Lotería solar

Esto no es un juego... es una elección al azar que puede ser manipulada.

Y quien logre manipularla tiene el poder. Aunque el poder sólo lo otorga el azar.

Entender que el azar y el libre albedrío no son mas que resultado de una voluntad, usted, como la botella que elige al líder permanente el “ Gran presentador” hasta que algo dispare la nueva secuencia de la botella en busca de un nuevo presentador.

Y la ambición, el hambre de poder, los robots, la eterna insatisfacción, el persistente deseo de estirar los límites hacen el resto en la imaginación de Dick. Que recrea ( curiosamente ) una sociedad del futuro, que quitando los pretensos avances tecnológicos, se parece terriblemente a las sociedades del presente, del pasado, de Su presente, de nuestro presente , Dictaduras permanentes disfrazadas de otros sistemas.

Philip K. Dick, pinta un desolador panorama donde las situaciones no cambian....no importa a donde apunte la botella, quien tenga el premio mayor, o si la chimenea emite humo blanco... “ Habemus Presentador” hasta que la ambición y el hambre de poder lo separen.

Una vez más K. Dick me atrapa con su escritura, me envuelve con su manejo de el alma humana, sacude mi cabeza con su visión futurista

Es una historia interesante, pero un tanto desordenada a la hora de narrarla. Hay momentos en los que al lector le cuesta situarse y eso resulta desconcertante. La lectura es bastante predecible y al argumento le faltan alicientes. Por momentos es un libro aburrido a pesar de ser bastante corto. Se nota que es la primera novela que escribió.