La mujer en la ventana

Lo cierto es que esta lectura fue totalmente improvisada, en #Almería tenemos grandes librerías pero sábados por la tarde y domingos se encuentran cerradas por lo que eso de pasear por una librería un domingo como en Madrid aquí es impensable, solo los sábados por la tarde puedes ir a algún hipermercado que la variedad es reducidísima  y que no le puedes ni pedir consejo a nadie. Así que me compré esta novela en formato digital y la verdad es que la devoré

Cuenta la historia de una psicologa llamada Ana Fox que tras sufrir un traumático accidente cuyas consecuencias iréis descubriendo poco a poco desarrolla una fuerte fobia a los espacios abiertos que le impide salir de casa, por lo que precisamente se pasa el dia en la ventana espiando a sus vecinos o en la ventana virtual que supone internet haciendo más de lo mismo o participando en una red social para personas con su mismo problema, la agorafobia.

Un dia durante una de sus particulares guardias en la ventana ve cómo asesinan a una mujer en casa de sus vecinos pero debido a su enfermedad, unida a su conocido gusto por el alcohol y los medicamentos provoca que nadie la crea y tenga que ser ella misma la que haga lo imposible por esclarecer la verdad de lo que ella cree que vió.

Uno de los puntos que más me ha gustado de este libro es lo rápido que se lee ya que hay capítulos que prácticamente enteros son diálogos de respuestas cortas, en ocasiones diálogos con ella misma con numerosos golpes de humor que todo lector sabrá apreciar

Me ha encantado la facilidad que tiene el autor para hacer que el lector desconfie todo el rato de lo que está leyendo, es un sentimiento que me ha invadido continuamente mientras lo leía.

Y como punto y final el desenlace, que te dejará con la boca abierta como a mi, seguro.

Para los amantes del género, un thriller psicológico imprescindible que no te va a dejar indiferente.
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En esta historia, conocemos a Anna Fox, una mujer cerca de los cuarenta que tras un terrible trauma hace unos meses ha desarrollado una agorabia. Una mujer aficionada al vino, a las películas en blanco y negro, y a espiar a los vecinos e imaginar sus nombres, incluso sus vidas. Pero, un día ve algo que no debería haber visto... pero esa no es la cuestión. La pregunta es: ¿lo vio?



Y es así como puedo resumiros la historia. este libro es de aquellos que, en cuánto explicas un poco más que esto ya haces spoiler, y ya sabeis que me gusta hacer reseñas sin spoiler.

Si he de seros sincera, pensé que este libro se trataría de una historia similar a La chica del tren, libro que no pude terminar y tuve que abandonar. Pero, al contrario, ha sido un libro que me ha tenido enganchada hasta que lo he acabado.



El principio de la historia puede considerarse lenta, ya que vamos conociendo como es la protagonista, cómo pasa sus días encerrada en casa, vamos conociendo a sus vecinos, o lo que ella conoce o cree saber, conocemos a su familia, a sus doctores que la están ayudando a superar esta enfermedad... Anna, además de ser una mujer que pasa su tiempo viendo cine clásico y espiando a sus vecinos, también pasa mucho tiempo jugando al ajedrez on line, y en una especie de foro ayudando a otras personas con problemas muy similares al suyo. Poco a poco iremos conociendo sus hábitos, su forma de vivir, y su forma de lidiar el problema y ver la vida. Justo en el momento en el que empiezas a pensar que la historia no te va a llevar a ninguna parte, sucede algo que sube el ritmo del libro, y a partir de ahí irá aumentando la tensión, y empezarán a haber giros. Puedo asegurar que no es nada predecible la historia, porque cuando crees que ya lo sabes todo, la historia se pone patas arriba y cambia de dirección.

El escenario está muy bien descrito a pesar de ser un sitio tan reducido. Todo se reduce a la casa de Anna, un piso de tres plantas, más lo que ella ve por la ventana (los vecinos de en frente, y el parque que los separa). El personaje principal te hace creer con tanta verdad lo que ve, que el autor, literalmente, juega contigo durante todo el libro.

Sin duda, me ha parecido un buen thriller para pasar unas tardes en tensión psicológica y jugar a ser detectives y saber qué pasa realmente.



En definitiva, La mujer en la ventana es una historia que te hará creer lo que la protagonista, pero... ¿estás segura de que lo vio? En este libro, nada es lo que parece.

