No hay mucho que decir de este clásico de la literatura infantil, acá la historia se vuelve más disparatada, alocada . A bordo de un ascensor que posee las características de una nave que surca el espacio como el mejor de los transbordadores. Los personajes siguen siendo básicamente los mismos de Charlie y la fábrica de chocolate, el mencionado niño, sus padres , abuelos y claro el excéntrico, misterioso y a veces impredecible Willy Wonka, dentro de los nuevos personajes destaca el Presidente de Los Estados gracias al que tenemos los que considero dentro de los momentos más divertidos del libro. Un libro que por una parte lamento no haber leído de niña, pero que también sé que como niña no hubiera captado la ironía con que Dahl aborda temas como la política, la carrera espacial ,las relaciones internacionales entre Estados Unidos, Rusia y China. |