Un Dios Inclemente

Cuando llega el momento en que ve más caminos y senderos a su espalda que por delante, un hombre de cabeza clara no tiene más remedio que volverse y observar su huella. Pero si está acostumbrado a no asumir sus actos, seguirá sin sentir nada.

La constante más poderosa es la estupidez. Nada más se le acerca. La estupidez mata a todos los animales, vacía el cielo de pájaros, envenena los ríos, quema los bosques, hace la guerra, alimenta las mentiras, inventa el mundo una y otra vez de maneras solo los idiotas pueden pensar en la realidad. La estupidez derrotará a todos los dioses, aplastará todos los sueños, derrocará todos los imperios.

Presenciar es comenzar a ver. Ver es comenzar a saber. Saber es retroceder.

No se puede tomar la medida de un hombre cuando todo funciona a su antojo; es cuando sufre contrariedades cuando se revela su verdadera naturaleza.

La muerte tiene una sola puerta de entrada, pero infinitas de salida. La vida tiene una sola puerta de entrada pero infinitas de salida.

Tarteno. Thelomen. Toblakai. Son los nombres que recuerdo que describen a los tuyos. Tenéis la costumbre de acumular almas. Parece que acabas de empezar.

Si no fuera por lo que había pasado con su madre, podría haberse quedado allí para siempre. No sería felicidad, pero bueno, la felicidad no era amable de todos modos, la forma en que podría desaparecer en un instante. Puede que no se lo pierda en absoluto.

Siempre pasa algo. Es por eso que la miseria no descansa.