Escrito de forma muy sencilla y con mucha fluidez. Consigue transportarte a películas de autores clásicos como Hitchcock y Agatha Christie, con mucho suspense. Además, vives la angustia y ansiedad de la protagonista al no saber lo que es o no real. No es el mejor thriller que he leído, pero es muy entretenido.

Anna Fox lleva más de diez meses recluida en su casa, es incapaz de poner un pie fuera de ella. Sufre de agorafobia y está muy deprimida. Pasa sus días jugando al ajedrez online, ayudando a otras personas en su misma situación a través de un foro en internet y espiando a todos sus vecinos ayudándose del objetivo de su cámara. Todo ello regado con un buen Merlot e intercalado con el visionado de grandes clásicos del cine.

La llegada de nuevos vecinos a una vivienda próxima a la suya, supondrá un cambio en su rutina y su predilección por ellos la llevará a observarlos de manera muy frecuente. En una de sus sesiones de espionaje, Anna es testigo de un hecho ante el que, a causa de su incapacidad para salir fuera de casa, se ve impotente y su lucha para esclarecer la verdad la llevará hasta el límite.

Uno de los detalles que más me ha gustado de la novela es que, al ser la protagonista una gran aficionada del cine clásico, nos va apuntando títulos de algunas de sus películas favoritas, llegando a reproducir de manera literal algunos diálogos de las mismas y creando paralelismos entre las situaciones que ella va viviendo y algunas escenas de los distintos largometrajes.

Si os gustan los thrillers al estilo de la chica del tren, donde la protagonista ha tocado fondo y se ve envuelta en un misterio que nadie ve más que ella, disfrutarás con la lectura de esta novela.
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"La mujer en la ventana" nos relata la historia de una mujer que, por alrededor de un año, no ha salido de su casa y todo lo que conoce del mundo exterior es através de su ventana. Acompañada de su cámara e historias interesantes, un día Anna Fox observa la llegada de los Rusell. Atenta como siempre, una noche observa algo que no debería. ¿Estamos acaso ante una alucinación? ¿Realidad? o ¿A.J. Finn acaso está jugando con nuestras percepciones?.


El desarrollo de esta historia es totalmente de vuelta de página, es decir, en cada capítulo te vas enterando de cosas que te hacen querer saber más. Lo que resulta interesante es que A.J. Finn maneja el tema de la agorafobia, la cual juega un papel sumamente esencial, pues para los que no la sufrimos, nos obliga a veces a tomar una posición entre apoyar o estar en desacuerdo con la toma de decisiones de nuestro personaje principal.


Lo que debe caracterizar a los thrillers es que siempre tienen una vuelta de 180, o en su caso, 360 grados, que te hacen cambiar tu perspectiva de lo que creías. En esta historia, tenemos un twist claro, pero hay más. No tenía que esperar mucho para sorprenderme y darme cuenta de que algunas cosas no tenían sentidos. A eso, debemos sumar que el autor tiene un vocabulario bastante amplio que combina con muchas frases de películas (Anna es aficionada a las películas antiguas), lo cual hace de la escritura una delicia al lector, sobretodo a los que somos fans de los thrillers, ya que hace mención de personajes como Hitchcock.


Los personajes están muy bien logrados y créanme, no hay personajes de relleno. Todos tienen una aportación a la tensión de la historia.
Recomendado para los fans y gente que quiera adentrarse a thrillers, sobretodo antes de que estrene el filme.

He de confesaros que tenía muchas ganas de leer un thriller así. Y digo así, porque la sinopsis, me llamaba mucho la atención.

El libro se lee realmente rápido, los capítulos son cortos y entretenidos.

Esperaba lo mismo de cualquier thriller, ya que, estoy acostumbrada a empezar fuerte. La mujer de la ventana comienza como una historia real y “normal”. Nuestra protagonista, Anna Fox, padece “agorafobia” o miedo a salir a la calle. Es un problema del que hablaré más tarde.
Encontramos a Fox en su casa, de la cual, está rodeada de vecinos que va describiendo al principio del libro. Es curioso cómo sabe la vida de todo el mundo. Pasa su día a día bebiendo, viendo películas en blanco y negro y espiando a sus vecinos mediante su cámara Nikon.

Un día oye un grito, otro día ve algo que se sale de lo normal ¿Qué será?

Sabéis que no me gusta haceros spoilers, porque sé lo que fastidia. Pero voy a hablaros de lo que me pareció en vez de centrarme en final, del que sólo diré que me encantó y que no me sorprendió tanto. No sé si será porque estoy acostumbrada a que me sorprendan o que me esperaba más.

