Primavera con una esquina rota

Mario Benedetti fue un escritor comprometido, la política fue siempre un tema que le preocupó y sobre el que escribió en sus innumerables obras, sobre todo, se implica muy directamente en la política de su país, Uruguay, y a través de la literatura, que es impulsora de ideas como dijo el propio autor, y obliga a la sinceridad.

Un escritor que ha cultivado todos los géneros literarios, y afortunadamente, nos dejó una intensa y prolífica obra en la que podemos descubrir su interesante y maravillosa escritura.

Nos encontramos con esta interesante novela y su profunda experiencia personal, bajo la dictadura y el exilio.

Ahora voy a tratar de ella, una obra muy interesante, que leí hace ya mucho tiempo, pero con las notas y mis apuntes en el libro que tengo, junto a otros de Benedetti, y las ampliaciones que en el camino voy recogiendo, pienso ampliar esta reseña.

Fue un escritor al que leí, y además lo conocí en la universidad, cuando vino a Valencia, evidentemente hace ya muchos años. Pero es un recuerdo imborrable y sus lecturas inolvidables.

En esta novela, que es bastante autobiográfica, también se exponen los puntos de vista desde cinco posturas y perspectivas sobre el exilio y los acontecimientos políticos en la década de los años setenta, que provocan en cada uno de los personajes, y de sus influencias en las relaciones personales.

La novela posee una estructura circular , ya que empieza con el encarcelamiento de Santiago, el padre de una niña inteligente, Beatriz, que nos encantará leer, y acaba con la salida de la cárcel, dejando, un final bastante abierto y así nuestra imaginación se estimula.

Se produce una visión múltiple y poliédrica de una realidad de un país roto, que es el Uruguay de la dictadura y que provoca el exilio.
Un exilio interior, como es el que sufre Santiago, encerrado en su país donde la soledad es dolorosa , y un exilio exterior, el que sufren sus familiares y amigos, viviendo en un país extranjero para conservar sus vidas.

Pero además, nos encontramos con el exilio del propio Benedetti que es narrado en primera persona, en los capítulos que están en cursiva.

Es necesario destacar el título , que desde luego es una maravilla, ya que expresa perfectamente, que si hay primavera, hay esperanza, aunque como se indica, una primavera con una esquina rora, es decir, una primavera mutilada pero que acabará con el invierno, por fin.
Es la primavera como símbolo. Y esto lo describe Santiago cuando está ya en libertad, y nos da la clave:

“la primavera es como un espejo roto pero el mío tiene una esquina rota/..." que he elegido como cita de libro.

Una obra compleja, pero donde se refleja el pensamiento de cada uno de los personajes a través de sus propias palabras, donde se integra la poeticidad así como las intensas y excelentes reflexiones de cada uno de ellos, pero además con las auténticas reflexiones escritas en cursiva, del propio autor, de Benedetti.

Y qué podemos decir de cada uno de los apartados, pues nos indican con un oportuno titulo y subtítulo entre paréntesis, lo que realmente se nos va a mostrar, una síntesis perfecta y es que Benedetti sabe aglutinar, sabe producir a la perfección aquello que nos quiere mostrar.

Es una maravilla leer esta novela , muy interesante, en la que la dictadura, los presos políticos y su dura condición, el exilio y su dolor, todo ello tratado con cierto sabor a nostalgia y además con ternura, hace de su lectura una invitación a leerla y a volverla a leer una y otra vez.

También los personajes están muy bien desarrollados , y todos van enriqueciendo la obra por todas las situaciones a las que se verán abocados, por las disyuntivas y conflictos a los que se tienen que enfrentar.

Así como sus recuerdos, que juegan un papel primordial en todos ellos, en todos los personajes, y son el estímulo que los mantiene vivos .

Ente los personajes , a mí me han resultado muy poderosamente atractivos y tiernos el de Graciela y su hija Beatriz, sobre todo, cuando en el episodio de Beatriz ( la amnistía) así titulado, nos da cuenta del significado que para Beatriz tiene la palabra amnistía , una palabra difícil, dice.

Y transcurre el episodio dando las precisas y apreciadas definiciones que considera que puede tener la palabra, que desde la edad de una niña en edad escolar, de Beatriz, se convierte en infinidad de explicaciones que nos sumergen absolutamente en su mundo. Es una maravilla. Es para leerlo, quererlo y volverlo a leer.

En realidad todos los episodios de Beatriz son así de tiernos y maravillosos. Siempre manteniendo el recuerdo de su padre, Santiago, preso y por ello recordado y queriendo estar cerca de él.

Aunque todas los escritos de cada uno de los personajes , nos acercan con vivacidad a la historia de un país en plena dictadura y a todas sus consecuencias. Absolutamente recomendable leer este libro donde también habrá primavera.

