Asesinato en Mesopotamia

Me ha gustado mucho la forma en la que el misterio se ha ido desgranando. Poco a poco, vamos conociendo más y más detalles a la vez que nos vamos formando nuestras propias teorías sobre quién es el asesino. Os diré una cosa: yo sabía que el culpable (o la culpable) sería quien yo menos me esperaba... Ni siguiendo mi propia lógica me acerqué a acertar quién era en realidad. Claro que todo tiene sentido al final cuando viene el bueno de Poirot y nos resuelve el misterio. También es muy curioso ver cómo algunos personajes mienten (algunos, de forma muy descarada) y de cómo se nota que están ocultando información. Debo deciros que los pequeños detalles que apuntan al asesino han pasado completamente desapercibidos para mí. Incluso sabiendo quién era al final, pensé que habría sido incapaz de llegar a esa conclusión con las pruebas tan escasas que había. Aunque, por otro lado, es cierto que las pruebas más importantes sí que son fáciles de encajar y tienen sentido una vez se atan todos los cabos. En fin, que es difícil averiguar quién ha sido porque Poirot se guarda las mejores pistas para el final.

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