Los capítulos, se dividen en, días de la semana, número y mes. Lunes 8 de octubre. le siguen tres capítulos o alguno que otro más, enumerados.

Luego sigue la historia con el resto de la semana. Me gusta cuando nos ubican en cuanto a tiempo y a lugar con tantos detalles. Aunque no recuerdo qué aspecto tiene nuestra protagonista. Juraría que no la han descrito. de manera alguna, el libro me ha gustado mucho, la historia está muy bien pensada y del principio diría que no es un thriller como tal sino un libro del que no guarda un thriller psicológico detrás.

Me ha gustado mucho la sencillez del autor, la pluma es elegante, va siguiendo la historia sin giros sorprendentes, es una historia calmada, lenta, tranquila. Conforme avanzamos, vemos que la historia nos va engullendo, que nos va enganchando cada vez más.

Es cierto, que tuve que hacer un parón y no leer en un par de días por motivos personales. Pero lo que tarde en leérmelo fueron cuatro días. Cuatro días en lo que tenía que compaginarlo con el fin de un Proyecto.

Una vez acabado, me devoré el libro en apenas dos días. Ya que, me quedaban doscientas páginas. Las doscientas páginas más fascinantes, llenas de misterio. Creo que es por ello por lo que me gusta tanto leer este tipo de género. Me gusta que me hagan pensar.
Estar siempre pensando qué puede pasar o quién puede ser el culpable.

Ahora para ir acabando este post, quiero empatizar con el síndrome que padece Anna Fox, la protagonista.

Como cité en párrafos anteriores, Anna padece, agorafobia o miedo a salir a la calle. Siempre que sale, lo hace apenas un par de pasos de la puerta de su casa, no suele alejarse demasiado y lo hace con un paraguas bajo el brazo porque dice sentirse protegida.

He citado también, que, debido a su tiempo libre, se pasa el día bebiendo, espiando a los vecinos, viendo películas en blanco y negro y tomando medicamentes. Sí, lo mezcla con el alcohol, que en este caso es vino. Suele beberse una botella de vino al día aproximadamente.

Entonces un día sucede, algo cambia, ve algo que no debería de haber visto, y es ahí, cuando decide salir de su casa.

El resultado, un desmayo a mitad de la calle. Un ataque de pánico. Pero nuestra protagonista no solo sufre un ataque de pánico, también está un poco borracha debido a la ingesta de vino. Nadie la cree.

Todo el mundo duda de si dice la verdad o si son imaginaciones de una persona que vive sola. Que tiene tiempo para pensar.

La verdad, es que, me esperaba otro tipo de historia, o, mejor dicho, me esperaba una historia que desde el principio me tuviera en vilo. Es a mitad del libro, cuando eso, sucede.

Me resulta curioso y preocupante hasta donde puede llegar un ser humano. Sé que hay muchos más síndromes. Pero este, es el que me ha llamado la atención. Imagínate tú, en tu casa todo el día. Once meses así. ¿Te acabas acostumbrando? Por más que intento ponerme en el lado de esas personas que tras una depresión pasan esa etapa, no logro saber qué le puede pasar por la cabeza a una persona así.
No debemos dejar que nuestros miedos nos venzan ni nos paralicen. Debemos afrontarlos. Sé que es muy fácil decirlo. Pero creo que se trata más de fuerza de voluntad y de tener la capacidad de controlar la propia mente. En mi caso, he tenido ansiedad, sé que no es para nada comparable con ninguna enfermedad como la depresión. Pero al igual que la ansiedad, muchas veces te paraliza por pensamientos negativos y es por ello, por lo que hay que tener mayor fuerza para controlar nuestra cabeza.