El exceso de complejidad del ser humano y del mundo que lo alberga, nos conduce muy a menudo a una parálisis manifiesta, a un agotamiento del intelecto que termina tocando al cuerpo.

Es entonces, es durante los períodos de atonía, que recurro a los mejores para salir de ella y entre todos, me encuentro y reencuentro con Benedetti. Benedetti, un explorador, un descubridor en el amplio sentido de esta palabra.

Este magnífico, cordial y pacífico escritor, se adentra junto con su escritura, en intrincados laberintos, para desde esos espacios de perplejidad, contarnos lo que desde allí ve y siente.

Desde ahí consigue desdoblarse Benedetti , una y mil veces mil, para poder contarnos las cosas de la sabia más viva, el corazón más sincero y el alma más alma, la más completa y noble.

4. Es lo primero que leo de este autor y me ha gustado bastante. En esta historia nos habla del exilio y de sus efectos en aquellos que lo viven. Conocemos a Santiago, exiliado de Uruguay y encarcelado como preso político en los años 70, y a su familia: su mujer Graciela, su hija Beatriz y su padre Don Rafael. También entra en la historia un antiguo amigo, "el duque". A todos ellos se le da voz a lo largo de la novela, los diferentes capítulos no numerados están centrados a veces en uno y a veces en otro, llevándonos a su perspectiva y vivencias. Los capítulos de Beatriz son una delicia...

Especialmente se centra en lo doloroso que es el exilio, el sentirte lejos de casa, obligado; lo difícil de volver a sentirte en tu sitio en un lugar que no consideras propio... Se ve cómo afecta a la familia el hecho de que uno de sus miembros sea un preso político y todo lo que tienen que pasar por dicho motivo: el cambio de residencia, el paso de los años con el enfriamiento en la relaciones, el que todo cambie sin la presencia de ese miembro familiar e incluso el cómo ellos van cambiando personalmente (física y psíquicamente) por separado. Un hecho que tiene múltiples consecuencias y no solo para el propio afectado, y lo más triste es que todo se produce por pensar diferente a lo impuesto por el régimen...

También se deja ver la dureza del trato a estos presos en ese contexto y momento histórico/político, y por lo que pasaron aquellos que les tocó vivir este periodo. Quizás ahí es donde más perdida estaba en ocasiones, no conocía detalladamente esa parte política de Uruguay en los años 70, y a veces he estado algo perdida en esos asuntos y también cuando nombra a ciertas figuras... Pero vaya, lo importante de la trama es el efecto de ese exilio y de ese encarcelamiento en el preso político así como en los de su alrededor, y eso se capta perfectamente.

Me ha gustado mucho, lo recomiendo.

Primavera con una esquina rota de Mario Benedetti está ambientada durante la dictadura militar uruguaya que se extendió desde 1973 hasta 1985. Tiene tintes autobiográficos, ya que el propio autor la escribió desde su exilio en Palma de Mallorca entre octubre de 1980 y octubre de 1981. Él mismo se incluye como personaje en algunos capítulos.

Se trata de una novela polifónica, construida a través de textos fragmentarios narrados por varios personajes. Por un lado, Santiago, preso político en Uruguay ,por el otro, su mujer, su padre y su hija, exiliados en Buenos Aires, son las voces principales de esta historia.

La novela nos interpela con temas como el dolor del exilio y la separación, la libertad y su ausencia, el autoritarismo y la represión, pero también el amor, la pasión y la familia. Hay denuncia y es muestra de como nadie sale ileso de una dictadura.

Es un tema duro, difícil y solo Mario Benedetti poder tratarlo con la ternura que lo caracteriza y transmitir al final un mensaje de esperanza: “ La primavera es como un espejo, pero el mío tiene una esquina rota (..) pero aún con una esquina rota el espejo sirve, la primavera sirve”

Es una novela compleja y preciosa sobre el exilio; es una novela coral y realista, en parte autobiográfica y muy profunda que se sitúa hacia el final de los años de exilio de Benedetti (10 años !) en el contexto histórico del Golpe de Estado y hasta el referendo de 1980 que obtuvo un 57% de NO para la perpetuación del régimen. La novela fue escrita en Palma de Mallorca entre octubre del 80 y octubre del 81.
El libro tiene 45 capítulos de los cuales los 9 denominados « Exilios » son autobiográficos (recuerdos de Benedetti y de otros exiliados) y los otros son ficcionales. La estructura es repetitiva con capítulos en que el autor da voz a diferentes personajes de una familia separada por el exilio y el encarcelamiento en Montevideo de Santiago.
Las técnicas narrativas de la novela son variadas. Una forma epistolar para Santiago con capítulos titulados « Intramuros » cuando está en prisión y "Extramuros »cuando está fuera de ella con una digresión a modo de monólogo interior que marca su excitación.
Esta novela apoya la necesidad simultánea de recordar el pasado y olvidarlo al mismo tiempo para poder seguir viviendo e invertir en el futuro.
Enlace: https://pasiondelalectura.wo..

