Dos hermanas

Primer libro que Leo de David Foenkinos y ya anticipo que no será el último.

En dos hermanas un narrador omnisciente nos relata la ruptura de Mathilde con su pareja, su sufrimiento, como encaja su nueva situación de mujer abandonada.

Nos cuenta su relación con su hermana ante tal encrucijada. La desolación de una, la responsabilidad de la otra.

Foenkinos nos muestra los pensamientos mas recónditos de los personajes, sus miedos e inseguridades. La transformación a la que se llega cuando el dolor abruma.

Foenkinos mantiene en vilo al lector, porque lo que empieza con un drama personal va mutando hacia un thriller psicológico que te atrapa, incómoda y sorprende dejándote con la boca abierta.

Novela inquietante y sorprendente que, desde luego, recomiendo.

Dos hermanas es un libro corto pero con una trama interesante e intensa, la cuál discurre alrededor del personaje de Mathilde.

Matildhe sufre una decepción tremenda al ser abandonada por su pareja, esta la deja por su ex. Mathilde queda destrozada y cae en un pozo sin fondo del que no parece que vaya a salir tan fácilmente, no encuentra sentido a su vida y se desmorona por completo. Su hermana decide ayudarla y le dice que se vaya a vivir con ella, con su marido y su hija pequeña a su casa.

El autor refleja los sentimientos de angustia, desesperación, dolor de Mathilde, haciendo una evolución del personaje inquietante, que pasa por múltiples estados.

La magnífica pluma del autor, los capítulos cortos y lo bien contada que está, te va metiendo en la historia y no paras de leer, se presiente que algo va a pasar...y vaya si pasa!

No quiero decir más, solo leerla! Es muy corta, se lee muy rápido, es inquietante y perturbadora, no te deja indiferente. Me he estrenado con este autor y por supuesto quiero seguir leyendo más novelas suyas.

Dos hermanas es el segundo libro que leo del autor Foenkinos, el primero que leí fue « Hacia la belleza» y aunque me gustó bastante en su momento tengo que decir que este libro me ha gustado muchísimo más. Este libro nos plantea la ruptura traumática que sufre Mathilde, profesora de literatura, con su pareja Étienne. ¿Por qué es traumática? bueno por que Mathilde no lo ve venir, hacía poco que disfrutaron de unas vacaciones y todo apuntaba en su relación de que el siguiente paso era la boda, pero el pasado vuelve a tocar a Étienne que le comunica a su pareja la intención de separarse de ella sin que ella notara nada, acompañaremos a Mathilde durante este proceso oscuro, como entra en una profunda depresión que le afecta en lo personal como en lo profesional de una manera abrupta, acudiendo a un profesional para que la ayude, una vecina que intenta guiarla cuando Mathilde acude a ella y refugiándose en la casa de la hermana.Aquí, con ella habrá ropa que planchar, Mathilde en su momento más bajo se refugia en el seno familiar que ha formado su hermana de la cual no estaban muy unidas pero que está la acoge sin contemplaciones, con su marido e hija, creando un cóctel de sentimientos y emociones que es una bomba de relojería en Mathilde y que se resuelve de la manera más brutal e inesperada, a mi me ha dado hasta miedo sinceramente. Sin duda un libro que en tan pocas páginas concentra una gran historia, como un perfume concentrado en un pequeño frasco de cristal.

Sin duda para mi Fonkinos me ha ganado con este libro que no he parado de marcar, dejándome con muy buen sabor de boca y con muchas ganas de seguir leyendo más libros tocados con su pluma, ya tengo los ojos puestos en « Número dos» también publicado por Alfaguara.
¿Hasta dónde nos puede llevar la mente humana tras sentirse herida en busca de lo anhelado
?
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Nunca es tarde para descubrir a un buen autor. Es lo que a mí me ha sucedido con el escritor francés David Foenkinos, al que solo conocía de oídas, y que me ha sorprendido muy gratamente. Su novela Dos hermanas ha sido mi primera lectura (seguramente no la última). Anteriormente, y para mi sorpresa ahora, ya había tenido un contacto con Foenkinos a través de la película La biblioteca de los libros no publicados, inspirada en un libro suyo. En ambas obras, se recrean historias que parten de la cotidianidad, pero en un momento dado comienzan a resultar inquietantes, enganchando y llevando en volandas al lector-espectador hasta el final.


