El viento comenzó a mecer la hierba de Emily Dickinson
35 "Nadie conoce esta pequeña rosa. Podría haber sido una peregrina si no la hubiera cogido yo de los caminos y te la hubiera ofrecido a ti. Solo una abeja la echará de menos, solo una mariposa, apresurándose tras un largo viaje para descansar en su regazo. Solo un pájaro se preguntará dónde está. Solo una brisa suspirará. ¡Ah, pequeña rosa, qué fácil, para alguien como tú, morir!" |