Inocencia trágica

A ningún hombre negaremos justicia

Ocurre a menudo: nos imaginamos la escena con anticipación, se trate de lo que se trate: una consulta con un colega, una proposición matrimonial, una conversación con un hijo, y cuando llega el momento, nunca resulta como se esperaba. Uno estudia con meticulosidad las cosas que va a decir y, generalmente, creemos saber cuales serán las respuestas. Y, claro, eso es lo que desconcierta.

Uno es responsable de sus actos, y no sólo de sus actos, sino del resultado de sus actos.

“¿No son los chinos los que sostienen que la beneficencia debe ser considerada como un pecado,
más que como una virtud?”