Esta novela me hizo reencontrarme con Mario Benedetti y era justo como lo recordaba, diáfano, simple, muy latinoamericano. Hace mucho que no leía a Benedetti, la urgencia de la pila de libros por leer, buenos o malos, según mi propio criterio, el ocaso del entusiasmo juvenil, la falta de asombro por las cosas que pasan en el mundo, que hemos visto tanto que las miramos con indiferencia y eso es una de las peores cosas que nos podría pasar.
Hace casi 20 años que no leía como tan a este escritor, e incluso antes lo que más leía era poesía, que no toda es romántica y si mucha de protesta, de cotidianidad y algunos cuentos. Había leído La tregua que me gusto mucho, era uno de mis libros favoritos hace un tiempo y de relectura obligada periódicamente, pero esta Primavera con la esquina otra, tiene otra dimensión, no mejor ni peor, solo distinta y es una suerte de mezcla de todos los estilos que había reconocido tanto en su prosa como en su verso, esa mezcla de cotidianos con palabras claras, sin rimbombancia, lo más directa posible, para que llegue el mensaje alto y claro, sin interferencia, para que el ejercicio mental al que nos someta sea mas un ejercicio de conciencia que un ejercicio semántico o gramática.
Me gusta esa manera de contar la historia, cada personaje con su voz propia, su estilo y sus puntos focales, siempre existe tu verdad, mi verdad y la verdad de otros, todas de una misma realidad. Cada punto de vista, le aporta el detalle que se ve únicamente desde un ángulo en particular y es enriquecedora la experiencia.
Que desosiego, la incertidumbre de no saber que hacer para cambiar algo, y eso me hizo pensar en que algunos conseguimos la primavera echa, pero otros se tuvieron que conformar con los trozos y tratar de juntarlos nuevamente. El exilio es un cabrón y los que se auto exilian por temas económicos terminan igual de tristes que los exiliados políticos.
Tan real que duele, que no puedes evitar la lágrima solitaria que recorre su camino inevitable, como inevitable es el amor y el desamor, los certificados de garantía no existen en las cosas de la vida.
Cada personaje frente a su decisión, Don Rafael, Graciela, Rolando y el propio Santiago, no hay “lo correcto” en estas circunstancia, solo tratar de seguir adelante sin romperse o juntar los pedazos en caso contrario.
Adoré los personajes sobre todo a Beatriz, tan real el mundo de una peque como el de cualquier adulto.

Este libro la verdad me costó muchísmo el poderlo terminar, no sé si fue porque había palabras que no entendía, pero lo bueno fue el personaje de Beatriz, la niña de la historia, ella hizo todo más fácil. Cada vez que llegaba a las partes donde hablaba ella sólo la quería abrazar y que me platicara todo lo que ella quisiera, es de esas niñas súper despiertas,curiosas, inteligentes, ingeniosas. Me hizo reír un montón y aligeró mucho la lectura.
Es muy triste por lo que tiene que pasar tanto un preso como las personas que se tienen que refugiar en otros países todo por levantar la voz ante las injusticias que pasan en sus países. Aquí podemos ver como una familia se rompe y tratan de seguir adelante de la mejor manera que pueden, tratan de adaptarse a nuevos lugares, costumbres y demás. En el caso del preso político, vemos como trata de aferrarse a lo único que puede que es su familia, una familia que está en constante cambio, así que se podría decir que se aferra al recuerdo de su familia. Bastante triste, pero muy recomendable.

Esta obra es un testimonio directo y doloroso que trata sobre cómo el exilio causado por la represeión y el autoristarisml fracturó a esa sociedad. Así pues, la novela se centra en las relaciones humanas de los individuos que lo sufren.

Benedetti a través de los distintos puntos de vista de cada personaje (el padre del preso, la mujer, su hija y su mejor amigo) nos da una novela llena de ternura, pasión, amor, historia y denuncia. Porque a pesar de todo, hay esperanza con la primavera como decía Machado.

Es una novela tierna desde el punto de vista de la niña pero también muy dura y esclarecedora sobre todo lo que han pasado y tuvieron que pasar los exiliados o presos políticos y sus familias.

Al principio me costó mucho conectar con la historia, estaba un poco perdida. Pero luego ya fui entendiendo todo. Los capítulos qué mas disfruté fueron los de Beatriz, me gustó la forma en la qué ve el mundo. Pero en si el final me dejo con un sabor agridulce. Qué no se si me gusta o no.