Suspense: Una novela napoleónica

✨️🆂🆄🆂🅿🅴🅽🆂🅴✨️(Una novela napoleónica), (Funambulista, 2024), es la obra póstuma de 🄹🄾🅂🄴🄿🄷 🄲🄾🄽🅁🄰🄳 (1857-1924). Nacido en una familia aristocrática venida a menos, su vida estuvo llena de viajes y aventuras, que marcan su producción literaria cuya obra más conocida es 𝑬𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛ó𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒕𝒊𝒏𝒊𝒆𝒃𝒍𝒂𝒔 (1899), en la que se inspiró Francis Ford Coppola para su película 𝑨𝒑𝒐𝒄𝒂𝒍𝒚𝒑𝒔𝒆 𝑵𝒐𝒘 (1979).

Esta nueva edición -la primera en castellano-, cuenta con 𝗽𝗿𝗲𝗳𝗮𝗰𝗶𝗼 de uno de sus traductores, Alonso Barguñó Viana, y 𝗽𝗼𝘀𝘁𝗳𝗮𝗰𝗶𝗼 del otro, J. M. Lacruz. Los dos estudios iluminan y contextualizan la lectura con gran acierto.

𝐂𝐨𝐬𝐦𝐨 𝐋𝐚𝐭𝐡𝐚𝐦 es un joven inglés que viaja a Génova durante la ocupación austriaca, hallando la ciudad en una espiral de 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 entre los dos bandos de la contienda. Por un lado, se encuentran 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐝𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐚𝐩𝐨𝐥𝐞ó𝐧, que desean que este regrese al poder. del otro, 𝐥𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐞𝐝𝐢𝐫 𝐬𝐮 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐞𝐱𝐢𝐥𝐢𝐨 en la isla de Elba. En ese contexto, Latham vivirá peripecias y encuentros amorosos, a destacar su historia con Madame de Montevesso, la esposa de un terrible militar italiano.

Una novela que merece la pena descubrir porque, tal y como afirma J.M. Lacruz: «Suspense 𝚎𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚐𝚛𝚊𝚗 𝚘𝚋𝚛𝚊, 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚘𝚏𝚛𝚎𝚌𝚎 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚜𝚞𝚐𝚒𝚎𝚛𝚎 y no nos queda más remedio que imaginar».
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Me cuesta hacer una crítica negativa sobre un libro y máxime si es de un escritor que siempre me ha gustado como es Joseph Conrad, pero tengo que reconocer que, en líneas generales, no me ha acabado de gustar.
Por supuesto que, a la hora de valorar este libro, hay que partir del hecho de que es una novela póstuma, no terminada cuando falleció el autor y, por lo tanto, ignoramos lo avanzado del proyecto e incluso el desarrollo que hubiera tenido el argumento. En el postfacio se indica que es una novela en la que el autor trabajó durante varios años y que, en varios periodos, se quejó de estar estancado, llegando incluso a reconocer que pensaba que no la iba a acabar nunca. Creo que todo eso se aprecia en la obra.
Personalmente creo que la figura del protagonista, el joven inglés, Cosmo Latham ,que viaja a Génova, no está suficientemente dibujada. Los acontecimientos suceden a su alrededor sin que parezca pronunciarse sobre ellos, dejándose simplemente llevar sin que ni siquiera sepa en qué dirección.
Por el contrario, la figura de Madame de Montevesso, joven francesa aristocrática casada con un militar italiano de turbio pasado y amiga de niñez de Cosmo, es un personaje mucho más atractivo. A pesar de que los personajes femeninos de Conrad no suelen ser los más elaborados y, muchas veces, no pasan de secundarios, el de Madame de Montevesso considero que es lo mejor de esta obra. Es una mujer fuerte que, en muy difíciles circunstancias, sobrevive y sigue su propio camino.
Otro punto positivo, es la descripción de un ambiente expectante en la sociedad europea, en el que, por una parte, la aristocracia pretende volver al absolutismo y, por otra, diversas corrientes nacionalistas y liberales empujan en sentido contrario. Y, como telón de fondo, la figura de Napoleón cuya influencia se desconoce, pero que marca a unos y a otros. Ese ambiente de incertidumbre, de "suspense" es otro de los aciertos de este libro.
Tras la lectura del libro me ha quedado una sensación agridulce, posiblemente más agria que dulce, con la tristeza de que, de haberse podido terminar, posiblemente hubiera sido una obra muy importante en la trayectoria de Conrad.
Gracias a Masa Crítica y a Babelio por esta lectura.

Ha llegado a mis manos esta la novela póstuma de Conrad, tristemente inacabada “Suspense. Una novela napoleónica”.

Es ante todo una gran promesa y es que, como digo, la narración no esta acabada, aunque se detiene en un punto muy interesante dotado de cierta nostalgia y romanticismo. La historia la protagoniza el hijo de un lord inglés que viaja por el continente durante el año que Napoleón estuvo exiliado en Elba. Efectivamente, todos los países y la aristócrata se haya sumisa en un momento de suspense, sabiendo que algún movimiento va a pasar, en cierta espera inquieta propicia para conspiraciones de estado o traiciones personales.

Concebida por lo tanto como un texto de intriga política, Conrad abre muchas tramas que lamentablemente no acaba de desarrollar en la mayoría de ocasiones. Hay cierto tono romántico también, con una trama amorosa que curiosamente es de las que tiene mayor desarrollo. Napoleón no aparece como personaje propiamente dicho pero es una sombra constante, un fantasma en todas las páginas, en los pensamientos y las conversaciones de todos los personajes que tienen clara su postura sobre el emperador, creando así un retrato histórico de una época y las diferentes pasiones (amor u odio) que el emperador levantaba a su paso.

Es muy injusto juzgar una obra de estas características cuando no se sabe muy bien hasta que punto es un borrador ni como avanzaría. A pesar de eso, a mí me ga gustado mucho con un estilo ágil, plagado de inteligentes diálogos e interesantes personajes que plantea Conrad. No puede compararse con las novelas acabadas del autor y, aún así, resalta por su calidad. Solo lamento precisamente no poder leer el “producto acabado”.