Si sólo crees en los hechos y olvidas las historias tu cerebro vivirá, pero tu corazón morirá
|
Si sólo crees en los hechos y olvidas las historias tu cerebro vivirá, pero tu corazón morirá
|
A veces, alguien a quien conoces de toda la vida deja de ser conocido y pasa a ser desconocido de un modo maravilloso, como si descubrieras que una playa a la que has ido toda tu vida no es de arena sino de diamantes y te ciega con su belleza.
|
Pero yo nunca sería capaz de odiarte. Odiarte hubiera sido como odiar la idea de las cosas buenas que pasan en este mundo
|
¿Sabes por qué estoy tan seguro? Porque cuando nació este universo, cuando comenzó su existencia en medio del fuego y la gloria, todo lo que iba a existir fue creado. Nuestras almas están hechas de ese fuego y esa gloria, de sus átomos, de fragmentos de las estrellas. Así son las de todos, pero creo que las nuestras, la tuya y la mía, están hechas del polvo de la misma estrella.
|
En español hubiera dicho Me haces falta. Había notado hacía tiempo que no existía una traducción literal de esa frase. No era el te necesito de los ingleses. Me haces falta se acercaba más a lo que sentía en ese momento, un vacío como si faltara un acorde en una canción o una palabra en una página.
|
La mirada de la reina recorrió a Emma, y esta pudo ver por fin lo que aquella había estado esforzándose por ocultar antes: su rabia y su crueldad. —¿Por eso te has proclamado protectora de los Blackthorne? Como no pudiste salvar a tus padres, los salvarás a ellos, tu familia de pega. Emma miró a la reina un largo momento antes de contestarle. —Puedes apostar el culo a que sí —le soltó. |
Durante años, desde que Julian tenía doce, solo él fue consciente de que su tío Arthur estaba loco, con la mente destrozada debido a su cautiverio en la corte seelie, y él solo había cargado con ese peso. (…) Si la Clave supiera la verdad habría despojado a Arthur de su posición de director del Instituto al instante. Y entonces lo más probable es que hubiera cavado encerrado en la Basilia, con las salidas y los visitantes prohibidos. En su ausencia, sin ningún Blackthorn adulto para dirigir el Instituto, separarían a los niños, los enviarían a la Academia de Idris, o los repartirían por el mundo. La decisión de Julian de no permitir que eso ocurriera lo había llevado a guardar ese secreto durante cinco años, cinco largos años de ocultar a Arthur del mundo y al mundo de Arthur. A veces se preguntaba si estaría haciendo lo mejor para su tío. Pero ¿acaso importaba? De un modo u otro, protegería a sus hermanos y hermanas. Sacrificaría a Arthur por ellos, de ser necesario, y si las consecuencias morales a veces lo despertaban en medio de la noche, con un ataque de pánico y sin poder respirar, entonces tendría que vivir con eso. Recordó los agudos ojos de hada de Kieran clavados en él: «Tienes un corazón despiadado». Quizá fuera cierto. + Leer más |
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?