Ciudad de cenizas

“Ciudad de cenizas” es el debut de Kike Corella en la novela y, en mi opinión, no podía haberse estrenado con mejor pie. No solo ha ideado un misterio interesante que hará las delicias de los amantes de las historias de detectives, si no que ha creado una pareja protagonista muy potente que puede tener mucho recorrido por delante.

Mientras patrulla por las calles de Barcelona una noche de verano de 1909, el sereno Enrique Hernández percibe un extraño olor a quemado. al entrar en el domicilio, la policía encontrará unos zapatos de mujer entre una montaña de cenizas. El resto de la casa está intacta, con puertas y ventanas cerradas. El
inspector Eloy Pavía, del nuevo cuerpo de vigilancia y formado en Scotland Yard, se hará cargo del caso, embarcándose con Hernández en una investigación que se entrelazará con los terribles acontecimientos de la Semana Trágica de Barcelona.

“Ciudad de cenizas” tiene el regusto de las novelas de detectives clásicas, con una investigación basada en la deducción y la intuición, acompañadas del método científico y esas primeras aplicaciones en el campo de la criminalística. Esto hace que la historia tenga un ritmo más pausado (que no carente de ritmo), pero con los giros necesarios para que el lector permanezca atrapado por la historia. El primer capítulo ya te mete de lleno en la trama y, al menos en mi caso, no me soltó hasta el final.

La novela parte de una premisa muy interesante, con una causa de muerte poco habitual: la combustión espontánea. Os podréis imaginar la extrañeza que un fenómeno así podía causar a principios del siglo XX, lo que añade una capa muy interesante al misterio.

Pavía y Hernández funcionan muy bien juntos. Son una suerte de Sherlock y Watson que se retroalimentan mutuamente, sacando lo mejor el uno del otro. A su relación laboral se le suma una especial relación personal que casi podría considerarse como de padre/hijo. El apoyo que Pavía presta a Hernández para ayudarle a alcanzar todo su potencial llega a resultar enternecedor, y me gustó especialmente que no solo le valorase, sino que se lo hiciese sentir así, animándole a dar sus opiniones y no haciéndole de menos en ningún momento.

Aunque Pavía y Hernández son los protagonistas absolutos, están acompañados de un fantástico elenco de secundarios que representan a la perfección la sociedad de la época, desde las clases más bajas, pasando por la Iglesia, hasta las clases acomodadas.

La historia está ambientada en los días previos a lo que posteriormente se conoció como la Semana Trágica de Barcelona. al momento de transformación física de la ciudad se sumaron las protestas de la clase obrera ante la movilización de reservistas para su embarque hacia la guerra en África, la convocatoria de huelga general y los disturbios y consiguiente represión policial que dio como resultado decenas de muertos y heridos. Todo ello aparece muy bien reflejado en la novela, el caos imperante y ese convulso contexto social confieren a la historia un elemento de tensión y acción que combina a la perfección con el misterio de fondo.

“Ciudad de cenizas” es una primera novela, pero no lo parece, con una combinación de trama, ambientación y personajes, que dan como resultado una interesante historia que atrapa al lector desde el principio invitándole a jugar y ser un detective más. No es que quiera, es que NECESITO más Pavía y Hernández.

Nos trasladamos a la Barcelona de 1909, en vísperas de la "Semana Trágica", y conoceremos a Enrique, un joven sereno que durante su jornada laboral se da de bruces con un insólito crimen: en una vivienda aparece el cuerpo convertido en cenizas de una persona, al lado de un sillón y unos zapatos; además, tanto las ventanas como la puerta de entrada están cerradas desde dentro a cal y canto. ¿Quién y cómo ha cometido este crimen? ¿Puede tratarse de un suicidio o de una combustión espontánea?

El inspector Pavía será el encargado de investigar este extraño suceso y le propondrá a Enrique ser su ayudante y, por supuesto, éste no dudará ni un segundo en aceptar. Por lo tanto, junto a estos dos protagonistas, los lectores iremos desvelando los secretos y miserias de todos los demás personajes que se erigen como supuestos sospechosos de cometer tan atroz asesinato y, también, obtendremos un perfil perfecto de la víctima.

