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Un libro que reúne nueve relatos de lo más variados, al punto de incluir maravillas como “Gracias, Difunta Correa” que abre la antología, o “Soy una tonta por quererte” que, para mi sorpresa, no era referencia a un bolero sino a una canción de Billie Holliday a horrores (con todo lo que horrores tiene de horrible y mal) como “Cotita de la Encarnación”, pasado de truculencia, o “Seis tetas”, que nunca termina de definir qué nos está contando, divaga y divaga y divaga. Obviamente, siete cuentos excelentes contra dos pésimos no hacen la diferencia, pero son tan, pero tan malos que me tiraron abajo la lectura. Porque son los dos que cierran el libro. Unx arranca y va subiendo porque esos siete relatos tienen de todo, y cuando llega la recta final, ¡zácate!, se nos viene en banda. ¿Vale la pena leerlo? Obvio que sí. Pero, para disfrutarlo al cien por cien, pasen de largo los dos últimos cuentos. |