Peter Pan

Morir será una gran aventura

Morir ha de ser una aventura tremendamente grande.

Campanilla no era toda maldad: o, más bien, era toda maldad en ese momento, pero, por otro lado, a veces era toda bondad. Las hadas tienen que ser una cosa o la otra, porque al ser tan pequeñas desgraciadamente sólo tienen sitio para un sentimiento por vez.

La niña se apresuró a inclinar la cabeza hacia él, pero él se limitó a dejar caer un botón en su mano. Wendy declaró con amabilidad que guardaria aquel beso en la cadena que le rodeaba su cuello.

Campanilla no era mala del todo: o, mejor dicho, en ese momento era pura maldad; aunque, por otro lado, algunas veces era totalmente buena. Las hadas tienen que ser o lo uno o lo otro, porque, siendo tan pequeñas, por desgracia sólo tienen sitio para un sentimiento a la vez. Les está permitido cambiar, pero el cambio debe ser completo.

Debo explicar aquí la forma en que David y yo exponemos una historia. Primero yo se la cuento a él y luego él me la cuenta a mí, siendo esta segunda versión bastante diferente de la primera. Luego se la vuelvo yo a contar con lo que él ha añadido y así seguimos hasta que ninguno de los dos es capaz de reconocer de quién es el cuento. En esta historia de Peter Pan, por ejemplo...

But, on the other hand, there were the leaves. Mrs. Darling examined them very carefully; they were skeleton leaves, but she was sure they did not come from any tree that grew in England.

The children were flung into it, four stout pirates raised it on their shoulders, the others fell in behind, and singing the hateful pirate chorus the strange procession set off through the wood.

Feeling that Peter was on his way back, the Neverland had again woke into life

You see, Wendy, when the first baby laughed for the first time, its laugh broke into a thousand pieces, and they all went skipping about, and that was the beginning of fairies.