El libro comienza sin localizar el lugar y el tiempo en el que transcurre, luego sabemos que es Extremadura y en un futuro cercano. Un imperio ¿? domina Europa y ha sometido a los habitantes de los países invadidos; también vigila y controla a sus ciudadanos que residen en esas zonas. Una de las protagonistas es Eva, una mujer casada con un coronel de los invasores y que ahora sólo cuida de él, que es un dependiente total. El otro protagonista es Leva, un mendigo que llega a las puertas de la casa de Eva; ella piensa, en un primer momento, que podría matarla.pero lo acoge y con eso contraviene las leyes del imperio. Poco a poco siente la necesidad, acrecentada por el silencio del hombre, de averiguar y contar su historia, intenta investigar su origen y lo que le ha sucedido en la vida de ese hombre. Es una lectura un poco caótica porque se mezclan dos historias en diferente línea temporal y hay cambio de una a otra en medio de un capítulo, el relato avanza entre el pasado y el presente, mezclando lo que piensan los dos personajes; a veces cuesta seguirles; por eso la novela ha tardado en engancharme aunque al final lo ha conseguido. Con todo, este libro no me ha hecho disfrutar como sí lo hicieron otros libros de este autor. + Leer más |
En el año 2011, el narrador de esta novela y su familia llegaron, de un modo azaroso, a una vivienda casi en ruinas situada en un pequeño pueblo del sur de España. Un acuerdo con el propietario les permitiría hacer uso de ella mientras él encontraba financiación para construir allí unos apartamentos. Era solo cuestión de tiempo que la casa fuera derribada. Sin embargo, durante los años siguientes, pasaron largos periodos en ella, reparándola con sus propias manos, transformándola en un acogedor lugar de encuentro y celebración.
Allí recibieron a vecinos y amigos; con ellos compartieron comida, música, trabajo y risa. Allí la familia llegó a convivir con una docena de gallinas, varios caballos y burros, dos perros y algún ratón. Nunca perdieron de vista que terminarían llegando las máquinas excavadoras, lo que convirtió la experiencia en aquella casa en una elocuente metáfora de la vida: nos entregamos a ella aun sabiendo que termina.
"Elogio de las manos" es una novela tan extraordinaria como la peripecia vital de sus protagonistas, una historia en la que caben la aventura, la reflexión y el recuerdo. Con el talento expresivo que le caracteriza, Jesús Carrasco logra que la vida se cuele entre sus páginas, demostrando que la profundidad no está reñida con la ligereza y que ambas pueden iluminar un libro inolvidable.