Soy una tonta por quererte

¡Me declaro Camilista! Bueno yo creo que ya me convertí cuando leí Las Malas pero este libro me lo ha reconfirmado. “Las malas” es un libro difícil de olvidar y cuándo cogí este y leí eso de: “¿Qué fue del hijo de la Difunta Correa? Se lo encontraron las travestis del Parque Sarmiento.” viví un momento fan jaja

¿Que queréis que os diga de Camila? Con ese estilo propio tan voraz, directo, sin pelos en la lengua, crítico, feroz y esos tintes de realismo mágico. Relatos, cuentos fantásticos e inusuales. ¿Queréis que os diga mis relatos favoritos? Todos!! Pero os resaltaré algunos: “Gracias, difunta correa”, “La merienda”, “Soy una tonta por quererte”, “La casa de la compasión”

Hace una crítica continúa o, al menos, así me lo he tomado yo. Esa doble moralidad de cara a la sociedad y de puertas para adentro. Siempre ellas en medio del torbellino. Encontramos violencia y, en el otro extremo, unión y cuidados. Camila aquí dignifica. Creo que es un canto a la diversidad y a poner en valor a la persona sea su identidad una u otra. El relato “Seis tetas” es muy esclarecedor en cuanto a esto.

Todos estos relatos tienen sus declives, sus momentos más amargos, pero creo que suele haber un detalle que ilumina todo: la niña del baño que se encuentra a Flor de Ceibo o el amor y la comprensión desde el minuto uno de Billie. El mérito es también de la narración que es fluida e incluso a veces he sentido que le quita hierro al asunto. Las cosas se han dado así y así son narradas.

Me alegro que de que me queden lecturas de Camila pendientes para seguir disfrutando.
¿Alguna fan más por aquí?

Camila Sosa Villada me ha vuelto a fascinar. "Las malas" sigue habitando en mi memoria como la buena novela que es, por lo que volver a la autora me generaba una mezcla de entusiasmo y temor por las altas expectativas. Afortunadamente, "Soy una tonta por quererte" es un libro maravilloso. Cada relato es poderoso, un viaje que no quería terminar y que de buena gana lo habría convertido en una novela de páginas infinitas.
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Los relatos de este libro se debaten entre la luz y las sombras. Hay violencia, odio y persecución, pero también amistad y hermandad. Camila Sosa se convierte en la voz de muchas voces: travestis, abuelas, niños, monjas o estrellas de la canción. Perfiles muy diferentes que encuentran un lugar común en los márgenes, unos márgenes que en ocasiones nos llevan a lugares donde habita una magia oscura y perturbadora. Camila Sosa es magnética. Sus escritos hipnotizan y enamoran a la vez que nos arrojan al horror del mundo que nos rodea.
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De los nueve relatos que recoge el libro es difícil elegir uno, todos tiene algo especial, son originales. Aun así, si tuviera que destacar algunos serían "Soy una tonta por quererte", el relato que le da nombre, "Cotita de la Encarnacion", "No te quedes mucho rato en el guadal" y "La casa de la compasión", uno de los más perturbadores.

Un libro que reúne nueve relatos de lo más variados, al punto de incluir maravillas como “Gracias, Difunta Correa” que abre la antología, o “Soy una tonta por quererte” que, para mi sorpresa, no era referencia a un bolero sino a una canción de Billie Holliday a horrores (con todo lo que horrores tiene de horrible y mal) como “Cotita de la Encarnación”, pasado de truculencia, o “Seis tetas”, que nunca termina de definir qué nos está contando, divaga y divaga y divaga.

Obviamente, siete cuentos excelentes contra dos pésimos no hacen la diferencia, pero son tan, pero tan malos que me tiraron abajo la lectura. Porque son los dos que cierran el libro. Unx arranca y va subiendo porque esos siete relatos tienen de todo, y cuando llega la recta final, ¡zácate!, se nos viene en banda.

¿Vale la pena leerlo? Obvio que sí. Pero, para disfrutarlo al cien por cien, pasen de largo los dos últimos cuentos.

Camila Sosa es de esas autoras que con su pluma me conquistó desde nuestro primer encuentro en Las malas y en esta ocasión con Soy una tonta por quererte me reafirmó que será de mis constantes.

A lo largo de nueve relatos nos recordará lo insensible e inhumana que puede llegar a ser la sociedad con las personas, únicamente por sus orientaciones o preferencias sexuales. La sociedad no discrimina y poco importará sí se trate de niños, adultos o travestis, con todos será igual de feroz.

Los relatos son bastante cortos y seguramente habrá quién encuentre la narrativa un tanto burda o prosaica pero, ¿no lo es la vida misma para éstas personas? ¿Por qué habría de suavizarse los relatos? Es a través de ellos en los que nos daremos cuenta de todas las humillaciones a las que son sometides, en donde constataremos las pocas alternativas con las que crecen algunas personas y en donde nada tendrá que ver su estatus económico porque pareciera que lo único que importa son las preferencias sexuales para ver que tanto se les permitirá tomar del mundo.

En No te quedes mucho rato en el guadal” nos encontraremos con una historia en donde lo que predomina es el abandono familiar y lo que prolifera es el machismo, el cual se impone sin tomar en consideración las necesidades de afecto de un chiquillo que, al no tener cerca a su madre y ser constantemente rechazado por el padre, busca cubrir sus necesidades afectivas con un perrito al que llamará “Don José”

Y por supuesto, en “Soy una tonta por quererte” nos encontraremos con un relato que nos llevará a través de los bares de Nueva York y nos demostrará que el amor no respeta sexo, género, preferencias, orientaciones ni demás tipologías impuestas, y que puede nacer aún en medio del racismo, estolas y canciones de Jazz.

Por otro lado, uno de los relatos que me mantuvo más entretenida y me adentró en una ambivalencia en donde no podía dejar de lado la risa y el coraje fue “Mujer pantalla” y es que las ocurrencias de ésta mujer no tienen límite pero el motivo que la llevó a descubrir ese empleo es algo que me llena de rabia y es que ¿hasta donde se va a orillar a las personas a aparentar? con tal de complacer a la familia, a la sociedad.

En resumen, un libro con relatos tan soeces como melancólicos en donde se le da voz a las minorías y se les permitirá exponer su realidad.


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Nunca pensé poder leer tantas historias tan distantes pero tan altamente conectadas, la propuesta de Camila Sosa es sin duda una excelente manera de visibilizar la vida de muchas personas trans en el mundo, es una invitación a: sentir, a respirar, a oler, a llorar y reir con sus personajes.

una forma descabellada de plasmar realidades, sin duda Camila Sosa, sorprende nuevamente con tu escritura explosiva, cínica y profundamente adictiva.