Yo, Tituba, la bruja negra de Salem

¿Qué va a ser de este mundo si las mujeres empezáis a tener miedo? ¡Se vendría todo abajo! ¡Se derrumbaría sobre nosotros la cúpula del firmamento, las estrellas se harían pedazos y se mezclarían con el polvo de los caminos!

Los hombres no aman. Los hombres poseen y esclavizan.

...se me olvidó un pequeño detalle: la maldad es un don que se recibe al nacer. No es posible adquirirlo más tarde. Quienes no hemos venido ae esta mundo con el cuchillo entre los dientes salimos perdiendo en toas las batallas.

Sin nosotros, ¿qué sería del mundo? ¿Eh? ¿Qué sería? Los hombres nos detestan y sin embargo le damos nuestros instrumentos sin los cuales su vida sería triste y limitada. Gracias a nosotros pueden modificar el presente y a veces leer el porvenir. Gracias a nosotros pueden tener esperanza. Tituba, somos la sal de la tierra.

!Qué extraño es el amor por el lugar donde hemos nacido!.Lo llevamos bien dentro sin darnos cuenta, como la sangre o los órganos.

Palabras. A veces nada vale tanto como las palabras. A veces mentirosas, a menudo traidoras, pero no por ello menos repletas de irremplazables bálsamos.