Agatha Christie publica Los trabajos de Hércules en 1947, aunque a España no llega hasta el año 1982 (ay, Molino, cuánto te debemos a pesar de traducir los nombres). Poirot, ya famoso y pensando en retirarse para cosechar unos calabacines llenos de sabor, se da cuenta de lo alejado que está de parecerse a su gigantesco y rudo homónimo Hércules; no obstante, sí puede llevar a cabo los mismos doce trabajos que él. Cada uno de estos trabajos, desde la muerte del león de Nemea hasta Cerbero compone un relato independiente en el que vemos a un Poirot usando sus dotes para resolver casos tan dispares como el robo de perros pequineses, asuntos de chantajes, drogas y hasta se reencuentra con la condesa Vera. |