No puedo estar sola, pues me visitan multitudes; incontables visitantes que irrumpen en mi cuarto. |
No puedo estar sola, pues me visitan multitudes; incontables visitantes que irrumpen en mi cuarto. |
Cuando la Noche está casi acabada y el Amanecer se aproxima tanto que podemos percibir las distancias, es tiempo de alisarnos el pelo y acariciarnos las mejillas. Y preguntarnos cómo pudimos preocuparnos por esa vieja y desvanecida Medianoche que, hace sólo una hora, nos aterrorizó. |
La esperanza es esa cosa con plumas que se posa en el alma y canta una canción sin letra y nunca, nunca se calla. |
Cuántas flores mueren en el bosque O se marchitan en la colina Sin el privilegio de saber Que son hermosas! ¡Cuántas entregan su anónima semilla A una brisa cualquiera, Ignorantes del cargamento escarlata Que a otros ojos lleva! |
Temo a la persona de pocas palabras. Temo a la persona silenciosa. Al sermoneador, lo puedo aguantar; al charlatán, lo puedo entretener. Pero con quien cavila mientras el resto no deja de parlotear, con esta persona soy cautelosa. Temo que sea una gran persona. |
404 "¡Cuántas flores mueren en el bosque o se marchitan en la colina sin el privilegio de saber qué son hermosas! ¡Cuántas entregan su anónima semilla a una brisa cualquiera, ignorantes del cargamento escarlata que a otros ojos lleva!" |
335 "No es que morir nos duela tanto. Es vivir lo que más nos duele. Pero morir es algo diferente, un algo detrás de la puerta. La costumbre del pájaro de ir al Sur -antes de que los hielos lleguen acepta una mejor latitud -. Nosotros somos los pájaros que se quedan. Los temblorosos, rondando la puerta del granjero, mendigando su ocasional migaja hasta que las compasivas nieves convencen a nuestras plumas para ir a casa." |
35 "Nadie conoce esta pequeña rosa. Podría haber sido una peregrina si no la hubiera cogido yo de los caminos y te la hubiera ofrecido a ti. Solo una abeja la echará de menos, solo una mariposa, apresurándose tras un largo viaje para descansar en su regazo. Solo un pájaro se preguntará dónde está. Solo una brisa suspirará. ¡Ah, pequeña rosa, qué fácil, para alguien como tú, morir!" |
Marinero en tierra