Hoy tengo la difícil tarea de hablaros de uno de los libros del año. Parece simple dado que mucha gente ya ha opinado pero esto para mi es más un estorbo que una ayuda ya que condiciona la lectura.
Perfecto, olvidemos que es un best-seller y un autor novel que llega para quedarse.
La novela de A. J. Finn es una auténtica joya de la literatura de suspense e intriga. Con La mujer en la ventana se ha ganado un merecido lugar en las librerías y las mesillas de noche.
Al leerlo se pueden sentir sensaciones muy extremas gracias a la prosa tan fluida y sin tapujos del autor, será que su vivencia marca mucho a la protagonista y la dota de una gran personalidad y una mente tan bien descrita que pone los pelos de punta.
Una mujer tan interesante e intrigante junto con una trama al más puro estilo de la mítica ventana indiscreta hacen de esta novela un binomio perfecto en el que el autor ha ido enriqueciendo y resaltado sus puntos fuertes.
Poco os diré del enigma dado que la obra pierde la gracia y el misterio pero lo que si os aseguro es que a pesar de ser un libro de más de quinientas páginas se os hará corto, querréis más y más y no os podréis despegar de él.
La mujer que mira por la ventana sufre en sus carnes una situación personal que la recluye en su casa y en si misma pero tendrá que sacar fuerzas de flaqueza dado que un día ve que en casa de los vecinos algo grave sucede.
Deja de preocuparse un poco por ella misma y pone el foco de atención en esa ventana que da a la suya, sin saber por cual copa de vino va y sin importarle demasiado cantas horas pasen.
¿Qué ha sucedido en la casa del matrimonio vecino?
Algo gordo, eso sí.
La trama se debate entre la propia intriga que genera ella y el misterio que tiene enfrente.
¿Podrá desde su casa descubrir los entresijos del misterio? ¿Podrá liberarse de su propia prisión?
De la mano de Grijalbo tenemos la oportunidad de leer esta novela que ya os puedo decir que viene con fuerza, garra, aire fresco y muchos enigmas.
No es casualidad que sea todo un fenómeno.
¿Vais a pasar sin saber que ha pasado?
Acompañad a nuestra nueva amiga y protagonista en su viaje vital y el misterio que la envuelve.

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La lectura de este libro fue simplemente adictiva. En los primeros párrafos, me vi inmersa en la narrativa en primera persona y, consecuentemente, en los pensamientos de Anna. A.J. Finn, supo muy bien cómo mezclar el carácter introspectivo de la obra con los elementos externos al personaje, haciendo que el contexto de la obra como un todo sea bastante completo. No fue difícil ver las escenas, como si estuviera viendo una película, ni la de compartir con la protagonista sus sentimientos y sensaciones.

Lo que más se destacó en La mujer en la ventana para mí fue la atención de A.J. Finn a los detalles: la trama está extremadamente bien construida. Nada de lo que se pone en la trama o en la narración aparece por casualidad, todo tiene un propósito - sea para conectar acontecimientos entre sí, sea para asignar capas interpretativas a la lectura. El trabajo hecho aquí por el autor es nítidamente el de alguien que conoce con profundidad la estructura de una obra, conocimiento que muy probablemente proveniente de su función de crítico; al analizar lecturas, se pasa a comprenderlas en todos sus niveles.

Como quedé encantada por la manera en que A. J. Finn construyó cada detalle de la historia, mi atención a ella también fue redoblada. de esa manera, conseguí desentrañar los misterios que ella presenta antes de que se revelaran. Sin embargo, eso no hizo que la lectura fuera menos sorprendente o atractiva; por el contrario, finalizé la lectura extremadamente satisfecha con todo lo que me proporcionó: entretenimiento, el placer de haber pasado horas increíbles inmersa en las páginas, el trabajo mental de buscar pistas, la satisfacción de haber sido capaz de conectarlas.

En fin, para los que aprecian lecturas instigadoras y extremadamente cautivantes, La mujer en la ventana es una excelente opción. Fue sin duda una de las mejores lecturas de 2018 que he hecho hasta ahora, tanto por el grado de implicación que me ha proporcionado como por su construcción primordial.

Auténtica obra maestra. Se trata el tema de la agorafobia de manera magistral. No pierde ni un ápice de emoción. Novela negra magistral que recomiendo a todos los aficionados del género.

Empezaré mi reseña con la única cosa positiva que le he visto al libro.
La autora escribe bien, consigue crear un clima angustioso escudándose en la agorafobia de la protagonista... Y ya.
Ahora voy con el resto:
El libro es una burda copia de la película "La ventana indiscreta", tanto en trama como en escenas casi calcadas.
La estructura me recuerda a un mal telefilme de sobremesa, manido, predecible y soporífero.
Y por favor, no puedes tener durante casi 600 páginas a una protagonista narrando en primera persona, encerrada en una casa todo el rato con sus comeduras de cabeza.. En 600 páginas no, bonita... Te sobran 300 para eso, las otras 300 ya son de cansineo gratuito.
Imagino que es un producto más del marketing publicitario ya que viene avalado por autores afamados del thriller, pero en serio... El libro es peor que mediocre.