Enrique Hernández trabaja como sereno en Barcelona. En una de las rondas nocturnas percibe olor a quemado y, cuando las autoridades abren la vivienda de donde procede, lo que encuentran desafía a toda lógica posible: un montón de cenizas sobre unos zapatos de mujer en una casa con todos los accesos cerrados por dentro. Este caso con el que se encuentra Enrique sin comerlo ni beberlo lo une al investigador del caso, Eloy Pavía, que tiene un carácter peculiar. El tándem que hacen investigador y sereno me ha parecido muy entretenido y lo que le da más vida a la historia. Durante la novela se entretejen varias tramas que al final convergen en el mismo punto y que dan sentido a todo lo que va pasando durante la historia. El autor da mucha importancia al contexto donde se desarrolla todo, tanto a los lugares, describiendo rincones de Barcelona con todo lujo de detalles, como a nivel social, metiendo temas controvertidos que tuvieron lugar en esa época. En definitiva, es una novela policíaca que os hará pasar un buen rato si os gusta este género. + Leer más |