuras que luchan bajo el estandarte del emperador contra el peor enemigo del reino, los mortoaulladores. Tras las dudas iniciales Deka decide aceptar la propuesta y así es como empieza su nueva vida como recluta en uno de los campamentos más duros del ejército del emperador. Pero a medida que Deka empieza a entrenarse y desarrollar sus habilidades empieza a descubrir secretos y misterios que rodean a los mortoaulladores que solo la intrigan cada vez más.

El libro en líneas generales me ha gustado. Todo el mundo creado por la autora me pareció bastante original. La autora nos presenta un mundo regido por el patriarcado en el que las mujeres no tienen casi ningún derecho y en el que su único papel es convertirse en buenas esposas. Además las mujeres viven bajo el miedo de ser impuras, lo que viene marcado por el color de la sangre, si es dorada en vez de roja, ya que las marca como descendientes de las Áureas, unos demonios que dieron forma al mundo pero que son odiadas por todo el reino. Además todo el tema de los mortoaulladores me intrigó bastante, unas criaturas que asesinaban a poblados enteros, inteligentes y capaces de desarrollar nuevas habilidades. También me gustó todo el tema de las alaki, su entrenamiento, las habilidades especiales que tenían, que las emparejasen con un recluta hombre para formar una pareja de guerreros perfecta. La verdad es que la ambientación del libro creo que es lo mejor. La pluma de la autora también me gustó es ligera, ágil y con las suficientes descripciones para ayudarte a imaginar todo lo que ocurre en cada momento. Además tiene los suficientes giros en la trama y la acción justa para engancharte más en la historia a medida que vas leyendo. En cuanto a los personajes creo que están bien, todos están bien construidos y tienen su papel en la historia. Por destacar mencionaría a Deka, ya que es la que más evoluciona y sobre la que recae casi todo el peso de la historia aunque también me gustaron bastante Manos Blancas, el Emperador o Keita. También hubo algunas cosas que no me convencieron, por ejemplo la resolución final del libro así como todo el tema de los mortoaulladores me parecieron que no se concluían de la mejor manera ya que quedaban cosas sin resolver y algunas de las explicaciones que la autora daba me parecieron de lo más extrañas. Otra cosa que no me convenció fue el tema del romance, aparece sin que haya una evolución clara entre los personajes, me hubiera gustado que se produjera de una manera más lenta y pausada y con mayor número de interacciones entre los personajes. No obstante me gustó el mensaje de empoderamiento de la mujer que la autora quiere transmitir así como otros temas que aparecen en la historia como el descubrimiento personal, la lealtad hacia los amigos, el tema de las traiciones familiares, etc. En definitiva un libro entretenido que creo que todos los fans de la fantasía disfrutarían.

Deka lleva toda su vida viviendo bajo los estrictos preceptos del Saber Infinito de Oyomo para intentar encajar en Irfut. Pero allí todos la siguen tratando como si fuese una extranjera debido a que su madre era una forastera y en apariencia era bastante diferente a los ciudadanos de Irfut. Por esto Deka espera con muchas ansias y algo de temor el momento en el que se tendrá que enfrentar al ritual de la pureza, un ritual en el que las mujeres demuestran si son puras o no en su sangre. El día del ritual, la aldea de Deka es atacada por mortoaulladores, unas criaturas que son los principales enemigos del reino, y durante el asalto se descubre que su sangre es dorada lo que la marca como impura. Después de esto Deka es encerrada en un sótano donde muere una y otra vez a manos de la gente de su tribu. Cuando ya ha perdido la esperanza y solo ansía morir, Deka recibe la inesperada visita de una misteriosa mujer que le propone el trato de unirse a las “alaki” un ejército de chicas que lucharán por la seguridad de Otera. ¿Estará Deka lista para unirse a ese ejército y abandonar su antigua vida o las creencias en las que siempre ha creído la frenarán?

