La última salida

Ted es joven, rico y tiene una familia perfecta. Pero aun así, le encontramos sentado en su despacho con una pistola en la sien a punto de disparar. Es en este momento cuando alguien llamará a la puerta de forma insistente. Ted no abrirá. Está decidido a terminar con todo y lleva mucho tiempo planificando cada uno de los detalles.

Es entonces cuando descubre la nota en su mesa… Una nota de su puño y letra, pero que él no recuerda haber escrito.

"Abre la puerta. Es tu última salida."
Federico Axat, La última salida

Un desconocido hará una propuesta a Ted. Una de esas propuestas que no se deben aceptar, pero que no se pueden rechazar. Y todo se volverá desconcertante, conocido y desconocido a un mismo tiempo y el lector se embarcará en una espiral demencial junto al protagonista para tratar de definir qué es real y qué no lo es, hasta un final apoteósico.

La novela atrapa desde la primera página. No se trata simplemente de marketing, es que Axat elabora una trama tan adictiva que no puedes dejar de pensar en esta historia, que da una vuelta de tuerca al tradicional thriller.

Ante el lector un gran puzzle al que le faltan piezas y que solo encuentra con el avance de la historia. Pero no terminará todo ahí… Cuando creas haber encajado las piezas, faltará armonía en la escena final que se obtenga. de esta forma, tocará desarmar de nuevo el rompecabezas y volver a empezar.

Con un lenguaje muy próximo al cine, Axat es capaz de crear imágenes muy nítidas, como ya nos sucedía con Somoza. No es profuso en descripciones, ni se echan de menos detalles. Encuentra el punto justo entre la narración y la acción para que el lector no se pierda en la historia, pero a la vez, no decaiga su interés.

Aquí, la denominación de thriller psicológico está de sobra justificada, pues Axat explora en lo más profundo de la mente para ofrecer todo un abanico de posibilidades, como planos que se superponen dando origen al esbozo que supone la realidad.

Antes de su publicación en marzo de 2016, este thriller ya se había traducido a 27 idiomas y se había convertido en todo un fenómeno de ventas.

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En primer lugar, tengo que reconocer que a pesar de que me dijeron que me enganchaba desde la primera página no fue mi caso de todo, al principio se me hizo un poco cuesta arriba la lectura aunque lo achaco a mi estado personal, al ir avanzando en sus páginas me pareció más y más enganchante con una trama cada vez más adictiva para ver como se entrelazaba todo me sorprendió los giros de la trama que no vi venir. Seguramente leer más la pluma del autor para ver que más me repara.

No es fácil hablar de este libro, porque su desarrollo es tan complejo.

Ted McKay, esta a punto de suicidarse, cuando alguien toca a su puerta, primero, para detener su suicidio, luego para hacerle una proposición extraña.

El libro nos lleva a través de lo que le esta pasando a Ted, pero, un día le pasa una cosa, otro día, resulta que eso no sucedió, pero, si sucedió, luego nos muestra sus sueños, extraños, raros, entonces Ted nos lleva con él a que hablamos con Laura, su psicoanalista que de alguna manera nos lleva a comprender un poco ese mundo loco de Ted, pero entonces empezamos a sospechar de ella también.

Resulta que toda esa historia rebuscada, loca, extraña y perturbadora si tiene sentido y entonces es donde nos damos cuenta que hay un asesino en serie y pues Ted, con todas su enferma mente, nos lleva a un camino donde corremos del pasado al presente, a los que son sus amigos, de los que no sabemos si son o no son sus amigos o están en su imaginación.

Como nos explica Laura, este libro nos muestra el camino a la salida del laberinto que es la mente de Ted.

En fin, que es uno de esos libros que por mas raros que estén, no los puedes soltar.

Al principio pensé que me había fumado algo y andaba en el viaje, pero no, luego todo empieza a cobrar sentido, así que aunque dudo que les suceda, porque por mas loca que este la historia, engancha, pero por si acaso, les pido que no abandonen, sigan adelante porque si, en algún momento todo cobra sentido.

Pero, vamos, que es Axat y él siempre nos tiene reservada una sorpresa final, no dejen de leer el Epílogo, porque como siempre nos dejará con la maldita duda en la cabeza.
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Es el primer libro que leo de Federico Axat y me ha sorprendido mucho!
Esperaba un thriller pero ésto es algo más que un thriller, una novela con un ritmo trepidante que no da tregua a respirar.
Al principio te cuenta una serie de sucesos que piensas que va todo demasiado deprisa, y que no tienen sentido alguno pero al final todo queda hilado perfectamente.
El autor juega con el lector al engaño, desde el principio. Hay que estar muy atento a las pistas que va dando.
El final totalmente inesperado.
Me ha gustado mucho

Ted es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida. Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la puerta. Es tu última salida». al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias devastadoras de un suicidio. Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.

