Un hombre va de noche en coche por una carretera, cuando de repente, se encuentra con alguien accidentado y se para por si necesita ayuda. Patrick llama a emergencias para que ayuden a la mujer, a la que él, al acercarse al coche accidentado reconoce. Cuando llega la ayuda, Patrick ya no está ahí y llevan a la mujer al hospital. Después de eso, empiezan a investigar todo relacionado con la mujer, sobre todo, después de encontrar algo horrendo en el maletero. A partir de ahí, es cuando aparece el psiquiatra Robert junto con el policía a cargo de la investigación, Frank Bennell. En ese momento, Laura (la mujer accidentada) empieza a contar su historia al psiquiatra Robert Winter. Una historia poco creíble y de lo más inverosímil pero que empieza a tener coherencia. Es así, como vamos intercalando el presente con el pasado. Como vamos descubrir la verdad. Mientras va contando la historia, aparecen como "relatos" (he decidido llamarlos así) sobre niños que son aterradores y crueles. Como (casi) todos los thrillers, y este no iba a ser menos, piensas que va acabar de una forma pero luego, todo cambia de repente, y el final es otro que no y te esperas. El libro no se hace nada pesado, además tampoco te da tiempo a pensar en eso, porque te hace sumergirte tanto en la historia que solo quieres saber que pasa. Me hubiera gustado saber más de los protagonistas. Es un thriller que está genial pero que no he podido disfrutar porque se une con el terror y me ha hecho no adorarlo tanto. + Leer más |