Llevaba queriendo leer este libro desde que conocí que se iba a publicar en EEUU. Lo primero que me llamó la atención fue su portada, me parece preciosa y que refleja muy bien la esencia de la historia de este libro. La trama también me llamó mucho la atención por el tema del feminismo. Ahora que lo he leído puedo decir que el libro me ha gustado pero no me ha llegado a encantar porque ha habido algunas cosillas que no me han terminado de convencer. Lo que más me ha gustado del libro ha sido la gran cantidad y diversidad de criaturas que ha creado la autora: mortoaulladores, equus, etc. Todas ellas criaturas muy originales tanto en su aspecto como en sus habilidades. La ambientación me gustó pero tengo que reconocer que se me quedó algo pobre, hubiese preferido que la hubiese desarrollado un poco más. La historia tiene lugar en Otera, un reino que se puede asimilar a cualquier país africano en el que gobierna el emperador Gezo y la población se disemina por el reino en pequeñas aldeas. La trama me pareció interesante y muy original pero fui de más a menos con ella. Es verdad que estuve enganchada de principio a fin ya que me intrigaba mucho la historia de Deka, las alaki y el misterio de los mortoaulladores pero el final se me hizo algo predecible. La historia es muy feminista esto queda patente de principio a fin de la novela. Me pareció muy original el planteamiento que dio la autora a la historia y la forma en la que trató el feminismo a lo largo del libro de tal manera que podría ser perfectamente un reflejo del papel al que se ha relegado a las mujeres desde los albores de la historia. El tema de la pureza de la sangre y el dualismo que la autora hizo entre las mujeres y los demonios me gustó porque me pareció una forma muy buena de introducir estas ideas en la trama al igual que el tema de la religión que creó la autora y el tema de las Áureas. En cuanto a los personajes decir que me gustaron, creo que hay varios que están muy bien construidos. Mis favoritos sin duda fueron Keita y Manos Blancas. Este último me gustó porque es un personaje muy enigmático y sobre el que la autora da la información a cuentagotas con lo que sabemos muy poco de esta mujer durante toda la historia. Deka, la protagonista, también me gustó por la gran evolución que sufre durante todo el libro aunque tengo que reconocer que me molestó un poco descubrir el por qué de sus poderes ya que la autora utiliza el cliché del elegido y yo me esperaba quizás otra explicación no tan evidente. En cuanto al romance me gustó pero creo que es más que nada por el protagonista masculino porque en el libro no vemos mucho desarrollo en la relación ya que no hay muchas escenas en las que ambos personajes interactúen. Aunque es verdad que el libro da a entender que la relación habría surgido de forma lenta y eso sí que me gusta. La pluma de la autora me ha gustado y para ser su primera novela está bastante bien. La verdad que tengo ganas de leer la continuación porque no sé muy bien por dónde irán los tiros en el segundo libro. En definitiva un libro que os recomiendo leer si os gusta la fantasía y las historias feministas.

Las expectativas tienden a jugar malas pasadas, pero cuando eres tú misma la que se las crea sin haber leído críticas pueden acabar explotándote en la cara. Las que estamos muertas no solo tiene una bonita portada, sino que todo parecía apuntar a que sería un libro de fantasía diferente y lleno de reflexiones sobre el feminismo. Así que allí estaba yo, libro en mano, dispuesta a descubrir el mundo tan maravilloso que parecía haber traído la autora y sin saber que, a pesar de disfrutar, iba a empezar abril con una pequeña decepción.

Deka ha cumplido 16 años y está contando los días que le quedan para poder pasar por el Ritual de Purificación que la convertirán en una más de la tribu que lleva excluyéndola desde su nacimiento. Sin embargo, cuando le toca pasar por él, algo no sale como esperaba. Su sangre es tan dorada como la de los demonios que habían masacrado a su pueblo. Su dios la ha abandonado y la ha marcado como impura dejándole solo una opción: la muerte.

El mundo de Las que estamos muertas está fuertemente jerarquizado. En la cúspide se encuentran los hombres que pueden convertirse en emperadores, reyes, soldados, altos cargos, etc. le siguen las mujeres que quedan relegadas a un segundo plano, obligadas a llevar una máscara que les oculte el rostro y las marque como elegibles para un casamiento. Si esta estructura cambia, se pierde el favor de Oyomo, y puedes acabar con la sangre dorada de las impuras, el máximo castigo que una mujer puede tener. Por eso todas obedecen y cumplen con su deber sin cuestionar lo establecido.

La religión ocupa, como vemos, un papel fundamental en la creación de esta estructura, pero lo que realmente mueve el mundo es el miedo. Desde la cuna se les ha dicho que los demonios atrapan a las mujeres que se salen de la norma y las convierten en impuras así que crecen preparándose para pasar por el ritual que las hará parte de una sociedad donde su única misión es casarse y tener hijos. El constante terror que tienen a fallar se ve palpable en las palabras de Deka que constantemente reza a su dios y pide perdón cuando da un paso en falso. Es difícil para ella cuestionarse lo que le han enseñado desde que nació y vive con miedo de las diferencias y de la impureza.

La autora ha sabido representar de una forma asombrosa e interesante lo mucho que influye la cultura, la crianza, la religión y el miedo en el condicionamiento humano. Además, ha sabido plasmar lo difícil que es cuestionarte lo que siempre has conocido y otros temas como el maltrato, el abuso, la guerra y, el más importante, la sororidad. Sus personajes femeninos saben dejar atrás sus diferencias para luchar por una misma causa.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce (nunca mejor dicho) y, a pesar de tener una base tan fuerte como es el feminismo, la sororidad y la religión en un mundo muy bien ambientado en cuanto a criaturas y naturaleza, podemos observar muchos errores que le han impedido ser lo que esperaba.