Me costó un poco los primeros capítulos de la novela, la verdad es que me pareció extraño todo, no entendía algunas cosas, pero esta historia es un verdadero thriller psicológico. Es como un puzle, según vas leyendo los capítulos poco a poco van encajando todas las piezas, y todas aquellas situaciones que no entendía iban teniendo sentido. No sé cuántas veces creí que la trama ya estaba casi resuelta, y de repente daba un giro de 180° y lo ponía todo patas arriba otra vez. Si os gustan las historias intensas con giros inesperados aquí tenéis una . Enhorabuena @federico_axat , para mí ha sido Un 10.
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Suena interesante, ¿Verdad? Pues ahora es cuando vengo y os digo que esa sinopsis sólo te cuenta lo que sucede en las primerísimas páginas del libro. El resto, una experiencia con los ojos vendados donde el lector va dando palos de ciego guiándose por las sutiles pistas de Federico Axat, quien parece tener mucha experiencia tejiendo historias con múltiples giros y acontecimientos inesperados. Nada es lo que parece, nadie es quien dice ser, no sabemos nada y lo que creemos saber esconde múltiples secretos.

La primera mitad de "La última salida" es la más calmada y tal vez extraña, ya que no estamos muy seguros de lo que estamos leyendo o cómo encajar las piezas. Por suerte, llegará un punto en el que éste original tablero comience a cobrar forma y le encontremos sentido a todo lo que llevamos leído. ¡Así, de golpe! Y no hablo de piezas y tableros por casualidad; el protagonista es un verdadero profesional del ajedrez y éste elemento tendrá mucha importancia a lo largo de la obra. ¿Creéis que en este tipo de novelas existe algún detalle dejado al azar? Para nada, poco a poco todo encuentra su lugar.

Es curioso porque llegado un punto de la novela me sorprendí pensando "Cuánto me recuerda esta forma de contar las cosas a algunas películas de Christopher Nolan". Poco después yo y mi curiosidad descubriríamos que el autor es fan de este director... aha. Todo cuadra. Seguro que quienes hayáis leído la novela hasta sabéis por qué lo digo, pero yo no puedo permitirme dar más pistas.

Respecto a los personajes, es difícil decir que están bien definidos porque hasta ellos van variando a lo largo de la novela y solo al final crees conocerlos de verdad. Son apasionantes, eso sí. Ted McKay me ha parecido uno de los mejores protagonistas que he tenido el gusto de leer, capaz de sustentar toda la historia con su sola presencia. El resto se van presentando como secundarios aunque prácticamente se hagan indispensables, ya que ellos son los que tejen el hilo conductor de la novela y no el propio Ted. No he sentido que nada sobrase, quizá y sólo quizá algunos intentos por relacionar a unos personajes con otros y distraernos de lo verdaderamente importante.

Como viene siendo tradición, se ha anunciado que habrá adaptación cinematográfica de esta novela... ¡Y estaré encantada de verla! Aunque la historia tiene un ritmo tan bueno que de algún modo ya es como disfrutar de una película, solo que más imaginativa y con un reparto elegido por ti (No diré quién era mi Ted, que a lo mejor eso sí sea un spoiler).

Es lo primero que leo de este autor aunque ya me habían hablado muy bien de él, y por una vez no tengo que lamentar haberme llevado una desilusión. La novela es "muy yo", de las que no te dejan saber nada y se arman como un rompecabezas bastante complejo, para qué engañarnos. No os dejéis engañar por los primeros capítulos ya que una vez situada cada pieza en su posición, una vez iniciado el juego, cuando creas que conoces las respuestas... es entonces y sólo entonces cuando empezará la verdadera partida y creédme, os costará salir de ella.
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La primera parte del libro es una auténtica locura. Lees y no entiendes nada; y, lo que es peor, cuando crees que entiendes algo, sigues leyendo y todo se pone del revés y te das cuenta de que no has entendido absolutamente nada. Y no sabes si Ted está loco o si el loco eres tú. Por suerte, en la tercera parte las cosas se van aclarando. Pero las sorpresas no paran, ni los giros argumentales, ni las vueltas y revueltas que da la historia sobre si misma. Y, cuando llegas al final y todo queda resuelto, de repente hay un epílogo que, sí, te resuelve una gran duda que te había quedado pero te plantea otra no menos grande. Que sepáis que el libro me ha encantado. Me ha enganchado, sorprendido, vuelto loca…; me ha hecho dudar de todo y de todos y no me ha dado tregua. Ya me habían avisado: es muy adictivo, es realmente complicado parar de leer. Además de que la trama engancha, la lectura es muy sencilla y el autor sabe manejar a la perfección la tensión narrativa para que nadie se le escape.