Morí por la belleza

Llevaba mucho tiempo con ganas de leer a esta autora y me alegra haberlo hecho con este pequeño poemario que me ha parecido un bocadito delicioso.
Los poemas me han parecido preciosos, sencillos, poco pretenciosos, naturales y llenos de reflexiones y metáforas.
Me gusta la personalidad que se intuye entre sus letras y esta edición de bolsillo, además de preciosa, me ha resultado muy cómoda de leer. También he creído intuir en sus versos un punto de soledad que me ha hecho enternecerme y emocionarme más al leer; intuía que iba a disfrutar leyendo a esta autora por lo poco que conocía de ella, y ciertamente ha sido así aunque debo reconocer que leer poesía traducida no es la mejor manera (siempre me deja con la sensación de perderme algo).
Quizá la próxima vez me anime con la versión original.

El poemario de Emily Dickson fue el primero de la colección que leí. No estoy muy acostumbrada a leer poesía, por lo que me costó bastante que las palabras comenzaran a cobrar sentido. Cuando lo hicieron, las letras de Emily consiguieron emocionarme. En sus versos reflexiona sobre asuntos de espiritualidad, religión y filosofía, por lo que a nivel personal es lo único que me ha fallado, porque al no hablar de sus propios sentimientos me ha costado conectar con ella.

Emily Dickinson tiene un estilo sencillo, sin usar demasiadas florituras, pero a la vez es capaz de cargar sus poemas de muchísimo sentimiento.

Son ideas inconexas y, tal y como se menciona en el prólogo del libro, no están pensadas para tener sentido juntas, por lo que es normal que deje con esta sensación de "estos versos no me llevan a ninguna parte". Aun así, tiene una gran capacidad para emocionar.

Las temáticas que más aparecen en los poemas de Dickinson son de carácter filosófico. Deja entrever que tiene miedo a la muerte, al juicio final, y se cuestiona que pasará con su alma cuando muera. También habla sobre el dolor en distintas formas.

Nunca había leído un libro de Emily Dickinson.
Conocía algunos poemas, partes de su historia, su relevancia artística y poética, pero esta ha sido la primera vez que he topado con un conjunto de páginas escritas por ella.

He tenido sentimientos encontrados, un sabor agridulce; supongo que acrecentado por las expectativas y por el momento actual en el que estoy viviendo (encerramiento, pandemia, sobrecarga académica...). Con Emily me he visto y no.
En algunos poemas me acariciaba su dulzura, la naturaleza que la envuelve y acompaña, su voz cantando a los pájaros diciéndoles que ella también quiere volar.
Pero en otros poemas no he sentido nada, era como leer palabras sin significado para mí. al fin y al cabo, la poesía hace eso: o nos remueve o nos deja indiferentes, es la magia del subjetivismo.

En su defensa diré que los versos donde me he sentido más alejada, eran cantos a un Dios en el que cree, a una fe por la que lucha, a un lugar divino al que aspira. al no sentirme identificada con su espiritualidad, me he encontrado ajena al sentimiento.

Pero, he querido compartir con vosotras esta reseña, porque algunos de sus poemas han evocado mis lágrimas. Ha gritado a la muerte, bien alto, bien fuerte, sin odiarla, más bien describiendo cómo es y qué aspecto tiene. La muerte como parte de la vida. Las despedidas como parte de las relaciones. El dolor como parte del latido.
Ha pintado con colores de bosques, el vuelo de las aves que luchan por escapar.

"y el silencio y yo fuimos solamente estos mundos deshechos, solitarios"

Es un raro placer que nos ahorma
Hallar un viejo libro
Con la ropa que usaba en aquel tiempo,
Creo que un privilegio

No había leído nada de Emily Dickinson, así que me estrené con este pequeño poemario. Son poemas muy cortos, sencillos y bonitos. Algunos muy duros, otros preciosos. Son poemas sobre la vida, la espiritualidad, la religión, filosofía, con alguna referencia a los clásicos. Denotan tristeza, observación.

Esta edición es muy cómoda de manejar, su tamaño es muy pequeño incluso sorprende. Se trata de la colección de poesía portátil de Literatura Random House.

Sus poemas me han parecido más frescos y sencillos de comprender que los de Pizarnik y quizá por eso me ha gustado tanto. Con Pizarnik te planteabas hasta tu existencia, con Dickinson te sientes identificada en prácticamente todo momento.

Durante su vida publicó prácticamente una docena de sus casi 1800 poemas. Lo poco que publicó fue alterado por los editores, adaptándolo a los convencionalismos de la época. Sin embargo, sus poemas son únicos en comparación con los de sus contemporáneos: están compuestos en líneas cortas, sin título, rimas consonantes imperfectas y una puntuación poco convencional.
En cuanto a los temas que trata en sus poemas, destacan los relacionados con la muerte y la inmortalidad, dos temas también recurrentes en las cartas que enviaba a sus amigos.

Para todo amante de la poesía, recomiendo leer a Dickinson. Y quien no suele leer poesía, debería al menos leer algunas de sus reflexiones. Yo he sacado algunas de las frases que más me han gustado y las iré poniendo por aquí. ¿Habéis leído algo de ella?

#retobabelio2020
#vocesfemeninas