La catedral del mar

He querido releer esta novela a raíz de que supe que salía a la venta la segunda parte, Los herederos de la tierra, la que por cierto ya estoy leyendo.

Nos encontramos en la Barcelona medieval donde se está construyendo Santa María del Mar, la iglesia del pueblo y para el pueblo, durante su construcción será testigo de la vida de Arnau un chico que llegó a Barcelona de la mano de su padre Bernat el que le prometió que conseguiría que fuera libre.

Arnau es un personaje muy bien definido, luchador, valiente, honesto y muy buena persona, durante toda la novela tendrá que luchar para, contra todo pronóstico, conseguir la vida que se merece.
En la novela están muy bien documentados todos los hechos y costumbres de la época, como en la mayoría de estas novelas nos encontramos con sucesos duros y desagradables que nos llegarán mucho.
Todos los personajes me han gustado muchísimo tanto los principales cómo lo secundarios no hay ninguno que me sobre.
Es de una escritura muy cuidada, pero sencilla y fácil de comprender que hace una lectura ágil y a pesar de las muchas páginas , no de hace pesado.

El autor tardó 5 años en escribir esta novela y se nota la dedicación en cada detalle, enlaza a la perfección hechos históricos con ficción y hace de todo ello una obra maestra.

La catedral del mar es una historia preciosa que nos enseña el daño que hace el anteponer el dinero y la religión a las personas, algo que no ha cambiado nada desde el tiempo que transcurrió esta novela en el siglo XIV .

Ladrillo a ladrillo

Nos encontramos con un libro muy emocionante. Es muy interesante observar el modo con el que, poco a poco, los personajes van tejiendo redes que les conectan, con sucesos que te mantienen en vilo por la intriga que conllevan.

Recoge muy bien la sociedad medieval en general, y catalana en particular.


Buen libro histórico.

Como novela histórica, la verdad es que no está nada mal. Parece bien documentada, y relata la construcción de una de las catedrales más conocidas de España.

Sin embargo, la trama transcurre demasiado lenta en algunos puntos, por lo que se puede perder el hilo de la lectura.

Pese a ello, disfruté de la historia, de los personajes, y de todo lo que vivieron a lo largo de la construcción de la gran catedral del mar.

Todo empieza cuando Bernat Estanyol se ve obligado a dejar atrás su masía familiar para escapar de los abusos de su señor feudal e intenta establecerse en Barcelona con su hijo, todavía un bebé, al que quiere dar por encima de todo una vida digna y en libertad. El pequeño Arnau crece en un barrio cercano al mar y pronto empieza a sentir admiración por la construcción de una nueva catedral pagada por el pueblo y en cuyas obras comienza a trabajar en cuanto alcanza la edad necesaria. Pero la vida de Arnau da muchas vueltas y se ve envuelto en una serie de traiciones, revueltas, y cambios sociales y políticos, por lo que llega incluso a ser soldado para acabar trabajando de cambista.

Arnau, a base de esfuerzo y sin dejar de ser nunca un hombre honrado, ve cambiar su suerte y se convierte en un hombre adinerado y respetado, lo cual supone ser el punto de mira de algunos personajes envidiosos o perniciosos que ponen en peligro la vida de un Arnau que hasta debe vérselas hasta con la mismísima Inquisición de manera totalmente injusta, como resultado de un malvado complot contra su persona.

“La catedral del mar” es un libro con una gran carga histórica, que me encanta por su perfecta recreación de este escenario medieval de la Barcelona del siglo XIV, bien aderezada con historias de ficción y con generosas dosis de traiciones, venganzas, resentimientos, amor y todas las pasiones humanas potenciadas en una época en la que el pueblo en general y algunos sectores en particular, pagaban caro el abuso de los señores y de la Iglesia. Ya he dicho alguna vez que adoro los libros en los que el lector asiste a la vida de los protagonistas durante años y los ve crecer y pasar por miles de situaciones, algo que Ildefonso Falcones hace con gran maestría en este libro repletísimo de aventuras, viajes y cambios, pero siempre con un leitmotiv: la catedral del mar que, poco a poco, va alzándose hacia el cielo y acompaña a Arnau y los suyos durante toda su vida.
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Este libro tiene uno de mis personajes favoritos en el mundo… ¡Amo a Arnau!
Apenas iba en la página cuatro y ya me había enamorado de él.
Realmente amo este libro y me pregunto por qué no he leído más libros de este autor.
Aquí podemos ver una Barcelona medieval durante la construcción del templo de Santa María del Mar mientras somos testigos de los conflictos que la población judía enfrentaba.
Uno de mis libros favoritos.