Una novela de suspense envolvente, muy bien ambientada y documentada históricamente, que te mantiene en vilo hasta sus últimas páginas. Me encantó la relación que se crea entre los dos protagonistas, me recordaron a Sherlock Holmes y Watson pero menos 'pijos'🤣 su estilo narrativo también hizo que rememorara las novelas de Agatha Christie, eso sí, sin trampa ni cartón que en esta historia nadie se saca la solución de la manga como suele hacer nuestra querida pero tramposa Agatha.

Sin ninguna duda una lectura muy recomendable si buscas evasión, entretenimiento y viajar a otra época o lugar.

Enrique Hernández trabaja como sereno en Barcelona. En una de las rondas nocturnas percibe olor a quemado y, cuando las autoridades abren la vivienda de donde procede, lo que encuentran desafía a toda lógica posible: un montón de cenizas sobre unos zapatos de mujer en una casa con todos los accesos cerrados por dentro.

Este caso con el que se encuentra Enrique sin comerlo ni beberlo lo une al investigador del caso, Eloy Pavía, que tiene un carácter peculiar. El tándem que hacen investigador y sereno me ha parecido muy entretenido y lo que le da más vida a la historia.

Durante la novela se entretejen varias tramas que al final convergen en el mismo punto y que dan sentido a todo lo que va pasando durante la historia. El autor da mucha importancia al contexto donde se desarrolla todo, tanto a los lugares, describiendo rincones de Barcelona con todo lujo de detalles, como a nivel social, metiendo temas controvertidos que tuvieron lugar en esa época.

En definitiva, es una novela policíaca que os hará pasar un buen rato si os gusta este género.

Novela ambientada en Barcelona durante el año 1909. Un contexto histórico que nos lleva a la “Semana trágica” algo que hace mas interesante esta novela.
La historia comienza cuando nuestro protagonista Enrique se encuentra en uno de los domicilios de las calles que patrulla, una montaña de cenizas sobre unos zapatos de mujer y delante de un sillón. Todo lo demás está sin tocar, y todo, tanto las ventanas como la puerta estaban cerradas por dentro.
Pavía junto con Enrique, serán los encargados de llevar este caso tan extraño y tan estilo Agatha Christie
Es una novela que te mantiene enganchado para saber cómo ha pasado todo, los protagonistas irán sumergiéndose en esa Barcelona de la época para ir descubriendo poco a poco este gran misterio.
Quizá me ha sobrado un poco las descripciones de la ambientación que podían llegar hacerse repetitivas y que desde el principio intuí como iba a acabar la historia.
Una novela que recomiendo mucho para los amantes de las novelas policiacas y que necesiten desconectar de cosas densas.

«(protestas obreras) … son obreras porque a esta guerra solo acuden los trabajadores que no tienen los 1500 pts que se necesitan para eximirse de ir»
 
Dadme cinco minutos para tragar la bilis que me sube a la garganta tras escribir de nuevo esta frase, porque si no sabéis el desenlace de aquella guerra os lo digo yo, 8500 personas. Hace unos días buscando un libro que necesitaba para una lectura conjunta encontré uno con el precio en la contraportada, 975 pts, recuerdo que pagar este dinero en los años 90 me parecía caro, imaginad en 1909 para librarte de una guerra, no hace falta que de más explicaciones de quién se libraba de ir. Kike Corella ambienta el crimen más curioso en la conocida como la Semana Trágica de Barcelona, el cuerpo de la mujer convertida en ceniza aparece el 24 de julio y la semana fue del 26 de julio a 2 de agosto.
                La huelga empezó en los barrios periféricos donde estaban las fábricas, luego se desplazaron al centro de la ciudad. Y en este ambiente tan tenso, un sereno, Enrique Hernández, al que no se le olvidará jamás el descubrimiento del cadáver, junto con el inspector, Eloy Pavía, un más que experto investigador, tendrán que descubrir quién y por qué.
 
«En este mundo, la racionalidad tarda en aparecer, pero cuando lo hace es incuestionable»
 
                Como cualquier relación que se precie, entre los dos protagonistas principales poco a poco irá creciendo la complicidad y seguro que habrá más de un crimen por resolver. El trabajo policial, el científico, más avanzado de lo que me imaginaba, hace que la historia no tenga un ritmo trepidante ni giros inesperados, es una investigación pensada. He de reconocer que la combustión espontanea me llamó muchísimo la atención y sigo impresionada por el desenlace. No me lo puedo imaginar.
 
Gracias Kike Corella por tu novela.