En primer lugar, carece de profundidad. La idea es buena, pero no ha sabido desarrollarla del todo y lo que podía haber dado que pensar ha terminado siendo superficial. La hermandad entre los personajes femeninos surge de la nada y carece de una construcción trabajada. Además, aunque tratan de recalcar que han tenido muchos problemas y que son odiadas por su impureza, el daño que les han causado y los traumas psicológicos parecen olvidarse la mayor parte del tiempo. de la noche a la mañana, Deka deja de lamentarse y se convierte en una gran guerrera. He echado en falta un proceso de cambio, es decir, una evolución que me haga creerme que van superando sus problemas y que las haga cada vez más fuerte.

Esta carencia se ve aumentada por la cantidad de saltos y agujeros que hay en la trama. Muchas partes de esta que aparecen como importantes en un momento dado se quedan en el olvido hasta que, de pronto, los personajes parecen acordarse de que habían hablado de ello o que había pasado. Además, te plantean dudas que no terminan de resolverse como el gran spoiler (la historia de la madre) o que desaparecen como si nunca hubiesen aparecido en la historia. Si no te conecta la trama es muy difícil que se de profundidad a los personajes, a la ambientación o a la historia en sí.

Por último, algunas relaciones entre los personajes han terminado resultando forzadas y demasiado instantáneas. En el fondo, podemos ver que la falta de profundidad y los agujeros en la trama que convierten Las que estamos muertas en un libro flojo, también ha afectado a este aspecto. Si momentos importantes acaban siendo más rápidos que Flash ¿Cómo no lo iban a ser las relaciones de familia, amor y amistad?

En conclusión, el libro prometía ser la historia del año, pero la idea de la autora fue perdiendo fuerza debido a su ejecución. Aún así, he disfrutado mucho leyendo y he sido capaz de encariñarme con algunos personajes como Brittha por lo que no puedo dejar de recomendarlo. Eso sí, si lo empezáis, tened en cuenta que su interior no brilla tanto como su portada y que es mejor leerlo cuando no queráis una gran sorpresa, sino una historia agradable y entretenida.
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Lo primero que me llamó la atención de Las que estamos muertas fue, evidentemente, la portada. Me parece espectacular. Pero es que la historia que aguarda entre las páginas de este libro no la desmerece en absoluto.

Es cierto que durante los primeros dos o tres capítulos todo resulta un poco confuso. No hay una introducción, sino que la historia empieza el día que Deka debe someterse al ritual de pureza, y nos encontramos en un mundo creado por la autora. Esto significa nuevos dioses, demonios, criaturas, ciudades… En fin, todo lo que conlleva un mundo de fantasía. Pero poco a poco y sin darte cuenta, tu cabeza va asimilando toda la nueva información y dejas de tener que fijarte. Y la pluma de la autora es una maravilla. Ese tipo de escritura con el que te olvidas de que estás leyendo y te sumerges completamente en la historia. Te atrapa.

Y poco a poco la historia se va volviendo más compleja. Y lo que parecía cierto al principio deja de serlo de pronto. Y aparecen nuevas certezas, algunas que resultan ser ciertas y otras que no. Cambian los enemigos, cambian los aliados y vuelven a cambiar. Y tú mientras no puedes dejar de leer.

Si hablamos de los personajes, hay varios a los que me gustaría destacar sin hacer spoilers. En primer lugar, Deka, la protagonista. Es cierto que empieza la historia siendo bastante pánfila, y aunque poco a poco va evolucionando, espero que en los próximos libros lo siga haciendo. Aún así, es inevitable empatizar con ella y cogerle cariño.

En segundo lugar, Manos Blancas. Ella y sus secretos, que se van desvelando poco a poco, hasta que… bueno, ya lo descubriréis.

Y, en tercer lugar, y sin contar nada de ellos, ni siquiera quienes son, se han llevado un trocito de mi corazón Britta, Belcalis, Adwapa y Keita, cada uno por motivos diferentes. No puedo esperar a que los conozcáis y me deis vuestra opinión sobre ellos.

Conclusión: necesito YA la continuación de este libro. Por lo que he visto va a ser una trilogía, y no tengo ninguna intención de perderme lo que está por venir.

Lo que más me gusta: El giro final. Hay cosas que me imaginaba desde mitad del libro, más o menos, pero otras no las he visto venir.

Lo que menos me gusta: Que no tiene ilustraciones, y yo necesito desesperadamente una de Ixa.

Este libro es para ti si… te gustan las historias de fantasía, con criaturas y deidades nuevas, secretos, giros inesperados y mujeres que luchan por hacerse con el control de sus vidas.
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Una lectura que me ha sorprendido por su narración y por el worldbuilding que tiene porque me ha parecido una de las mejores cosas que hay en el libro. Por otro lado los peros que le encuentro al libro son unos cuantos, pero aún así es una historia que se puede disfrutar y entender, pero yendo sin expectativas.

Los personajes me han gustado, pero hay algunos detalles con los que no me han terminado de convencer porque me han parecido un poco forzados y que les faltaba profundidad.

El final de la historia me ha parecido brutal y muy genial para todo lo que estaba siendo la historia, me ha parecido de lo más adecuado para la historia y me muero de ganas de saber como sigue este mundo que ha creado la autora.