Como digo, Foenkinos maneja perfectamente las tramas de sus obras, en un equilibrio entre realidad y hechos surrealistas, que atrapan al lector de una forma muy sutil. Como sin querer, te ves enredado en la vida de unos personajes llenos de magnetismo y no puedes dejar de leer, quieres saber lo que les ocurre.
Es el caso de esta novela, donde nos adentramos en la vida de dos hermanas, personajes aparentemente cotidianos, a las que conocemos en su ámbito más doméstico. Por un lado, Mathilde abre la novela y se nos presenta como una apocada profesora de instituto que atraviesa un mal momento por su reciente ruptura sentimental con su novio, Éthiene. Él la abandona de un día para otro con una fría frase: “Voy a dejar el apartamento”. Las palabras son importantes y ella, profesora de literatura, lo sabe, por ello no hace más que darle vueltas una y otra vez a la ruptura. A pesar de todo, trata de continuar con su anodina vida, entre el instituto y su apartamento. Pero lo que parecen simples escenarios descritos con total naturalidad, poco a poco se van tornando inquietantes, claustrofóbicos, y las emociones se extreman allí dentro. La misma incapacidad de Mathilde de superar la ruptura, la va convirtiendo poco a poco en un personaje perturbador, con comportamientos obsesivos, enigmáticos... A pequeñas dosis se van introduciendo rasgos que distorsionan la realidad, y es entonces cuando el lector ya está completamente enganchado a una historia donde predominan las sombras que se alargan y generan tensión.
Por otro lado, es curioso cómo el personaje de la hermana no aparece prácticamente hasta la mitad de esta breve novela. Mathilde, en su inquietante evolución, precisa de ayuda, y ahí surge la figura de la hermana. Se revive entonces el pasado de las dos hermanas, la tragedia familiar, el modo en que cada una de ellas, desde su diferente personalidad, hubo de vivir los hechos del pasado. Además, y poco a poco, vamos entrando en un nuevo universo oscuro, claustrofóbico: el piso de la hermana. Este lugar también se comprime en torno a los personajes, y las relaciones allí son un caldo de cultivo extraño que va anunciando el final.


Quizá uno de los aspectos más originales y acertados de la novela sean las notas a pie de página: absolutamente geniales. No se trata de anotaciones del traductor, ni de aclaraciones para quienes no conozcan la realidad francesa, son auténticos subtextos creados por el mismo narrador plenos de ironía y humor, en un claro guiño al lector. El sarcasmo con el que trata a sus propios personajes (especialmente la extremada sensibilidad de Mathilde), nos permite volver a la lectura desde una nueva posición de complicidad entre autor-lector.

Finalmente, otro de los alicientes de la novela es la relación de espejo que se establece entre la protagonista, profesora de literatura en un instituto, y la obra de Flaubert. Mathilde es una nueva Emma Bovary tanto por sus comportamientos literarios (un auténtico personaje quijotesco marcado por sus lecturas), como sentimentales (sus afectos y sus rechazos amorosos hacen que caiga en los sentimientos más extremos). del mismo modo, la lectura de la educación sentimental de Flaubert marca un paralelismo durante toda la historia, que nos sorprenderá aún más por el novedoso desenlace final.
Sin duda, una de esas novelas que te dejará pensando y dándole vueltas una vez cierres su última página.

