Y es que ahí era donde residía el problema. Yo deseaba a aquel hombre más que nada en el mundo. Deseaba su amor como nunca había deseado el amor de ningun otro.
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Y es que ahí era donde residía el problema. Yo deseaba a aquel hombre más que nada en el mundo. Deseaba su amor como nunca había deseado el amor de ningun otro.
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La verdad llega siempre demasiado tarde porque camina más despacio que la mentira.
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No estoy nunca sola. Man Yaya. Abena, mi madre. Yao, Iphigenie. Samantha. Y además está mi isla. Me confundo con ella. No existe ni un solo sendero que no haya recorrido, ni un riachuelo en el que no me haya bañado, ni un mapou en cuyas ramas no me haya columpiado. Esta constante y extraordinaria simbiosis me venga de mi larga soledad en los desiertos de América. |
Volví a ver la cabaña aislada del mundo donde había disfrutado de tanta dicha y me di cuenta de que justo ahí, en la soledad más absoluta, es donde reside el secreto de la felicidad
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Fue el mar lo que consiguió curarme. Su gran mano húmeda en mi frente. Su vapor en mis fosas nasales. Su amarga poción en mis labios. Poco a poco, fui recomponiendo los pedazos de mi ser. Poco a poco, me atreví a alimentar de nuevo cierta esperanza.
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¡Qué extraño es el amor al país! Lo llevamos en nosotros como nuestra sangre, como nuestros órganos. Y basta que estemos separados de nuestra tierra para que experimentemos un dolor que surge de lo más profundo de nosotros mismos sin disminuir jamás.
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Pero los tiempos han cambiado. Los hombres y las mujeres ya no se resignan a vivir sufriendo. El Rebelde desaparece envuelto en una nube de humo. Su espíritu es inmortal. Los miedos se desvanecen.
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-Blancos o negros, la vida trata demasiado bien a los hombres
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Bendito sea el amor, que procura al hombre el bálsamo del olvido. Que permite al esclavo dejar de lado por un rato su condición. Que espanta a la angustia y al miedo.
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«Da igual que sean blanco o negros, ¡la vida se porta demasiado bien con los hombres!»
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¿Porque saben que en la Luna se puede extraer helio-3?