Nunca

Un necio sólo era un necio, pero un necio en la Casa Blanca era la persona más peligrosa del mundo.

Los líderes mundiales estaban asustados, Rusia y el Reino Unido, que por lo general siempre estaban en bandos opuestos, habían aunado fuerzas en el Consejo de Seguridad de la ONU para forzar un alto el fuego. Francia los había apoyado.
Cabía la remota posibilidad de que el líder supremo aceptara la propuesta de la presidenta Green, detuviera el contraataque y asistiera a la conferencia de paz, pero Kai era pesimista al respecto. Para un tirano era difícil dar marcha atrás. Parecía un signo de debilidad.

Una mentira da media vuelta al mundo mientras la verdad aún se está calzando.

Un necio sólo era un necio, pero un necio en La Casa Blanca era la persona más peligrosa del mundo.

Pero en el mundo, al igual que en el patio de un colegio, las palabras violentas provocan actos violentos.

El comunismo es una misión sagrada. Está por encima de todo lo demás, incluso de nuestros lazos familiares y nuestra propia seguridad personal.

Toda catástrofe comienza con un problemilla que se enquista.

Quien hace el bien se gana enemigos.

La vida es riesgo. Y la política es el arte de evitar esos riesgos.

El poder no se encontraba en un solo lugar, sino en una red increíblemente compleja, en un conjunto de personas e instituciones clave que carecían de una voluntad común y empujaban, todas ellas, en direcciones distintas.