Esta es la historia de Mathilde y Éthiene. Llevan juntos cinco años, hasta que un día de forma repentina él le comunica a Mathilde que quiere dejar el apartamento que comparten juntos. Devastada y con un vacío repentino por la ruptura, decide entonces que su hermana Agathe la acoja en el pequeño piso que comparte con su esposo Fréderic y su hija Lili. Es entonces cuando de forma gradual, se empiezan a tejer nuevos lazos insospechados, en una familia en donde todos luchan para encontrar el equilibrio.
El autor David Foenkinos analiza en esta novela el amor y el dolor, también las relaciones de pareja desde una doble vertiente: la de la persona que se queda enganchada y sufre tratando de entender lo que pasó; y la del otro que abandona y toma la decisión de poner fin a la relación. Está escrita de manera demoledora, capaz de inquietar al lector con unos personajes potentes, con mucha fuerza y con un final aún más sorprendente.
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Es la primera novela de David Foenkinos que leo y me ha gustado muchísimo. Una obra brevísima, en la que se produce un desbordamiento de sentimientos que se transmiten al lector y lo dejan incluso acongojado. Si bien he leído algunas reseñas que ven como exagerada la reacción de Mathilde, su autor lo retrata de tal manera que resulta creíble por completo. Se trata de una protagonista que parece de carne y hueso y con la que sigues esos momentos posteriores a una ruptura como si fueran los tuyos propios. Es cierto que se pueden ver indicios de lo que ocurriría al final de la novela, pero eso no le quita el choque que te produce al leerlo, sobre todo con ese último párrafo, que me parece brillante.

Una gran novela que me deja con ganas de leer más novelas de un autor que me ha entusiasmado por completo.
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Cinco años llevan juntos Mathilde y Éthiene cuando él, tras unos días bastante esquivo, le lanza a su chica el misil más destructivo que ella jamás pudo imaginar, y lo hace con una simple frase: Voy a dejar el apartamento. Una frase que explosiona en ella, se le expande como la espuma, la aniquila, la desestabiliza, la noquea…Ella necesita tiempo para asumir la magnitud de la tragedia, y a la vez todo ocurre demasiado rápido porque, de la noche a la mañana, Éthiene ya no está, ya no es…, ya no será…, o sí es, pero no para ella, no en su vida. El “nosotros” futuro acaba de saltar por los aires, y esa certeza es demoledora.
Partiendo de la separación, Foenkinos analiza las relaciones de pareja desde una doble vertiente: la del que se queda enganchado a una pesada rueda de inercia que es imposible frenar y sufre lo indecible tratando de entender, de asumir, de representar ante los demás y finalmente, sabiéndose perdedor, se abandona al dolor, hasta la otra cara de la moneda, la que se supone más fuerte por haber tomado la decisión y haber, con un periodo de gracia, de adaptación. A pesar de ello, el autor, como suele ser habitual en su narrativa, no inclina la balanza por ninguno de ellos: expone certezas, evidencias, verdades como puños que desde fuera, a los ojos de los demás (dichosos ojos que están fuera), caen por su propio peso.

Quizá por aquello de la justicia poética esta es la historia de Mathilde, una mujer totalmente entregada en su profesión como profesora de literatura. Una historia contada en tercera persona, con una prosa bellísima y a la vez concisa, pero cargada de emotividad, en la que hay párrafos que se te clavan como alfileres en el corazón. Una historia oscura, que avanza y retrocede a través de los recuerdos de sus protagonistas y que son los que nos van permitiendo ensamblar piezas y entender el porqué de la decisión de Éthiene. Imposible contarlo sin haberlo sentido, impresionante esa capacidad del autor de plasmarlo en un texto, y acariciar con sus letras el alma al lector.

Dos hermanas es una novela muy breve, apenas ciento cincuenta páginas que se leen casi de una sentada, y se divide en dos partes no tituladas que podríamos resumir como Mathilde y su derrumbe, y Mathilde trata de salir a flote con ayuda de su familia.

Y os preguntaréis de dónde viene ese título, pero viene muy al caso porque no es esta solo la historia de una ruptura, ni de dos personajes y sus vidas anteriores y posteriores, sino una novela que además habla de la familia, de dos hermanas muy diferentes, la amplia gama de colores que puede tener la felicidad para cada persona, el equilibrio emocional y su estrecha relación con el entorno laboral o las nuevas formas que revisten las relaciones interpersonales en nuestra era. Y todas estos temas y otros tantos más se nos van a quedar en la cabeza dando vueltas aun después de cerrar el libro.

Qué delgada es la línea que separa el amor del dolor y sus desvaríos. Foenkinos ha escrito una historia demoledora: preciosa, dolorosa, inquietante, capaz de zarandear al lector. Una novela llena de recovecos, con unos personajes potentes, llenos de aristas, y con un cierre impactante del que aún estoy tratando de reponerme. No os la podéis perder.
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